El presidente de la Cámara Fueguina de la Construcción planteó la necesidad de avanzar con “cautela” ante el acuerdo firmado con el gobierno nacional que permitiría reiniciar las obras de vivienda. Hasta el momento no llegaron fondos, pese a que el IPV canceló 500 millones en certificados pendientes de 2023. Se sigue dialogando para acordar una planificación “pero no sabemos la velocidad con la que vamos a arrancar, porque depende de si nación cumple con lo que tiene comprometido”, dijo.
Río Grande.- El presidente de la Cámara Fueguina de la Construcción, Ing. Daniel Wallner, planteó por Radio Provincia la necesidad de avanzar “con cautela”, tras el acuerdo firmado por el gobierno provincial con el nacional, que permitiría reiniciar las obras de vivienda.
“El acuerdo se firmó por 4.900 millones de pesos, sin actualización. No es que hayan transferido el dinero, sino que se va a enviar cuando lo vayan certificando. Si se empieza la obra el mes que viene, se certifica a fin de mes, se manda la factura y ahí manda el dinero la nación para hacer los pagos a la empresa. De esos 4.900 millones de pesos, hay 500 millones que corresponden a facturas del año pasado que se fueron pagando con fondos del IPV. Esos 500 millones ya los tendría que haber mandado nación y no lo ha hecho. Es plata que ya se debía y que tiene que recuperar el IPV”, dijo.
“Estos pagos son a 45 días. Si yo trabajo el 1° de octubre, certifico en noviembre, mando la factura y la pagan el 15 de diciembre, por contrato. Si el IPV tiene fondos, por ahí puede pagar antes, pero eso no lo sabemos. Durante todo el año pasado el gobierno anterior efectuaba los pagos con tres a cinco meses de demora, con una inflación de más del 200%. Con ese panorama, este año vamos a trabajar con mucha cautela, tanto las empresas como el IPV. Si la plata no viene, el IPV no nos puede pagar. Hoy estamos tratando de avanzar con las obras con la poca plata de la que va disponiendo. Estamos acomodando las cosas para trabajar menos que en otras épocas, pero por lo menos movernos”, señaló.
“Hay que ver si el nuevo gobierno va a cumplir. Los 4.900 millones ayudan para terminar algunas obras y mover un poco las otras, porque hay diez contratos con fondos de nación. El total del dinero que se necesitan son más de 23 mil millones y están mandando la cuarta parte. Lo demás lo tiene que poner el IPV con los fondos FONAVI que recibe mensualmente. Si recibe 500 millones, hay que dividirlos entre diez empresas y estamos tratando de planificar hacia adelante con el IPV en base a los 4.900 millones y los fondos FONAVI. Sumando todo eso vemos cómo se pueden continuar las obras. Estamos trabajando con la parte técnica del IPV para llegar a algo que le sirva a todos. De nada sirve que yo trabaje, certifique 100 millones y me digan que no pueden pagar”, expresó.
Sobre las viviendas próximas a terminar, dijo que “hay un par de obras en Ushuaia que están alrededor del 80%. Se está apuntando a que puedan terminarse en el corto plazo. Yo hago obras para el IPV desde que era INTEVU y rara vez pagó tarde. Siempre el IPV tuvo fondos suficientes para hacer frente a los pagos, aunque nación demorara las transferencias, y a nosotros nos pagaba en tiempo y forma. Las obras no se veían afectadas porque el IPV era fuerte en esa época. En estos últimos tres años se fue desfinanciando porque los fondos FONAVI se fueron reduciendo casi a nada”, planteó.
Fondos del FAMPF
Consultado sobre otras alternativas de financiamiento, como el fondo de ampliación de la matriz productiva, indicó que “el IPV ha iniciado gestiones con el FAMPF para poder recibir fondos que serían afectados a infraestructura y vivienda, pero eso es muy lento y no se consigue de un día para otro. Eso no lo estamos contando en las gestiones que estamos llevando adelante con el IPV. No lo contamos porque no sabemos cuándo se puede dar. Por ahora contamos con lo que hay y lo que tiene el IPV para ofrecernos. No está fácil, porque no es mucho lo que hay”.
