El Dr. Carlos Sánchez Posleman apostó al diálogo de las partes para llegar a un acuerdo

El titular de la Clínica San Jorge planteó la necesidad de un diálogo serio entre las partes para llegar a un acuerdo sobre el futuro de las prestaciones tanto del sector público como del privado. “La posible solución es una fuente de financiación externa de los sueldos, al estilo de lo que hizo el PAMI en su momento”, dijo. Dio a conocer una idea que se está analizando, que es “armar un fondo exclusivo para medicamentos de alto costo y baja incidencia, no sólo para los afiliados de la obra social sino para los que no tienen cobertura, que son casi el 60% de la población”. Ante la cantidad de estudios que no serían necesarios, propuso armar una Dirección Provincial de Tecnología, donde se avalen ciertas formas de terapéuticas y estudios de diagnóstico, que sean consensuados entre todos. El diálogo con la Ministra de Salud es permanente “y estamos trabajando en distintas alternativas para una integración del sistema público y privado”, señaló.

Río Grande.- El Dr. Carlos Sánchez Posleman, titular de la Clínica San Jorge, dialogó con el programa ‘Equilibrio’ por Buscando el Radio Provincia sobre el problema de OSEF y también del sector privado, priorizando la necesidad de un diálogo entre las partes, que incluya además a legisladores y sindicatos, para buscar una solución.

Ante todo aclaró que “no es un problema exclusivo de la obra social de Tierra del Fuego, sino que es un problema de las obras sociales en general. El sistema de obras sociales se nutre de un porcentaje del sueldo de los empleados, más el aporte de la patronal, en este caso es el 3% de los empleados y el 9% de la patronal, pero es de público conocimiento que los sueldos no han acompañado el aumento de la inflación y de los insumos médicos. En un año los sueldos subieron un 100% y los medicamentos un 500%. No alcanzan los ingresos para cubrir las necesidades que requiere la medicina”.

“La posible solución es una fuente de financiación externa de los sueldos, al estilo de lo que hizo el PAMI en su momento. Durante estos años el PAMI se benefició con el ingreso del impuesto PAIS y con eso pudo financiar las prestaciones. En el caso particular de la obra social de Tierra del Fuego tiene que haber aportes extraordinarios, porque no alcanza con el aumento de los aportes de los afiliados”, planteó.

“Hay una idea dando vueltas que me parece bastante importante, que es armar un fondo exclusivo para medicamentos de alto costo y baja incidencia, no sólo para los afiliados de la obra social sino para los que no tienen cobertura y también el gobierno de la provincia se tiene que hacer cargo. Estamos hablando de casi el 60% de la población. Ese fondo específico podría paliar la situación porque se requiere mucha erogación de dinero para cubrir cierto tipo de enfermedades, que son muy costosas. Es algo que hay que trabajarlo en la Legislatura con los gremios, el Ejecutivo y el Poder Judicial”, propició.

Recordó que “este problema se planteó en la Legislatura a principios de año con el aporte del fondo que viene de los Ingresos Brutos de las entidades financieras que trabajan en la provincia. En ese momento se pensó que podía ser suficiente pero, habida cuenta de la baja de los intereses y la merma en todas las operaciones financieras, esos fondos se transformaron en insuficientes. Eso no alcanzó y para mí fue un parche, no una solución definitiva. Acá hay que sentarnos entre todos, analizar cuál es el costo real de la salud y cómo podemos hacer para financiarlo, siempre manteniendo el sistema solidario. Hay varios factores que mejorar, no solamente el aumento de los ingresos, sino que hay que hablar de una mejor gestión y bajar el gasto”, sostuvo.

“Nosotros como prestadores estamos generando gastos que son innecesarios, a veces por desconocimiento y otras veces por problemas de cobertura ante posibles demandas judiciales. Uno tiene que pedir estudios que no son necesarios, pero se tienen que cubrir porque ya hay experiencias con este tipo de demandas. Por eso hay que trabajar entre todos para llegar a un consenso y empezar a reglamentar. Armar una Dirección Provincial de Tecnología, donde se avalen ciertas formas de terapéuticas y estudios de diagnóstico, que sean consensuados entre todos, puede mejorar la situación”, observó.

