El ex intendente Jorge Martín realizó las primeras declaraciones a una radio de Río Grande luego de siete años alejado de los medios y la vida política. No descartó postularse como candidato en 2019, pero la decisión se discutirá en el seno familiar y su preferencia sigue siendo la Municipalidad de Río Grande. Agradeció la convocatoria de la legisladora Liliana Martínez Allende, a quien siguieron varios más que buscan tentarlo a subirse a la carrera electoral. Marcó serias diferencias con las políticas de Macri y de la propia UCR por el sometimiento al PRO. Respecto de Bertone y Melella, consideró que son los únicos dos con posibilidades de llegar a la gobernación. Destacó virtudes en ambos, pero se posicionó en contra de las “campañas sucias” y los enfrentamientos entre provincia-municipio.
Río Grande.- El ex intendente de Río Grande por tres mandatos consecutivos, ingeniero Jorge Martín, reapareció el viernes pasado en una radio de esta ciudad luego de siete años de silencio y de una vida alejada de la política.
“Desde que dejé la municipalidad no había vuelto a hablar con ningún medio de comunicación”, aseguró a FM Stylo, en un diálogo que se extendió por más de una hora.
Expuso su fe “en las grandes posibilidades del país” pese a la crisis actual, y se pronunció a favor de la necesidad de “cambios estructurales”.
La primera consulta tuvo relación con la alianza Cambiemos y las sanciones a los radicales que no apoyaron a los candidatos del PRO. ““El partido radical lamentablemente se ha ido perdiendo a nivel nacional, porque hoy no se habla del radicalismo y todo es el PRO y nada más que el PRO -criticó-. No es bueno que un partido de la trayectoria que tiene el radicalismo desaparezca, y no podemos cambiar de ideas de un día para otro. Río Grande también va sufriendo esas consecuencias porque no hay un protagonismo fuerte en el partido”, lamentó.
Se mostró comprensivo de la decisión del intendente Gustavo Melella de migrar a FORJA y remarcó que “no es el único. Lamentablemente se ha ido mucha gente del radicalismo, que podría haber seguido y hacer buena gestión. En este caso Gustavo decidió ir para otro lado y hay que respetarlo en ese sentido, porque a mí también la UCR me suspendió cuando tomé una posición, y no me echaron porque peleamos como locos, pero a varios nos suspendieron un tiempo. Son altibajos que se dan en los partidos”, señaló.
“La política fue variando mucho, porque el PRO manejaba Buenos Aires y luego todo el mundo quiso un cambio en la Argentina. Hoy no todo el mundo esta convencido del cambio, yo sí estoy convencido de que tiene que haber un cambio, pero no todo el mundo piensa igual y la gente ha ido cambiando de posición. Yo tengo una idea firme, nací en un lugar y moriría en ese lugar, pero hay que respetar las decisiones que toman otros”, dijo de su compromiso con la militancia radical.
“Al no haber una situación económica favorable, el cambio genera más incertidumbre y más disconformidad, pero tarde o temprano el país tiene que salir adelante”, confió.
Martínez Allende, la iniciadora
Quien primero mencionó públicamente el nombre del ex intendente fue la legisladora del bloque UCR-Cambiemos, que lo tentó a postularse como candidato. “Lili dijo que había tenido contacto conmigo, y yo me junto con algunos a comer un asadito, por lo general se habla de política, y le agradezco a la legisladora, pero uno todavía no toma decisiones. Le agradezco por las palabras que dijo y a todos los que me llamaron a partir de ese momento. Es agradable, porque en siete años no figuré en ningún lado y de pronto uno empieza a figurar, así que es bueno eso, porque reconforta. Todavía no es tiempo de decisiones y veremos en qué se puede avanzar”, dijo, sin descartar las invitaciones.
