El Dr. Jorge Rabassa expresó el agravio que le produce el intento de modificar 75 de los artículos que aprobó junto al resto de los convencionales en la Constitución del ’91. Aseguró que es todo “pura hojarasca” para cubrir los verdaderos intereses de los que impulsan la reforma, que es “llegar a un proceso antidemocrático, por el cual los que se apoderan del gobierno permanecerían en uso del poder por siempre”. A su entender el oficialismo está planteado que “los que escribieron y votaron la Constitución son una manga de imbéciles que no se dieron cuenta de que esos artículos eran redundantes, insuficientes o inservibles”, y recordó que, si algún artículo fuera obsoleto, siempre han tenido la opción de la enmienda. Además señaló que es contundente la prohibición para los cargos ejecutivos de ser candidatos a convencionales constituyentes y, quien no lo entienda así es porque tiene “intereses personales” en esta reforma.
Río Grande.- El Dr. Jorge Rabassa, ex convencional constituyente por el radicalismo, dialogó con Radio Provincia sobre la reforma de la Constitución y expresó que se siente agraviado por el intento de modificar 75 artículos de los que votó en su momento.
“Para mí todo el proceso de discusión y redacción de la Constitución fue una experiencia maravillosa y es uno de los mejores recuerdos que tengo de mi vida. Realmente me duele mucho escuchar que las autoridades de turno, que vaya a saber dónde estaban cuando se juró la Constitución Provincial, le estén diciendo a la población que la Constitución de la provincia es una cagada (sic), que hay que modificar 75 artículos, porque los que escribieron y votaron la Constitución son una manga de imbéciles que no se dieron cuenta de que esos artículos eran redundantes, insuficientes o inservibles”, expresó.
“En la Constitución de 1991 hay artículos que ni siquiera se han puesto en marcha, porque no fueron reglamentados con las leyes que correspondía sancionar. Estos genios se dan cuenta ahora de que la mitad de la Constitución hay que tirarla por la ventana, y yo creo que esas personas nos están mintiendo, porque en realidad esos 75 artículos son pura hojarasca utilizada para cubrir los verdaderos intereses de los que impulsan esta reforma, que es lograr que las elecciones para determinados cargos puedan ser ilimitadas en su número, en su momento y en sus requerimientos. Es decir, llegar a un proceso antidemocrático, por el cual los que se apoderan del gobierno permanecerían en uso del poder por siempre”, acusó.
“Yo realmente me siento ofendido, porque estoy dentro de los que escribieron esos 75 artículos que estas personas consideran inservibles. Mi contribución a la redacción de la Constitución fue hecha con la máxima seriedad y responsabilidad. Queremos cambiar la Constitución cuando aún no se han puesto en marcha determinados artículos y no han sido reglamentados. Por ejemplo, uno de los que propusimos con Pablo Blanco era el consejo económico y social, una herramienta fundamental para solucionar los problemas sociales de nuestra comunidad. Han pasado más de veinte años y siempre hubo sinrazones para no reglamentar ese artículo”, cuestionó.
Observó que “la sabiduría de la Constitución del ’91 previó la posibilidad de que, si un artículo se volviera obsoleto o inservible en función de los cambios que la sociedad fuera implementado, la Legislatura puede realizar la enmienda de los artículos que se considere que deben ser modificados, sin necesidad de estos manejos antidemocráticos que lo único que hacen es intentar transformar nuestro Estado democrático en un Estado autocrático”, advirtió.
“A esta instancia se desea llegar por parte de algunos que pretenden que el poder quede en manos de unos pocos para hoy y para siempre. ¿Por qué no vinieron a decirme a lo largo de todos estos años que hay 75 artículos que son una basura? –se preguntó-. Nunca nadie, ni en mis apariciones públicas ni en mis funciones como profesor universitario o como director del CADIC, se me acercó a decirme que lo que yo voté era una porquería. No sé cómo hicieron estos señores para descubrir que estos 75 artículos son obsoletos, irrelevantes o inservibles. Esto es demasiado obvio y lo que se busca es que los cargos ejecutivos no tengan limitación alguna en cuanto a los períodos de desempeño de las funciones. Esto la gente tiene que saberlo cuando vaya a votar, y saber que va a votar por el Estado democrático que la Constitución del ’91 creó, o por el Estado autocrático que se está buscando”.
Todo por otro período
Rabassa ratificó su convicción de que lo único que se busca es la reelección de Melella. “Yo estoy convencido de que se busca la reelección indefinida. Yo no voy a ser candidato ni voy a participar en la elección más que como elector, así que no tengo intereses de ningún tipo en la modificación de la Constitución, por eso puedo hablar con absoluta franqueza y tranquilidad de espíritu”, señaló.
Asimismo, aseguró que es contundente el 196 respecto de la prohibición para los ejecutivos de ser candidatos, en este caso el gobernador, la vicegobernadora y los intendentes, pese a que el ex juez electoral Isidoro Aramburu dijo que según su interpretación están habilitados. “Tendrá intereses personales muy particulares este señor, porque está claramente explicitado en la Constitución que no pueden ser candidatos y el espíritu que prevaleció en ese momento era que de ninguna manera pudiera haber continuidad ilimitada o influencia excesiva de las autoridades como candidatos en una eventual elección de constituyentes. Quien no lo quiera leer de esa manera es porque tiene intereses personales muy arraigados para que haya una modificación de la Constitución en esos términos”, aseveró.
Dado que el oficialismo de FORJA argumenta que los entonces intendentes Jorge Martín y Jorge Garramuño pidieron licencia para ser convencionales, por lo cual Melella podría pedir una licencia y presentarse como convencional, dijo que “es un problema del señor gobernador, que lo explique lo mejor que pueda, porque yo no soy el que tiene que explicarlo. Afortunadamente no soy yo el que tiene que dar explicaciones”.
“Quien está proponiendo modificar 75 artículos es que considera que yo y los 18 constituyentes fuimos una banda de inservibles, para que haya necesidad de modificar el 50% de la Constitución vigente. Yo me siento ofendido y agraviado, porque le he dado a esta provincia muchos años de mi vida y he contribuido en todo lo que pude, en el ámbito político, educativo, técnico, científico. De golpe recibo un agravio de esta naturaleza y me siento muy ofendido”, manifestó.
Finalmente evaluó las declaraciones de Melella, al tildar de “cagones” a los que no quieren la reforma. “El señor gobernador es muy mal hablando y allá él. Es una pena que tenga que escudarse detrás de groserías”, concluyó.