La Secretaria de Género y Desarrollo Comunitario destacó la decisión de la gestión de Martín Pérez de seguir acompañando a las familias riograndenses, con una demanda creciente de necesidades básicas, como el alimento y la salud. Advirtió que uno de cada dos ciudadanos es pobre, y no solamente requieren de asistencia los que no tienen trabajo, sino también los asalariados que están bajo la línea de pobreza. Actualmente se ha amesetado el aumento de la demanda de alimentos, pero sigue incrementándose la demanda de salud, a partir de los despidos en las fábricas y la imposibilidad de muchas familias de seguir sosteniendo una prepaga. Dio a conocer un convenio realizado con la Fundación de Estudios Patagónicos, que va a permitir que la ciudad cuente con un banco de alimentos. “En el mundo cerca del 40% de la comida se desperdicia, porque no se generan redes de apoyo entre unos y otros. Con esta organización y otras de la ciudad estamos trabajando para que, antes de su vencimiento, los alimentos se puedan llevar al banco y desde allí se puedan entregar a familias y organizaciones que lo necesitan”, indicó.
Río Grande.- La secretaria de Género y Desarrollo Comunitario de la Municipalidad de Río Grande, Ivana Ybars, dialogó con FM La Isla sobre la compleja situación de los vecinos de la ciudad y la necesidad de asistencia del Estado que, pese a la política nacional, sigue estando presente. “Subimos mucho en la demanda de alimentos y hace un tiempo estamos en una meseta, pero es una meseta alta, porque la demanda creció mucho y quedó ahí arriba. Nosotros no nos corremos ni un ápice de lo que tenemos previsto, que es acompañar a nuestra comunidad en este proceso de crisis tan grande, que cada día es más complejo”, dijo la funcionaria.
“Tenemos que entender que uno de cada dos ciudadanos de nuestra provincia es pobre y es terrible. Hay que establecer estrategias de trabajo que nos permitan dar las mejores respuestas desde el Estado. Se ha incrementado el presupuesto y no hemos recortado servicios. A lo largo de la presentación del presupuesto van a ver que la inversión social es muy fuerte, no tan sólo desde mi cartera sino desde las diferentes secretarías del municipio, porque nos apoyamos unas a las otras”, valoró.
“También nos apoyamos en el sector privado y en las organizaciones del tercer sector de la sociedad civil. En nuestra ciudad hay un grupo muy fuerte de organizaciones que acompañan y es un plus que tenemos como ciudad. Hay organizaciones de la Patagonia y de otros lugares del país que se plantean trabajar con nosotros porque ven las políticas que estamos llevando adelante y nos emparentan los principios que sostienen nuestra gestión. Esto nos facilita el desarrollo cotidiano de nuestras tareas. Por ejemplo, esta semana tuvimos la visita de la Fundación de Estudios Patagónicos. Este es el tercer año que trabajamos con ellos, llevando adelante un programa destinado específicamente a mujeres con hijos a cargo. Se las acompaña con la entrega de módulos alimentarios y con capacitaciones, formaciones para el desarrollo profesional y en el campo de la salud. El Estado nacional se ha corrido totalmente y no hemos recibido un peso para la seguridad alimentaria de las familias. Esto es muy grave porque estamos hablando de lo más básico, del derecho a una alimentación adecuada”, subrayó.
“Tenemos que continuar reforzando nuestro trabajo y las alianzas que hacemos por ejemplo con esta Fundación, nos van a permitir trabajar para traer un banco de alimentos a la ciudad. Ellos nos comentaban que se desperdicia en el mundo cerca del 40% de la comida, porque no se generan redes de apoyo entre unos y otros. Con esta organización y otras de la ciudad estamos trabajando para establecer un banco de alimentos para que, antes de su vencimiento, se puedan llevar al banco y desde allí se puedan entregar a familias y organizaciones que lo necesitan”, explicó.
