El apoderado de CAFIN aseguró que la aprobación de la ley bases y el paquete impositivo van a tener una repercusión favorable para Tierra del Fuego, en particular por las operaciones en el continente. El régimen de incentivos a las grandes inversiones puede atraer capitales extranjeros, sobre todo enfocados al desarrollo de energía y de inteligencia artificial, donde la provincia tiene mucho para aportar. Estimó que las grandes compañías van a generar un derrame en las pymes proveedoras de servicios. Respecto del puerto, lo consideró esencial para el desarrollo y confió en que se va a poder concretar. De la mano de esta obra vendría la industria petroquímica.
Río Grande.- El apoderado de CAFIN, Alberto Garófalo, dialogó con el programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia sobre la aprobación de la ley bases y el paquete impositivo por parte del Congreso de la Nación, y estimó que “la ley va a tener incidencia sobre todo en la actividad económica, y obviamente va a haber un alcance hacia las empresas de Tierra del Fuego, ya no en cuanto a subrégimen en particular, sino en lo que hace a las operaciones en el continente. En este sentido no nos afecta en forma particular. Los artículos que podrían ser lesivos no salieron y en lo que hace a la especificidad de la 19640 no hay novedades”.
En cuanto a las textiles, dijo que “están esperando la autorización para la prórroga y además tener claro cómo se instrumenta la baja de beneficios que fija el decreto a partir del 1° de enero. El texto del decreto no es muy feliz en cuanto a su interpretación, pero todos entendemos que se trata de un porcentaje de beneficios, no de una cifra absoluta. Estamos esperando, sabemos que hay un dictamen elaborado en la AFIP sobre este tema, del que todavía no tenemos conocimiento, y esperamos poder acceder a él en los próximos días. Una cosa va atada a la otra y no tiene sentido la prórroga si luego la reglamentación es particularmente agresiva en cuanto a lo que se había acordado como pérdida de beneficios en forma progresiva”, planteó.
Sobre la coyuntura de la industria fueguina, se nota la caída pero también una leve recuperación. “En la provincia se está sufriendo la caída de la demanda y el personal lo ha sufrido en particular, porque ha habido suspensiones, adelantamiento de vacaciones e incluso despidos. En los últimos días pareciera que empezó a cambiar la tónica y alguna empresa está empezando a tomar gente. Las electrónicas están empezando a mover un poco sus stocks por la posibilidad de compra en cuotas, pero esto todavía es muy incipiente. Esperamos que sea tendencia para fines de julio y ver si ahí empieza alguna recuperación”, confió.
Nuevos desarrollos
Consultado sobre las posibilidades de ampliar la matriz productiva, consideró que “efectivamente Tierra del Fuego tiene una oportunidad importante y no me extrañaría que bajo el régimen de incentivo a nuevas inversiones que se ha aprobado podamos tener alguna de ellas. La energía hoy está en primera línea, también la inteligencia artificial, y Tierra del Fuego tiene mucho para ofrecer en ese sentido. No es descabellado pensar que pueda haber inversiones. En lo que hace al FAMPF, hay una nueva reglamentación y esperemos que en breve empiece a andar. Se están fijando nuevos criterios y en principio va a ser mucho más flexible. Estamos a la espera de las novedades y no queda mucho más para que todos nos pongamos al tanto de lo que hace a las inversiones con lo que se aporta al fondo”, aseguró.
“El turismo es una de las actividades que están contempladas en el RIGI y también la industria energética. Ahí veo las mayores oportunidades”, puntualizó.
Con respecto al puerto que proyecta la empresa Mirgor, dijo que “hay interés de las autoridades en que eso se ponga en marcha y va a ser crucial para otro tipo de inversiones que necesitan del puerto para funcionar, como puede ser la petroquímica. Además va a dinamizar el transporte en Río Grande y va a aportar a la logística, que todavía sigue siendo muy cara. Es un presupuesto básico y elemental para la radicación de inversiones”, sostuvo.
“Nosotros estamos permanentemente buscando abaratar los costos de transporte, y hay un problema de escala por el cual los barcos no llegan con más frecuencia a Tierra del Fuego. En ese sentido creo que hay que volver a la situación que tuvimos hace muchos años, cuando teníamos un buque de un tamaño óptimo para abastecer a Tierra del Fuego, esto fue hace más de 30 años. Esto aseguraría llevar carga al continente y es un tema clave para tener una línea regular”, apuntó.
Consultado sobre los sectores que impulsan una ley pymes para equilibrar la balanza con el RIGI, indicó que “se ha conocido un pedido de una ley pymes, que no deja de ser una expresión de deseo. Yo coincido en un 90% con las cosas que se piden y son principios deseables para toda la economía. Nadie puede estar en contra de que las empresas pymes tengan seguridad en el abastecimiento de energía, que tengan un tratamiento impositivo razonable, y que haya un régimen laboral que no favorezca la industria del juicio. Eso es lo que tienen las economías de los países normales”, expresó.
“En el caso del RIGI, se planteó porque el país está saliendo a buscar lo que no tiene, que son capitales de riesgo. La diferencia entre las grandes compañías y las pymes es que las pymes necesitan permanentemente financiamiento y estas empresas van a hacer aportes por su cuenta y riesgo, por eso tienen un tratamiento impositivo diferencial. La propia ley contempla que deben hacer lugar a las pymes locales y las pymes locales finalmente se van a beneficiar con la provisión que hagan a las grandes compañías. Un régimen específico para las pymes sería innecesario si la economía funcionara como debe. Para que toda esta maquinaria se ponga en movimiento hacen falta capitales y es lo que se sale a buscar con el RIGI”, explicó.
Finalmente se le consultó cómo competir con las importaciones. “No se puede ir a una apertura indiscriminada de la economía de la noche a la mañana porque no sería posible competir de igual a igual para las industrias nacionales. Hay mucho por hacer, nuestros industriales tienen que comprender que el futuro es competencia y que deben mejorar su productividad. Para mejorar esa productividad tiene mucho que ver la escala. Una reforma impositiva y una reforma laboral son imprescindibles para ganar en productividad y recién a partir de ahí se verá cuán aptos son los industriales para competir con los productos del exterior”, concluyó.