Desde el SUTEF denunciaron inconvenientes en el edificio de la Escuela 31 de Ushuaia. Aseguraron que un derrumbe “no causó heridos, pero se perdieron elementos y materiales necesarios para la copa de leche”. “Instamos a los responsables a tomar las medidas pertinentes en función del resguardo de los niños, respetando el Código Civil, las normativas de educación; pero sobre todo utilizando el sentido común”, remarcaron.
Ushuaia.- Desde el SUTEF informaron que “Un derrumbe en la Escuela N° 31 de Ushuaia no causó heridos, pero se perdieron elementos y materiales necesarios para la copa de leche como por ejemplo dos heladeras, un microondas que explotó, y una mesada completa del área. Aun así, el área de Infraestructura y Juan Luna, el ex concejal condenado por corrupción, no autorizan a suspender las clases poniendo en riesgo a alumnos y docentes”, denunciaron desde el sindicato docente.
Expresaron que “por la resolución que ha quitado la potestad a los equipos directivos de suspender las clases, en franca violación a la normativa, la Escuela N° 31 de Ushuaia sigue dictando clases mientras que está en obra simultáneamente. El área de Infraestructura y Juan Luna, el ex concejal condenado por corrupción, no autorizan a suspender las clases poniendo en riesgo a alumnos y docentes”.
“Hay un aula inhabilitada por tener el piso con movimientos por la socavación para la construcción del gimnasio y a este hecho se le suma ahora el derrumbe del piso de la cocina cuando intentaron instalar una nueva salida de emergencia”, mencionaron desde el gremio.
Advirtiendo que “este derrumbe no causó heridos, pero se perdieron elementos materiales necesarios para la copa de leche como por ejemplo dos heladeras, un microondas que explotó y una mesada completa del área”.
“Por la inhabilitación del aula, los grupos de tercero de la mañana y de la tarde deben deambular entre el laboratorio y la biblioteca para poder recibir sus clases”, remarca el comunicado distribuido por el SUTEF.
Señalando que “de esta manera se ve interrumpido el uso de estos espacios. El personal POMYS también se ve afectado por los problemas edilicios ya que ha debido mudarse a un lugar alejado de la zona de movimientos de suelo”.
Mencionando que “la pretendida normalidad en el dictado de clases consiste en trabajar con excavadoras de gran porte, a centímetros de las ventanas. En el día de la fecha se realizaban reparaciones en la zona de la cocina afectada, mientras los alumnos estaban en clase, expuestos a ruidos fuertes, polvillos y a maquinaria de riesgos”.
Señalaron que “pese a la disconformidad de los docentes que elevaron nota al equipo directivo solicitando la suspensión de las actividades, las mismas se desarrollaban, aun sin contar con agua corriente por momentos y a la presencia de trabajadores de la construcción que realizaban las reformas, incluso cortando cerámicos con máquinas peligrosas a metros de los niños en recreo en el mismo SUM, sin ninguna señalización ni acordonamiento”.
“Entendemos que esta situación contradice varios de los puntos del acuerdo paritario nacional de 2010, que establece las normas de seguridad e higiene en las instituciones educativas; poniendo en riesgo a toda la comunidad”, remarcaron.
Manifestando por último que “instamos a los responsables a tomar las medidas pertinentes en función del resguardo de los niños, respetando el Código Civil, las normativas de educación; pero sobre todo utilizando el sentido común”.