En la pintoresca bajada del Lago Fagnano, Emilio Sáez lanzó un nuevo proyecto que combina agroturismo y producción orgánica con el objetivo de tener los mejores huevos de la isla. La iniciativa invita a los visitantes a conocer su gallinero y degustar huevos orgánicos en un entorno natural y tranquilo. La Cámara de Comercio de Río Grande visitó el lugar y felicitó a Emilio.
Tolhuin.- En la pintoresca ‘Bajada del Lago’, conocida por su hermoso paisaje, Emilio Sáez ha dado vida a un nuevo y especial emprendimiento. Emilio, conocido por su espíritu emprendedor, ha lanzado un proyecto que combina agroturismo y producción orgánica, con un objetivo muy claro: tener los mejores huevos de la isla.
El emprendimiento fue visitado por la Cámara de Comercio, Industria y Producción de Río Grande, encabezada por su presidente y vice, José Luís ‘Gigi’ Iglesias y Ana Bolívar, respectivamente, acompañados por Fernando Allo y Graciela Marinángeli.
Durante una reciente visita de la comisión directiva de la Cámara de Comercio de Río Grande, Sáez compartió detalles sobre su iniciativa. “Estamos invadidos por la Cámara de Comercio, es fuerte, no es fácil, pero bueno”, bromeó Emilio con una sonrisa. La idea detrás de su proyecto es invitar a los visitantes de la isla a conocer su gallinero, hogar de más de 200 gallinas ponedoras, y degustar huevos orgánicos en un entorno natural y tranquilo.
El emprendimiento no solo se centra en la producción de huevos, sino también en ofrecer una experiencia completa a los visitantes. Emilio ha creado un espacio donde los visitantes pueden conocer el predio del gallinero, disfrutar de una charla en un lugar con una vista inigualable al lago y compartir una comida en un ambiente sin televisión, en el que la conversación y la conexión con la naturaleza son protagonistas.
La pasión de Emilio por sus gallinas es evidente. “Las reinas acá son las gallinas, no hay otra forma que ellas sean el eje de todo esto. Si ellas tienen que estar bien, acá no hay estrés, no hay nada, ellas son las reinas”, afirma. A sus 70 años, Emilio ha decidido dedicar su vida a la naturaleza, dejando la panadería a sus hijos y enfocándose en este proyecto de vida.
Además de la producción de huevos, Emilio está explorando la hidroponía con la idea de autoabastecerse de lechuga. “Hemos comprado seis torres para poder sacar unas 400 plantas por mes. Lo orgánico es lo más, creo que es lo que viene, el camino”, dice con convicción. La idea también incluye la educación, invitando a escuelas a conocer el proceso de cría de gallinas y tenebrios, la fuente principal de alimentación para las gallinas, a las que cría con música.
Aunque Emilio no ve este emprendimiento como un proyecto comercial, los productos de su granja tendrán un impacto en su panadería. “Los huevos que vamos a tener, en un futuro no muy lejano, serán usados en las empanadas, los sándwiches y en la cocina de la panadería”, explica. Emilio sueña con generar el mejor huevo de la isla y, quién sabe, tal vez algún día venderlos también.
Por su parte, José Luís ‘Gigi’ Iglesias, presidente de la Cámara de Comercio de Río Grande, junto a su equipo, visitaron el emprendimiento y destacaron el esfuerzo y compromiso de Emilio con la comunidad. “Nos enorgullece conocerlo y considerarlo amigo”, expresó Iglesias.
Emilio Sáez, con su amor por la naturaleza y su espíritu emprendedor, está creando un espacio donde el agroturismo y la producción orgánica se unen, ofreciendo a los visitantes una experiencia única en la isla.