 

Hospitales públicos

 

Respecto de los hospitales públicos, dijo que “están en una situación crítica y también lo están las obras sociales sindicales y prepagas, porque no han podido aumentar las cuotas. Las prestaciones son las mismas y hoy un prepago está recibiendo tres veces más de lo que le ingresa per cápita a una obra social sindical o provincial. Eso es un fiel ejemplo de que los recursos son insuficientes. De alguna manera hay que sentarse a dialogar entre los distintos sectores de una vez por todas y tomar el tema en forma seria, para consensuar las posibles soluciones”, insistió.

“El primer paso que hay que dar es el diálogo, que es lo que nos puede sacar adelante. Si no hay diálogo serio entre los distintos sectores es muy difícil poder dar solución a la gente. Yo empecé a dialogar con los gremios para ver cuál era su opinión y los puntos en común que teníamos para poder trabajar en eso y dejar las diferencias a un costado. El diálogo es el mejor camino para ver en qué estamos todos de acuerdo y en base a eso empezar a trabajar en un proyecto de reforma de fondo del sistema de salud de la provincia”, expresó.

 

Diálogo con Di Giglio

 

Destacó que con la Ministra de Salud “estamos en permanente diálogo y estamos trabajando en distintas alternativas para una integración del sistema público y privado. Hemos dado unos pequeños pasos pero creo que estamos en el camino correcto. Hay que tirar abajo algunos preconceptos tanto del sector público como del privado, que no ven con claridad la gravedad de la situación. Uno de los caminos es la integración de los dos sistemas para trabajar en conjunto, tanto hospitales como clínicas, ver qué cosas tenemos que resolver cada uno, y no duplicar esfuerzos en algunas áreas, dejando otras totalmente desprotegidas porque ni el público ni el privado se pueden hacer cargo”.

“El recurso humano es uno de los temas clave en los que estamos trabajando con el Ministerio de Salud, para compartir recursos y trabajar tanto en lo público como en lo privado. Tanto en Ushuaia como en Río Grande estamos trabajando con ambos hospitales, para compartir recurso humano y poder dar soluciones a la gente. Esto habría que profundizarlo un poco más para que no sean solamente excepciones en casos particulares sino en forma general tratar de integrar distintos servicios”, manifestó.

“La problemática de la falta de recurso humano es importante en todo el país, hay especialidades básicas que están en crisis, como la parte de pediatría, neurología, y se hace difícil contar con estos especialistas en forma permanente. Son especialidades de primera necesidad. Hoy se está trabajando con excepciones y habría que profundizar un poco más y hacerlo en forma sostenible y que estemos todos de acuerdo, tanto los médicos que trabajan en el sector privado como los médicos del sector público. Ya salió lo que es el part-time, porque los médicos tenían dedicación exclusiva con bloqueo de título y ahora se abrió el part-time. La merma de sus ingresos es muy importante y la cantidad de horas que tienen que trabajar en el sector público no le conviene a la mayoría de las especialidades, sobre todo las clínicas. Para trabajar en dos lugares requieren de mucha carga horaria para poder tener un salario digno. Hoy una consulta de un pediatra está cerca de los 10 mil pesos nada más, el pediatra tiene que cumplir seis horas en el hospital y después salir a la parte privada, y no alcanza la cantidad de horas del día para cubrir la expectativa de sus ingresos”, detalló.

“Un sueldo en el sector público depende de las guardias, y ronda entre los dos millones y medio y los tres millones y medio de pesos. En el privado para ganar exactamente lo mismo tienen que facturar no menos de cinco millones de pesos, porque al sueldo del empleado público hay que agregar su jubilación, la obra social, las vacaciones y el aguinaldo, que el privado no lo tiene. El mes que no factura si se toma vacaciones, no cobra. Uno tiene 13 sueldos por año y el otro tiene 11 ingresos por año. Salvo los médicos que hacen prácticas quirúrgicas o algunas especialidades, los ingresos del resto han mermado muchísimo con respecto a años anteriores, porque no ha habido aumentos de honorarios acordes a la inflación. El médico del sector privado tiene que pagarse su obra social y aportar para la jubilación”, señaló.

“Hay que buscar una solución definitiva y se está estudiando la posibilidad de que el médico del sector público pueda trabajar en el público e, independientemente de su sueldo, reciba parte de lo que le ingresa a los hospitales en concepto de facturación a las obras sociales. Hace más de un año se viene analizando en el ministerio y para eso habría que solucionar el tema de los nomencladores. Ya se avanzó en los nomencladores de los hospitales y en el sistema de facturación para poder facturarle a las obras sociales”, dijo.

