Al Hospital de Río Grande las obras sociales le deben 1400 millones de pesos

La Dra. Viviana Müller, directora del hospital regional Río Grande, expuso la situación de la institución, que se ve desbordada por el aumento de la demanda y de los costos para seguir funcionando. Desde hace meses están ocupadas “el 100% de las camas”, y se estima que solamente por guardia se atienden a diario unos 400 pacientes. Los costos para sostener esa demanda “son enormes”, dijo, e hizo un llamado a las obras sociales que mantienen deuda desde hace meses, porque es “un sistema solidario” y lo que recauda el hospital lo vuelca en prestaciones. También pidió menos burocracia del Estado para mejorar el sistema de compras. “Hay muchos proveedores que tienen mejores precios y no quieren hacer todo el papelerío que les exigen. En estos tiempos tendríamos que buscar procesos simplificados, porque hay que aprovechar al máximo el recurso económico”, expresó. También apeló a las obras sociales sindicales y la estatal OSEF, que “mantiene una deuda de 800 millones, 500 millones de la UOM y 90 millones de la obra social de los Camioneros”.

Río Grande.-  La directora del hospital regional Río Grande, Dra. Viviana Müller, fue consultada en el programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia sobre la situación de la institución, a partir de las declaraciones de la Ministra de Salud, que dio cuenta del aumento de la demanda de atención y del paso de 400 pacientes a diario solamente por guardia.

“La situación es muy compleja, el hospital tiene una demanda de atención enorme, tanto de manera ambulatoria como en internación. Hace meses que venimos con un 100% de las camas ocupadas y esto obedece a distintos motivos. Hay mucha gente que se quedó sin obra social y recurre al hospital público, pero también hay muchas personas que tienen obra social y por distintas razones se han quedado sin cobertura. Tenemos un mix de pacientes con obra social y sin obra social”, dijo.

“El hospital está para todos, la demanda es altísima y los costos son enormes. Tenemos como promedio de pacientes internados entre 55 y 60 por día. Estas personas que son internadas necesitan medicamentos, laboratorio, rayos, alimentos, limpieza, lavadero, la atención médica de especialistas, y nosotros trabajamos para que todo esto esté cubierto. Es mucha la carga y a veces no sé cómo transmitir lo que nos pasa”, expresó.

“Hacemos frente a los costos de los gastos del hospital con el propio recupero de las prestaciones que facturamos a las obras sociales, por eso insistimos mucho en los pagos de las obras sociales, porque con eso vamos sosteniéndonos y en algunos casos aumentando la complejidad. El hospital es el receptor de toda la urgencia y la emergencia que suceden no sólo en Río Grande sino desde Tolhuin para acá. Tenemos que estar preparados para brindar la mejor atención posible, estabilizar a un paciente complejo, para que después pueda ser derivado a un centro de mayor complejidad. Nosotros garantizamos la primera atención y la sobrevida del paciente y eso es muy caro”, subrayó.

 

Camas disponibles

 

Respecto de la cantidad de camas, detalló que “tenemos 10 camas de terapia intensiva, compartido con la unidad coronaria; 7 camas de terapia pediátrica; 12 camas de internación de pediatría; 20 camas de cirugía y 20 de clínica médica; después tenemos maternidad y hoy tenemos reducida la cantidad de camas porque nos quedamos sin servicio de maternidad a partir de la rotura de un caño y la inundación de todo el sector, que se quedó sin electricidad. Si dios quiere ya se licita la obra para poder tener un servicio de internación de maternidad”.

“Estamos al límite con la internación y muchas veces el paciente tiene que ser aislado y bloquea una cama, de acuerdo a su patología, sobre todo algunas infecciosas que requieren el aislamiento del paciente para preservar al resto. A veces tengo camas bloqueadas por un paciente en aislamiento”, explicó.

 

Deuda de obras sociales

 

También apeló a las obras sociales sindicales y la estatal OSEF, que mantiene una deuda de 800 millones, porque lo que se recauda vuelve en prestaciones. “Veníamos hasta agosto con una facturación de 400 millones aproximadamente y de eso estábamos recuperando 350 millones. A partir de agosto cambió el nomenclador, porque tenía valores atrasados, la facturación se incrementó en 800 millones y en octubre fue de 900 millones. Hay un plazo de pago de las prestaciones y todavía no vimos incrementado ese porcentaje en el recupero, que ha caído. Esta primera quincena de noviembre cerramos con 160 millones y hay obras sociales que hace más de dos años no nos pagan, como la UOM, que no nos paga desde enero de 2023. Hasta diciembre de 2022 hicieron un plan de pago de toda la deuda que tenían, que eran tres millones y medio mensuales. Eso lo están cubriendo, pero la facturación no fue cancelada. La deuda es de más de 500 millones”, estimó.

