Los empleados de las sucursales del supermercado La Anónima de Río Grande se encuentran realizando asambleas desde el fin de semana para reclamar la actualización del bono de fin de año “tal como estaba acordado”. Denunciaron que están recibiendo “presiones” para levantar la medida. Desde la empresa dicen que el pedido de congelar el bono tiene que ver con las pérdidas que sufrieron en el último tiempo, de acuerdo a los balances, y advierten que “el único lugar” donde existe este reclamo es Río Grande.
Río Grande.- El secretario Adjunto del Centro de Empleados de Comercio, Daniel Rivarola, respecto de la situación planteada en el supermercado La Anónima señaló que la empresa “no quiere reconocer la actualización del bono de fin de año, según la paritaria que tenemos acordada”.
Dijo que la actualización tomando ese parámetro es “algo que viene sucediendo desde 2014” y en el mismo sentido indicó que “hay un aumento del 31% que se debe aplicar al bono y no lo han hecho, pretenden decir que está congelado porque supuestamente tuvieron una pérdida de 12 o 14 millones durante el año y señalan que no les alcanza para la actualización”.
Mencionó que la empresa les dice “que están hacer haciendo un esfuerzo extraordinario para pagarlo con los mismos valores del año pasado, pero la discusión es que empresas como el otro supermercado es su competencia -y que está con preventivo de crisis- ha pagado el bono con esta actualización paritaria”.
También comentó que “las empresas de limpieza también, a pesar de la crisis, están pagando el bono con la actualización paritaria. Entonces no entendemos por qué ellos no están pagando de esa manera”, remarcó. Contó que tuvieron “una audiencia en el Ministerio de Trabajo y no lo supieron explicar desde el punto o legal, con papeles, porque no lo pagan”.
“Lo cierto es que no hay preventivo de crisis ni nada presentado, lo único que dicen es que no lo pueden pagar. Así que la asamblea ha definido tomar medidas de fuerza, vamos a comenzar con asambleas permanentes”, anticipaba el dirigente mercantil el viernes pasado.
Luego indicó que “en virtud de lo que los trabajadores resuelvan y ante la actitud que tenga la empresa, veremos si vamos hacia un paro general. Vamos a seguir con estas asambleas para evaluar los pasos a seguir. Aunque en definitiva, lo que nosotros queremos es que la empresa pague el bono como corresponde y que podamos trabajar en paz”, expresó.
Denuncian presiones y suspensiones
El fin de semana circularon en redes sociales fotografías y videos donde se veía al personal jerárquico del supermercado registrando imágenes, de los trabajadores que se encontraban en asamblea. También confirmaron desde el Centro de Empleados de Comercio que se están aplicando suspensiones entre el personal de las diferentes sucursales.
Según trascendió, al menos cuatro trabajadores de cada sucursal de Río Grande, donde está instalado el reclamo, ya habrían sido suspendidos por la patronal. Aunque algunas versiones señalaron que el número de trabajadores sancionados era mayor. La sanción es, en principio, por un día y se refiere al incumplimiento de la intimación para desempeñar tareas.
La versión de la empresa
Por su parte el gerente regional del supermercado La Anónima, Guillermo Fossat, en declaraciones a Radio Fueguina aseguró que “preocupados como los clientes de Río Grande están la gran mayoría de los empleados de La Anónima y nosotros mismos, porque vale destacar que la mayoría no están de acuerdo con esto”, aseguró el representante de la empresa.
Manifestó que se trata de “un grupo reducido, el que está impidiendo el ingreso de los clientes que quieren entrar a comprar la mercadería para esta fecha tan importante y no lo están pudiendo hacer”.
Reconoció luego que “Nosotros no desconocemos en lo absoluto que exista un acuerdo que hemos llevado adelante, también conocemos la situación económica a nivel país y ni hablar de Río Grande que al momento de la firma del acuerdo era otra. Entonces nosotros hemos definido una actualización de lo que llamamos ‘bono de fin de año’, que es un regalo que hace la compañía, no es una obligación”, advirtió.
El gerente indicó que “actualmente tenemos un bono de compra del orden de los 12600 pesos, que es lo que cada empleado se lleva de mercadería de los supermercados. Este año existió aparte el bono que decretó el Gobierno nacional en efectivo, de 5000 pesos, cuestión que cada empleado se termina llevando un bono de 17500 o 18000 pesos”.
Admitió también que “teníamos este acuerdo de ajuste en paritarias que no podemos llevar adelante y que aparte está remplazado, de alguna manera, con estos otros 5000 pesos que está dando el decreto de Gobierno”, argumentó.
Más adelante señaló que “nosotros fuimos muy claros, yo personalmente me reuní con el gremio y luego con cada uno de los empleados de las sucursales. Esto no es una sorpresa para ellos, les trasmití por qué nosotros no podemos hacerle frente a un aumento más en este bono. Aparte de los 18000 que estamos aportando y es porque la compañía, lamentablemente, en esta oportunidad cerró un balance con una pérdida de 120 millones de pesos”. “Entramos en el nuevo ejercicio, que arranca en julio, y el resultado de la compañía nos da, en el primer trimestre, una pérdida de 102 millones de pesos. O sea que en los primeros tres meses pierde casi lo mismo que en todo el año”, remarcó.
Para finalizar comentó que “en todas las ciudades en que la compañía está presente el bono se dio en las mismas condiciones y el único lugar del país donde tenemos este tipo de conflicto, es en Río Grande. En Ushuaia están todos los empleados -incluido el gremio- contentos con el bono. El único punto en el que hoy estamos viviendo esta situación es en Río Grande”, insistió por último Fossat.