 

Informe del Tribunal de Cuentas

 

El Dr. Sánchez Posleman confió en tener un panorama más ajustado a la realidad a partir del trabajo que viene realizando el Tribunal de Cuentas. “Tengo entendido que el Tribunal de Cuentas está trabajando con la obra social para presentar un informe pormenorizado de la situación financiera. Hay un estudio comparativo de lo que paga en prestaciones la obra social de la provincia en comparación con obras sociales sindicales y prepagas. Realmente los valores más bajos los tiene la obra social de la provincia y son de los más bajos del mercado. El gran problema no está en los honorarios y en las prácticas, sino en los insumos y en la industria farmacéuticas. A modo de ejemplo, hubo una paciente que tuvo un aneurisma en la arteria carótida y hubo que ponerle dos stents, cada uno de ellos salía 40 millones de pesos. Son 80 millones de insumos y la práctica en sí salió 4 millones de pesos. Se está trabajando para la industria farmacéutica, para la industria tecnológica, para las prótesis, y son cosas que no están reguladas y tienen valor de mercado. Una cirugía vascular completa, con reemplazo de válvula, con la válvula incluida, está en 27 millones de pesos más o menos, contra un stent solo que sale 40 millones de pesos. Son todos importados y no hay industria nacional”, dijo.

 

Deuda con la clínica

 

Consultado sobre la deuda de OSEF con la clínica, estimó que “la facturación mensual que deben tener con ambas clínicas en Tierra del Fuego debe rondar los dos mil millones de pesos mensuales, hablando de honorarios más gastos sanatoriales. La obra social tiene un serio problema financiero y económico, no solamente nos debe facturas vencidas sino que también tiene un problema de deuda con la industria farmacéutica, que es la más importante con el tema de medicamentos de alto costo. Estamos hablando de una deuda de medicamentos de cinco mil millones de pesos y una deuda prestacional que debe andar en los cuatro mil millones de pesos entre todos los prestadores locales y de fuera de la provincia. En lo que es medicamentos había tres meses de deuda y en la parte sanatorial estamos en dos meses de deuda vencida”, precisó.

“Nosotros habíamos aplicado una fórmula de ajuste que era el 50% de lo que aumentaba el sueldo del empleado del escalafón seco y el 50% del empleado de ATSA. Eso nos sacaba fuera de la discusión tanto a nosotros como prestador como a la obra social como financiador. Los ítems los ponían de acuerdo a la fuente de ingreso más importante que tiene la obra social, que son los sueldos, y el egreso más importante que tenemos nosotros que también son los sueldos. Con eso habíamos llegado a un acuerdo donde ni la obra social como financiador ni nosotros como prestador íbamos a influir en ese índice, sino que iba a estar manejado por terceros. Lamentablemente eso no se pudo cumplir porque en su momento los sueldos de los empleados públicos mermaron y esto hizo que en 2023 no se pudiera aplicar esa fórmula. Nosotros renunciamos a un aumento que nos correspondía y eso impactó casi en 2.500 millones de pesos en el año. Estamos tratando tanto los prestadores como el financiador de lograr que la obra social tenga un equilibrio y poder trabajar con ingresos dignos que sean sostenibles y perdurables en el tiempo. Uno necesita previsibilidad y de nada sirve facturar 1.300 millones de pesos si después el financiador no los puede afrontar. Por eso creo que lo primero que hay que hacer es sentarse a dialogar, ver cuál es la realidad de cada uno y en base a eso ver qué sistema podemos construir en función de darle lo mejor a la gente”, priorizó.

Finalmente se le preguntó sobre la conveniencia o no de un aumento del aporte personal y patronal. “El importe es muy bajo y hay un agravante más, porque en su momento la provincia hizo una jubilación anticipada, que fueron los famosos 25 inviernos. La ecuación de los jubilados en porcentaje con los activos era insuficiente. Ese fue el motivo por el cual se creó el fondo para tratar de compensar a la caja de jubilaciones, pero en ese momento no se pensó en la obra social. Hoy la masa de jubilados aporta el 3% y es muy importante con respecto a los activos. Con mucha suerte el promedio de jubilaciones es de un millón de pesos y los jubilados están aportando 30 mil pesos para su cobertura de obra social. La cobertura es del 100% y la cobertura de medicamentos es del 90%. Si bien es solamente para los titulares, estamos hablando de una cobertura muy importante, con un ingreso que es muy escaso”, concluyó.

 

 

 

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