“Las prepagas están al día, hay muchas obras sociales que pagan regularmente, como SMATA. OSECAC estaba atrasada pero pagaba regularmente, ahora se acercó Camioneros a regularizar su deuda y ponerse al día. La OSEF nos debe 800 millones y es un altibajo, a veces hemos recibido pagos, pero esto es a fuerza de cobros de una oficina que se dedica a esto. Tenemos cinco personas que gestionan el cobro a las obras sociales y están permanentemente comunicadas para gestionar el ingreso. Hemos mandado cartas documentos a algunas y yo rescato a las obras sociales que se acercan a hacer un plan de pago, porque está difícil para todos”, manifestó.

“Esto es solidario, si el hospital tiene ingresos por las prestaciones que brinda, vuelca ese dinero para mantenerse activo, con todo funcionando, para atender las situaciones más críticas donde la vida está en juego”, enfatizó.

“Nuestra intención no es cortar un servicio, porque la gente hace su aporte a las obras sociales y no es responsable de que la obra social no pague. Por eso las obras sociales deben entender que, si no pueden pagar todo, un plan de pago a nosotros nos sirve. Yo estoy hablando de deuda sin actualizar, porque entre 2023 y 2024 sufrimos una inflación tremenda. Veníamos con un recupero del 70% de lo facturado, pero en los dos últimos meses cayó ese porcentaje. En parte tiene que ver con el aumento del nomenclador y también entiendo que es difícil para todos. Las obras sociales ven difícil su propio ingreso”, sostuvo.

 

Un mundo de mil empleados

 

La estructura de personal del hospital es enorme, y reúne a mil trabajadores profesionales y no profesionales. En este caso los sueldos quedan a cargo del Estado. “Por suerte los paga el gobierno, no somos un ente descentralizado. Es una ventaja enorme que yo tengo, por eso el hospital debe trabajar en el recupero de sus prestaciones para aliviar al gobierno, porque la prestación se brinda a un afiliado que hace su aporte a la obra social o la prepaga. El tercero pagador debe hacer frente a la cancelación de esas prestaciones que se le brindan a sus afiliados. El hospital es público, pero no es gratuito”, advirtió.

En materia de costos, indicó que “los pedidos de insumos son millonarios, tenemos más de 120 millones para una parte de los medicamentos, y lo mismo el laboratorio, porque son 200 millones para dos meses. En el hospital se dializan 63 pacientes 13 veces por mes, y el costo nada más que de los insumos descartables y soluciones de la máquina de diálisis es de 47 millones. Esto es sólo de insumos y hay que sumarle honorarios de enfermería, de servicios, de los médicos, laboratorio, medicamentos. Se hace imposible”.

“Tenemos 25 pacientes de PAMI, la segunda franja son pacientes sin obra social y después tenemos unos poquitos de Camioneros, de OSEF y otras obras sociales. Por suerte PAMI nos paga regularmente la facturación del servicio de diálisis y con eso estamos sosteniendo el servicio”, expresó.

“Nosotros insistimos mucho en trabajar el tema burocrático del Estado, porque la mayoría de las veces, esto nos lleva a comprar más caro. Son tantos los requisitos que le piden a los proveedores, que hay muchos que tienen mejores precios y no quieren hacer todo el papelerío que les exigen. El Estado necesita de cierta burocracia pero en estos tiempos tendríamos que buscar procesos simplificados, porque nos cuesta mucho recuperar. Deberíamos tener una mejor gestión de compras para poder aprovechar al máximo el recurso económico. Son procesos largos y nosotros por suerte tenemos la división de compras del hospital, que son excelentes y están haciendo licitaciones públicas desde el hospital, que jamás se hicieron. Lo que pasa es que los proveedores saben que van a cobrar diferido y va a tardar mucho el proceso, y aumentan los costos. A veces tardamos tres o cuatro meses para pagar, a veces los plazos son menos, por ejemplo de agosto terminamos de pagar todo y nos queda septiembre y octubre”, precisó.

“Nosotros tenemos proveedores dentro y fuera de la provincia. En general los medicamentos son de fuera de la provincia, algunos medicamentos los compramos en las droguerías de acá. Se hacen licitaciones o compras directas y los proveedores pueden cotizar. Se hace la evaluación técnica, el informe y se adjudica por precio”, dijo del proceso.

Estimó que “debe haber mil personas en el hospital. Profesionales deben ser unos 300 en total, entre personal de planta y contratado. En el área de maternidad perdimos este año cuatro profesionales, que se fueron de la provincia. Nosotros impulsamos la modalidad part time, que es una planta permanente pero sin bloqueo de título, tanto para los que se quieran incorporar como los que tienen dedicación exclusiva y quieren trabajar en el sector privado”, concluyó.

 

 

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