Ana Vainman, titular de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE), defendió el régimen industrial fueguino durante un encuentro de empresarios y aseguró que la “fabricación nacional le ahorra dólares al país”.
Río Grande.- El desarrollo de la industria que se produjo en Tierra del Fuego “provocó no sólo un aumento en el empleo registrado de la región, sino que impulsó la producción nacional de diferentes productos que generan un fuerte ahorro de divisas para la Argentina”, señaló Ana Vainman.
La ejecutiva destacó que “hay muchos mitos acerca de nuestra actividad. El ensamblado es la forma moderna para fabricar productos. Ya no existen las plantas antiguas en las que entraba la placa de acero y salía el auto terminado sin ningún otro componente traído desde el exterior”.
En ese sentido, siguió: “Importamos componentes con los que, luego, producimos. A lo largo de los años ese flujo ha ido fluctuando de acuerdo a los avatares de la economía argentina. Pero siempre la fabricación nacional le ahorra dólares al país”.
Así, Vainman explicó que “lo que se requiere para importar esos insumos es mucho menos de lo que se necesitaría si los productos fuesen 100% importados”. Es por eso que, aseguró, que “el agregado de valor local hace que se requieran muchos menos dólares que si el producto fuera enteramente traído desde el exterior”.
La ejecutiva recordó que cuando se creó la ley 19.640, en mayo de 1972, que otorga ciertos beneficios fiscales a aquellas empresas que invierten en la provincia, “había solo 13.000 habitantes en Tierra del Fuego. Hoy son más de 200.000”.
A su vez, destacó que la provincia es la más industrial del país, así como también la que más porcentaje de empleo industrial tiene en toda la Argentina. En ese contexto, la industria electrónica es el principal empleador privado de la Tierra del Fuego.