La economía borró brotes verdes en mayo

Varios de los primeros datos vinculados a la actividad económica de mayo mostraron un debilitamiento respecto de abril. Ni el consumo ni la inversión logran apuntalar el rebote.

Buenos Aires.- Los datos vinculados a la actividad económica de abril parecieron indicar que el piso de la recesión se había alcanzado en marzo. Sin embargo, varios de los primeros indicadores correspondientes a mayo mostraron un retroceso en términos mensuales y ponen serias dudas sobre la sostenibilidad del proceso de recuperación económica.

Los casos de la industria automotriz y la industria siderúrgica, dos de los rubros más importantes en términos de escala, encadenamientos productivos y uso de capital, fueron fiel testigo de esta dinámica.

De acuerdo con las cifras publicadas por entidades empresariales como la Cámara del Acero, ADEFA y ACARA, la producción de hierro y acero se contrajo 5% mensual en mayo, la de autos cayó 9% y los patentamientos de vehículos disminuyeron 4%.

Otros datos que empeoraron respecto de abril fueron los de las cantidades importadas (-4% según el INDEC) y el Índice General de Actividad de la consultora Orlando Ferreres&Asociados (-1%).

¿Qué forma tendrá la recuperación de la actividad económica?

«Lo que vemos es que lejos de una recuperación en ‘V’, la economía se estancaría en este nivel bajo por un tiempo y tendría más forma de ‘L’ o ‘pipa de Nike’ por el momento, ya que la economía no-agro no despega. Tiene sentido que se verifique cierta lateralización en varios sectores, con alternancia entre meses de crecimiento y meses de caída», sostuvo en diálogo con Ámbito Alan Versalli, economista de EcoGo.

El director de la consultora Ledesma, Gabriel Caamaño, coincidió en que por ahora el rebote se parece más a una «pipa» y destacó también los números negativos en metalmecánica y molienda de soja. «Si vamos a una pipa en el mes a mes vamos a ver un serrucho con tendencia positiva», agregó.

 

Ni el consumo ni la inversión logran ser motores del rebote

 

Este comportamiento de la economía evidencia que, pese a la significativa desaceleración de la inflación en mayo, la demanda interna no logra todavía recomponerse. Desde la consultora C-P advirtieron hace algunos días que los salarios subieron en torno al 6% tanto en abril como en mayo, contra un Índice de Precios al Consumidor (IPC) que escaló 8,8% en abril y del 4,2% en mayo a nivel general.

Por ende, los ingresos de los argentinos muestran un estancamiento, aunque se observa heterogeneidad entre los diferentes segmentos del mercado laboral; mientras los salarios de los trabajadores del sector privado le ganaron a la inflación en abril según el INDEC, los sueldos de los empleados públicos y de los trabajadores informales sufrieron un nuevo deterioro real.

«Creo que es importante que haya una recuperación consistente de los ingresos. Esto implica más que sólo monitorear la evolución del salario registrado versus la inflación (cómo lo ha estado haciendo el gobierno), sino que además se requiere una recuperación de ingresos de los sectores no registrados, que vienen cayendo muy fuerte en términos reales hace un par de años, así como las jubilaciones», afirmó Versalli.

La inversión por el momento tampoco mostró indicios de poder ser un motor de la recuperación. Esta semana el INDEC informó que dicho componente de la demanda del PBI fue el más golpeado en el comienzo de año, con un derrumbe interanual de más de 23% en el primer trimestre, causado en buena parte por la paralización de la obra pública y del sector de la construcción.

 

Desafíos para atraer inversiones e impulsar exportaciones

 

Respecto de la inversión, Versalli remarcó al RIGI como la gran herramienta del Gobierno para el desembarco de apuestas extranjeras en el país.

De cara al futuro, el economista expresó la necesidad de mejorar la previsibilidad en el plano cambiario ya que «ninguna empresa va a traer un dólar sin tener claro que luego pueda remitir utilidades y para ello es fundamental trazar una hoja de ruta hacia la salida del cepo, que pareciera todavía difusa en un contexto donde el Banco Central todavía tiene reservas negativas y ha mermado su nivel de compras en el último mes».

Por su parte, Caamaño señaló que la dinámica de la actividad económica es muy cambiante y que el «Gobierno puede tomar decisiones que impulsen a determinados sectores y hagan que durante el segundo semestre la actividad acelere». «La baja del impuesto PAIS puede tener ese efecto sobre los sectores exportadores al devolverles rentabilidad/competitividad», acotó.

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