Desde la fundación “Vida Silvestre” se expresaron en contra de la ley que aprueba la caza y comercialización de carne de guanaco en la provincia. Consideran “un grave error la resolución de la Legislatura de la provincia de Tierra del Fuego”. Advierten que “miles de guanacos” pueden morir “en base a una decisión política, sin fundamento técnico”. También se sumó ARAF Ushuaia, y el Instituto de Estudios de Derecho Animal I.D.A.M., salieron a repudiar enérgicamente “el permiso para matar guanacos”.
Río Grande.- Desde la fundación señalan que “A lo largo de los 41 años de nuestra historia en Vida Silvestre hemos trabajado y demostrado que la producción y el desarrollo económico son compatibles con la conservación y el uso sustentable de los recursos naturales”.
En un documento expresan que “Es por ello que consideramos un grave error la resolución de la Legislatura de la provincia de Tierra del Fuego de autorizar por el plazo de 365 días la caza por cualquier medio, la comercialización y la industrialización del guanaco en todo el ámbito de la provincia”.
Mencionan que “Desde Vida Silvestre estamos enviando nuestro pedido a la gobernadora de Tierra del Fuego Rosana Bertone quien tiene el poder de no promulgar el proyecto y que, de esta forma, no entre en vigencia, salvando así a miles de guanacos que pueden morir en base a una decisión política, sin fundamento técnico”.
Advierten que “Es fundamental que cuidemos a nuestras especies. Resoluciones así no pueden tomarse sin la elaboración previa de planes de manejo de una especie, convocando a los especialistas en la temática, y que estén basados en información técnica sólida para evaluar su situación poblacional, identificar claramente los problemas o conflictos con las actividades productivas, y analizar diferentes alternativas para solucionarlos”.
“Así, su conservación permite el normal funcionamiento de los ecosistemas naturales y constituye una fuente de trabajo y de desarrollo para las poblaciones locales”, remarcan. Llamando finalmente a firmar una petición en ese sentido en la página web: www.vidasilvestre.org.ar/guanacos
Oposición de ARAF Ushuaia, y el Instituto de Estudios de Derecho Animal I.D.A.M
También desde estas dos organizaciones salieron a repudiar enérgicamente “el permiso para matar guanacos”.
La iniciativa, presentada por el radical Pablo Blanco, “suspende la aplicación de la prohibición impuesta por el artículo 1° de la Ley provincial 101, exclusivamente con lo relacionado al guanaco por el término de 365 días a partir de la promulgación de la presente”.
La ley en cuestión, vigente en la Provincia desde fines de 1993, “prohibió en todo el ámbito de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, la caza por cualquier medio, la comercialización y la industrialización de todo tipo de pinnípedos, cetáceos, guanacos, zorros colorados y aves silvestres de cualquier especie”, por considerar a todas ellas especies en peligro de extinción.
“Todo indica que la propuesta apunta a tratar de dar impulso en Tierra del Fuego a un proyecto de explotación comercial de carne de guanaco, similar al que se lleva adelante en la vecina provincia de Santa Cruz o si se persigue alguna otra finalidad aún no explicitada públicamente. Para que el proyecto entre en vigencia, resta aún que el Ejecutivo proceda a promulgarlo”, entendieron.
“A lo largo de los 41 años de nuestra historia en Vida Silvestre hemos trabajado y demostrado que la producción y el desarrollo económico son compatibles con la conservación y el uso sustentable de los recursos naturales.
Es por ello que consideramos un grave error la resolución de la Legislatura de la provincia de Tierra del Fuego de autorizar por el plazo de 365 días la caza por cualquier medio, la comercialización y la industrialización del guanaco en todo el ámbito de la provincia”, insistieron.
Finalmente consideraron que “es fundamental que cuidemos a nuestras especies. Resoluciones así no pueden tomarse sin la elaboración previa de planes de manejo de una especie, convocando a los especialistas en la temática, y que estén basados en información técnica sólida para evaluar su situación poblacional, identificar claramente los problemas o conflictos con las actividades productivas, y analizar diferentes alternativas para solucionarlos. Así, su conservación permite el normal funcionamiento de los ecosistemas naturales y constituye una fuente de trabajo y de desarrollo para las poblaciones locales”.