“Lo bueno es que esta Fundación trabaja hace 35 años y ya tienen todo muy aceitado con los mayoristas. El programa lo hemos trabajado con el supermercado La Anónima, que contribuye con la mercadería a través del banco de esta fundación. Es muy difícil que un banco de alimentos funcione siendo del Estado, porque nosotros somos quienes tenemos que controlar a las empresas y no podemos estar controlando y por otro lado pidiendo. El rol de esta organización es lo que facilita todo lo que tiene que ver con la distribución de alimentos antes de que se desperdicien. Para esto hay que generar una logística, ser muy rápidos, hay que tener mucha capilaridad en los barrios, en los comedores comunitarios, y nosotros la tenemos porque el trabajo es cotidiano. Creemos que va a ser una alianza muy potente, que nos va a beneficiar a todos”, confió.
La demanda esencial está puesta en alimentos y salud. “La necesidad alimentaria es el mayor de los focos de mi secretaría, por otro lado se ha incrementado mucho la solicitud de atención en los centros municipales de salud, con todos los despidos que hubo y el impacto de la inflación en los salarios. Aunque nos hablan de una inflación del 2,7%, la realidad es que los alimentos aumentan todos los días, lo mismo los servicios, y a precios que son prohibitivos. Las familias que tenían una prepaga ya no la tienen, los que fueron despedidos no tienen la obra social y se vuelcan a la salud pública. Los cuatro centros de salud siguen funcionando, el centro de especialidades médicas, Mamá Margarita, el centro municipal de las infancias. Se siguen destinando recursos y la salud sigue siendo de primer nivel”, aseguró.
“La alimentación y la salud son lo más básico y estamos dando respuesta. En contextos de crisis hay que priorizar lo importante y seguir proyectando a futuro otros aspectos que tengan que ver con el desarrollo de la ciudad”, expresó.
Asistencia a asalariados
La secretaria aclaró que no solamente asisten a familias sin trabajo, sino que también requiere de ayuda los asalariados. “La tasa de desempleo no es tan alta todavía, sin embargo los propios trabajadores que tienen empleo no llegan a cubrir las necesidades básicas. Llegan a la salud por la vía de los centros municipales y pueden ir a nuestra Secretaría de Desarrollo Comunitario a tramitar un subsidio, porque la mitad del salario se les va en el alquiler y tienen que comer. Hoy también los trabajadores se han empobrecido y ha sido un año muy duro para las familias de la ciudad”, dijo.
Para llevar adelante esta tarea “se requiere de mucho esfuerzo y de mucha empatía hacia todas las personas con las que trabajamos a diario. Pensamos todas las estrategias posibles para que los vecinos estén un poquito mejor. Es difícil el día a día y a uno lo motiva el trabajo cotidiano y ser parte de una gestión que está siempre pendiente de lo que necesitan nuestros vecinos, desde que nacen hasta la tercera edad. El modelo de gestión cree en la justicia social, en un Estado presente que además sea eficiente, y eso facilita mucho las cosas, aun en este contexto de tanta crisis”, destacó.
De cara a las fiestas de fin de año, adelantó que “el municipio está trabajando para hacer un acompañamiento a todas las familias que integran el padrón alimentario municipal, con la caja navideña. Tenemos 3.500 de padrón fijo y después tenemos la demanda espontánea. Esas 3.500 familias van a ser acompañadas y los comedores van a tener un refuerzo para brindar una cena diferente para las fiestas. Después de las fiestas vienen las vacaciones y mucha gente no se va a ir, así que estamos pensando desde el municipio cómo hacer que en Río Grande se disfrute el verano”.
Finalmente señaló que “nosotros no ponemos como requisito para hacer un acompañamiento que no tengan trabajo, porque acompañamos trabajadores en las ramas que peor pagos están, también acompañamos a docentes y a familias de las fábricas que han cerrado. Es un esfuerzo cotidiano, silencioso, y sobre todo empático y humano”, concluyó.