“Mis hijos nacieron en Río Grande y uno siempre quiere lo mejor para la ciudad y la provincia. Uno tiene que acompañar y, si sirvo todavía para acompañar y estar, no tengo ningún problema. Mi hija mayor vive en Río Grande, otro está terminando de estudiar y seguramente volverá a Río Grande. Ojalá se pueda acompañar, ayudar y estar”, expresó.
“De candidaturas no me he puesto a pensar. Uno ya está más viejito pero no quiere decir que hemos perdido el entusiasmo ni las ganas de hacer cosas. Uno se toma más tiempo para razonar y ver cómo encajo en esta situación. No me gustan los personalismos sino trabajar en grupo, como hicimos en el Municipio de Río Grande. No todos servimos para todos los cargos que hay y por ahí se puede hablar en conjunto. Hasta ahora estamos tranquilos”, aclaró.
Contactos con Melella y Bertone
Consultado acerca de si mantuvo contactos con su sucesor en la intendencia y con la gobernadora, dijo que sí. “He ido a tomar café con Gustavo para ver cómo está la cosa, me ha invitado muchas veces a ver la planta potabilizadora de agua, que licitamos cuando nos íbamos; no fui a la planta pero hemos ido al Mamá Margarita donde se hizo la pileta que empezamos nosotros. Hemos tenido contacto con la gobernadora también, porque en su momento la acompañamos para que llegue a la gobernación, pero son tratos más cortitos y trato de no molestar a nadie, simplemente tomar un café”, sostuvo.
Hoy camina por las calles de Río Grande, va al supermercado, a la panadería, habla con los vecinos y disfruta de la vida familiar y su abuelazgo. “Mucha gente me pregunta cuándo vuelvo y eso es agradable. Hasta ahora no recibí ninguna mala onda, así que estoy contento por ser reconocido en el ámbito político, que no siempre pasa”, subrayó.
Disputa municipio-provincia
Martín cuestionó algunas medidas dispuestas por el gobierno, como la prohibición de los alumnos a asistir a actos municipales, o la participación de la banda municipal en actos de la provincia. “Esas cosas no las comparto porque son cosas que yo también las sufrí. Se mezclan las situaciones, porque la provincia tiene que mirar hacia el continente y todo lo que pueda aprovechar. Los municipios tienen que mirar a su ciudad, y a su vez la provincia tiene que mirar a los municipios, pero para que esté todo en armonía y crezcan. Yo no estoy de acuerdo con las disputas entre gobierno y municipio porque las sufrí siempre. Tuvimos juicios porque no me mandaban la plata y eso no es bueno, el diálogo tiene que existir. A veces volvía a las 3 ó 4 de la mañana con las manos vacías. Podemos ser de distintos colores políticos pero las disputas no son buenas y cada uno, gobernador e intendente, tiene que respetar su rol, y ambos roles son muy importantes”, remarcó.
“Si Gustavo Melella no puede seguir en la intendencia, tiene todo el derecho de ser gobernador, y la gobernadora tiene todo el derecho a ser reelecta. Tiene que haber respeto y, si ese respeto se transmite a la sociedad, la gente va a estar más conforme con los políticos”, sostuvo.
Campañas sucias
También cargó contra las campañas sucias, que padeció sobre todo en la constituyente. “Cuando estaba de candidato a la constituyente, en 2006, la propia gente de la política me denunció mal, usaron los medios que tenían a su favor. Yo supe quién era, a quién le pagaron y cómo lo hicieron, y es gente que conozco hace años. Si por ganar un puesto para ser constituyente hicieron todo esto, qué puedo pretender de algo más. Eso me marcó, me dolió, aunque ganamos por amplia mayoría la convención constituyente, porque a la gente no le importó. Pero después estuve cuatro años llevando papelitos a la justicia y pude demostrar que no tenía nada que ver con las denuncias. Estas cosas duelen. Eso me marcó, me dolió, y me dije nunca más, aunque después volví a ser intendente”, recordó.