“Nosotros estamos dispuestos a trabajar de cualquier forma, siempre que se pueda hacer algo serio. Si hay convenios público-privados también nos interesa, y si hay fondos del banco, del FAMPF o lo que sea, nos adecuamos a la situación que sea. Todavía muchas cosas están en estado de proyecto. Hay un horizonte interesante en cuanto a facilitad de créditos, porque la inflación va bajando y los créditos empiezan a aparecer. Si una empresa va a pedir plata al banco es porque la va a recuperar a corto plazo. Todo es charlable, porque nosotros estamos dispuestos y queremos trabajar”, aseguró.
Mano de obra desocupada
También se le preguntó sobre el escepticismo del secretario general de la UOCRA, que espera ver la plata primero antes de celebrar la reactivación de la mano de obra, y concedió que “lo que dice Ramírez de la UOCRA es cierto. Nosotros estamos en negociaciones y la administración pública es muy lenta, por lo cual vamos a estar arrancando los últimos meses de este año, pero no sabemos la velocidad con la que vamos a arrancar, porque depende de si nación cumple con lo que tiene comprometido. Si no cumple, no podemos endeudarnos. Esperamos que todas las cosas salgan bien, pero la provincia tiene que poner cerca de 17 mil millones por arriba de lo que pone nación y no lo va a conseguir rápidamente. Si se proyecta una obra a un año, tomaremos 50 personas, pero si hay que estirarla más, se toman 5 ó 10 personas, las que se puedan pagar. Un oficial anda alrededor de un millón doscientos mil de bolsillo y hay que agregar las cargas sociales. La proyección es interesante pero se prometió esa plata y todavía no dieron nada. Hace dos meses no teníamos nada, hoy por lo menos hay algo. Va a ser necesario mucho diálogo, con mucho cuidado. Si la situación del país va mejorando, va a haber más plata para las obras, pero no sabemos qué va a pasar, por eso vamos con mucha cautela. Desde enero estamos parados y los gastos fijos siguen corriendo, con lo cual cada vez queda menos plata en las cuentas”, sostuvo.
“Lo único que se ha pagado al día de hoy son las facturas que se debían del año pasado, hasta diciembre, pero a valores del año pasado, con cero peso de interés. Estos meses hemos tenido gastos de mantenimiento y todavía no lo hemos cobrado. Estamos en buenos tratos pero todo se dilata. Nosotros nunca reclamamos intereses al IPV, cuando la inflación era del 10 ó 15% y pagaba a los 15 días, pero ahora con una inflación del 200%, pagan en agosto 10 pesos que eran de diciembre, y tendrían que haber pagado 25 ó 30. Con esos 10 pesos no compro ni la mitad de la bolsa de cemento que compraba en diciembre. Ese es el tema que estamos negociando”, puntualizó.
“Nosotros entendemos que no hay plata y estamos tratando de acompañar para buscar una solución. Nosotros tenemos 22 empresas en la Cámara, no todas están asociadas. De esas 22 empresas, solamente 10 tenemos contrato con el IPV”, dijo.
Advirtió que no va a ser posible ocupar toda la mano de obra que espera una solución. “En la provincia hay mucha gente estable y en Ushuaia tienen obras privadas. Hay un porcentaje que viene a trabajar por la temporada. Este año obviamente no va a venir nadie y acá ya tenemos bastante mano de obra desocupada. Hay empresas en Ushuaia que hacen obras grandes, hay un par de empresas de la Cámara que terminaron el centro de rehabilitación de Ushuaia. Costó terminarla por la inflación acelerada que tuvimos este último tiempo, pero se pudo terminar y quedó muy bien”, destacó.
Por otra parte, dio cuenta de la incorporación permanente de nuevas tecnologías. “Todo el tiempo estamos comprando equipamiento para hacer las cosas más rápido. Por la situación climática, cuanto más podemos avanzar entre octubre y abril, más nos conviene, porque sabemos que en invierno se complica todo tipo de trabajo. Todos tratamos de tener máquinas para poder pintar con compresores, elevadores motorizados para avanzar lo más rápido posible en la temporada de verano. Las empresas siempre se están modernizando y también depende de la época del país, porque hay maquinaria que a veces no se consigue o no se importa”, concluyó.