“No es llevadero cuando tu adversario político te difama. Eso no va, yo me defendí pero jamás ataqué a un adversario político como me atacaron a mí o atacan a otra gente. Hay mucha gente que se ataca y esto lo prepara el mismo adversario político que ve que está en inferioridad de condiciones y quiere ganar. Pero se gana con la gente, que te vota o te descarta, y simplemente hay que hacer las cosas bien”, sugirió.
Respecto de las denuncias contra Melella por presunto abuso sexual, señaló que “eso está en la justicia, que se tendrá que expedir. A mí me hicieron denuncias muy duras, me dio mucha bronca, y con el tiempo resultó que eran infundadas, pero nadie se ocupó de preguntarme de la misma manera que cuando me habían denunciado. Esa es la parte dura, pero la justicia dicen quién tiene razón”.
Grandes obras
De las obras que quedaron de su gestión, mencionó las “700 cuadras de pavimentación y la defensa costera. No tuvimos apoyo de la nación, no recibimos un peso. Fue espectacular hacer esas obras con plata propia, que es de la gente. Para mí la más emblemática de tocas fue la obra del muro costanero, y tardamos siete años para hacer los proyectos. Hoy todo el mundo lo disfruta”, celebró.
“La obra pública tiene que estar aceitada, para cumplir con la gente. Tuvimos un equipo muy bueno en la Municipalidad y por lo general agotamos los presupuestos, porque cumplimos con las obras”, manifestó.
Impuestos necesarios
También tomó postura en la disputa Concejo-Municipio por la adecuación impositiva. “Lo que hay que dialogar es cuánto aumenta el impuesto, pero no puede ser que no aumenten impuestos cuando aumenta todo para producir agua, para la limpieza o lo que sea. Eso es populismo y no va. Nos votan para hacer las cosas bien y, si uno no brinda un buen servicio, la gente va a estar mal. Ahora, si se cobra un impuesto altísimo y no se da servicio, es otra cosa. Yo no estoy de acuerdo con lo que ha hecho el gobierno nacional de ir aumentando tanto los impuestos, porque el salario no aumentó igual. Los servicios son carísimos y no se pueden pagar. En Tierra del Fuego o en la Patagonia todavía se va zafando porque hay subsidios, pero no se puede pasar de 400 pesos de gas a 4.000, y tiene que ser gradual, porque no aumentaron los salarios con la inflación. Con suerte aumentaron los salarios un 35% y con esa parte no estoy de acuerdo. Con eso estoy muy disconforme a nivel nacional, pero es lo que hay”, se resignó.
“Hay que poner las cosas en la balanza y aumentar un 15 ó 20%, para poder seguir brindando servicios, nos guste o no nos guste. La gente no se va a ofender porque sabe que hay una inflación terrible y que todo aumenta. El estado no puede subsidiar a todos, sino que tiene que subsidiar a los que realmente necesitan”, planteó.
Fanático de Río Grande
Consultado sobre su preferencia en caso de ser candidato, y si iría por la gobernación o nuevamente por la intendencia de Río Grande, respondió que “uno es fanático a full de Río Grande porque vivió ahí muchos años, mis chicos viven ahí y vuelven ahí. Todo lo que tengo lo tengo en Río Grande, a nombre mío”.
“Tenemos la posibilidad de ser la mejor provincia del país, pero todo el mundo lo tiene que interpretar y las instituciones tienen que capacitar a su gente para brindar mejor servicio cada vez. No se me están terminando las divisas -dijo para los que atribuyen su posible regreso a cuestiones económicas-, tengo el sueldo que uno tiene cuando se jubila. Trabajé 28 años en el estado fueguino y como jubilado puedo tener un estándar de vida razonable. Más de eso no me interesa. Todo lo que tengo está registrado a mi nombre en Río Grande, y cuando me denunciaron pude demostrar papelito por papelito que todo era mío por derecho propio. Yo puedo recorrer Río Grande sin ningún tipo de problemas, y el político cuando asume sabe que un porcentaje le va a decir de todo y otro porcentaje lo va a acompañar”.
Igualmente aclaró que la decisión depende más de su familia que de los sectores que lo están tentando.
“Soy una persona familiar, vivo feliz, soy abuelo y espero que quien esté en la provincia la gobierne de la mejor manera. Siempre que me tocó ser candidato, lo hice con todas las ganas. Si tomamos la decisión de ser candidato, que no es una cuestión propia sino familiar, lo voy a hacer con todas las ganas. Por ahora estoy tranqui y uno se debe a su familia. Yo me fui con grandes posibilidades de llegar al gobierno, pero tomé una decisión familiar. Las encuestas me daban muy bien pero no siempre se puede vivir de la política y hay que saber cuándo retirarse. Si después de tantos años a uno lo llaman, quiere decir que no hicimos tan mal las cosas. Si algún día vuelvo, trataré de hacer lo mejor, ya con más experiencia y más años, pero todavía no hay una decisión. Si tuviera que hacerlo de nuevo, haría todo de la misma manera”, afirmó.
Unos y otros
Sobre el final de la entrevista se le pidió opinión sobre distintos referentes de la provincia. De Martín Pérez, dijo que “no lo conoce mucho, pero me parece buena gente”. De Queno, que “lo conozco hace varios años y si la gente lo votó tres veces ya, será porque hizo bien las cosas”. De Vuoto “no puedo opinar, porque no voy a Ushuaia y no he tenido trato con él”. De Pablo Blanco, dijo que “es un eterno de la política, trabaje con él muchos años y la gente lo ha seguido reconociendo y votando en las aspiraciones que ha tenido. Es una de las personas que más conoce la provincia porque ha sido legislador y estuvo en distintos lugares, podemos no coincidir muchas veces, pero no puedo negar que es uno de los que más conoce”. De Martínez Allende, también opinó que “es buena gente, y trabajamos juntos muchos años”.
Respecto de Paulino Rossi, recordó que fue su Secretario de Finanzas en la Municipalidad, “hizo un ordenamiento financiero interesante, certificó las normas ISO 14.000, y realmente con el equipo hicieron bien las cosas para que no nos endeudáramos y que hiciéramos las cosas con plata propia. Es gente que le gusta la política y sabe bien lo que está haciendo. Si quisiera ser intendente, todo es posible. Yo nunca me imaginé que podía ser intendente de Río Grande y lo fui tres veces”, señaló.
De Gustavo Melella, opinó que “estos años se ha trabajado muy bien, se han hecho muchísimas obras. Gustavo hizo bien las cosas, si no, la gente no lo hubiera votado como lo votó”.
De ‘Tachi’ Trejo, no quiso decir palabra, aunque lo dijo todo: “Ahí ni opino, trabajé muchos años con él pero después no resultó como yo quería, así que de ‘Tachi’ Trejo ni opino”, señaló, cortante.
Bertone o Melella
Finalmente consideró que los únicos con condiciones para acceder a la gobernación son el intendente de Río Grande y la actual gobernadora. “El gobierno ha ordenado muy bien las cosas, hay una situación distinta, no hay malestar y se están haciendo cosas en la provincia en la medida que se pueden hacer. Gustavo Melella ha hecho bien las cosas en Río Grande y la gente lo pone muy bien cuando hablo con ellos. Lo más difícil es cómo hace un intendente de Río Grande para llegar a Ushuaia y que la gente lo reconozca ahí. Rosana tiene el conocimiento en las tres ciudades. Un intendente no tiene el mismo conocimiento y todo depende de la campaña que se pueda llevar adelante, pero Gustavo fue reelecto con un alto porcentaje en Río Grande y ya tiene demostrada una gestión. Rosana tiene todo el derecho de seguir en la gobernación porque también trabajó y la gente sabe. De los dos, la gente dirá quién puede ser. Cualquiera de los dos puede llegar a la gobernación, pero los otros intendentes no. La disputa hoy es entre Rosana y Melella. Lo que no se debe hacer es desmerecer al otro y pelearse con el otro, porque la gente está harta de eso”, concluyó.