Mientras que en el 2003 la provincia contaba con 13.087 alumnos y 903 docentes, esa relación en el 2017 fue de 13.585 alumnos y de 1.458 docentes por lo que Tierra del Fuego lidera el ranking nacional de la cantidad de alumnos y cargos docentes en el nivel primario estatal. El estudio fue realizado por el licenciado Francisco Boero, del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano, publicado en la víspera por el Diario La Nación.
Río Grande.- El nivel primario de gestión estatal enfrenta una paradoja: entre 2003 y 2017, perdió 236.099 alumnos mientras que ganó 46.624 cargos docentes. Cada vez hay más maestros y menos chicos en las aulas públicas del país. La relación, en el promedio nacional, es un cargo docente por cada 12 alumnos. Y a pesar de la posibilidad de una enseñanza casi personalizada, los índices de aprendizaje son bajos.
Un estudio realizado por el licenciado Francisco Boero, del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano, con datos de los Anuarios Estadísticos 2003 y 2007, y del Ministerio de Educación de la Nación, muestra curiosidades interesantes. Por ejemplo, en Catamarca, en esos 14 años estudiados cayó 27% la cantidad de alumnos, pero aumentó 44% la cantidad de cargos docentes. En Salta, donde solamente se registró una diferencia de ocho estudiantes más en el nivel primario, en ese lapso aumentó 59% los puestos de maestros.
En ese mismo período, si se mira el promedio total del país, la escuela primaria de gestión privada creció 35% en cantidad de alumnos y 28% en cargos docentes. Esa relación es más impactante en el conurbano bonaerense. Entre 2003 y 2017 hubo un crecimiento del 42% de estudiantes en las aulas primarias de gestión privada y solamente subió 2% los puestos de maestros.
En el sector privado, la relación en el aula es de 17 alumnos por cargo docente, mientras que en el ámbito estatal es de 12 chicos por puesto de maestro. Catamarca, por ejemplo, tiene un cargo docente por cada seis alumnos.
«El sector privado aumenta de una manera más pareja y racional», sostiene Francisco Boero al considerar que la mejor calidad de la enseñanza «no estaría vinculada directamente con la cantidad de docentes por alumnos, ya que las pruebas nacionales e internacionales efectuadas en el país así lo confirman».
Si se compara la relación alumno-maestro en escuela pública primaria, Australia, Japón, Holanda y Corea del Sur tienen un promedio de 17 estudiantes por cargo docente; Rusia, el Reino Unido y Francia tienen 20 chicos por maestro; Brasil y Chile, 21 por profesional; Colombia, 24, y México, 27.
El desequilibrio sucede en todos los distritos, aunque en algunas provincias el incremento de docentes a pesar de la fuga de alumnos podría estar vinculado con la extensión de la jornada escolar y la necesidad de crear más cargos para atender esa necesidad. Por ejemplo, en Córdoba donde casi el 40% de las escuelas ya tiene doble jornada bajó el 9% la cantidad de estudiantes en esos 14 años -pasó de 284.561 a 259.545-, pero aumentaron 19% los cargos docentes, de 16.020 a 19.115.
Solamente en cuatro provincias y en las escuelas primarias del interior bonaerense creció la cantidad de alumnos: Santa Cruz figura al tope de esa modesta lista: su matrícula creció 41% -de 25.377 a 35.711-; Mendoza, 7% (de 176.755 a 188.787); el interior bonaerense, 5% (431.703 a 452.809); Tierra del Fuego, 4% (de 13.087 a 13.585); Chubut, 3% (de 52.111 a 53.462), y Río Negro, 1% (de 69.092 a 70.115).
Aumentos significativos
Si, por el contrario, se miran los cargos docentes, de las 24 provincias, 18 registran aumentos muy significativos. Tierra del Fuego es la que más creció: 61% (de 903 a 1458); le siguen de cerca Salta, 59% (9173 a 14.621); Santa Cruz, 58% (2122 a 3348), y La Rioja, 49% (3010 a 4477).
En el único ámbito en el que no se generaron más cargos docentes fue en el conurbano bonaerense. Su porcentaje es cero, y entre 2003 y 2017 se verificaron 177 cargos menos, mientras que el descenso de alumnos fue del 9% (de 696.470 pasó a 733.856).
«La Argentina registra, en la actualidad, una relación entre alumnos y cargos docentes notablemente inferior a la mayoría de los países latinoamericanos. Algo similar ocurre cuando la comparación se realiza con naciones industrializadas con mejores niveles educativos que los nuestros», plantea Alieto Guadagni, director del CEA y miembro de número de la Academia Nacional de Educación.
A su criterio, «esto indica que el aumento meramente cuantitativo del plantel docente no es suficiente para mejorar el sistema educativo, ya que también es esencial fortalecer la capacitación académica y profesional de los nuevos docentes que se incorporan [al sistema] año tras año».
En ese sentido, Boero manifestó que «las naciones que avanzaron rápidamente en la calidad de su educación lo hicieron mejorando la preparación de los nuevos docentes, con jerarquía de carrera plenamente universitaria y además, como lo indica la experiencia de Ecuador, Finlandia y Corea del Sur, apuntando a que los mejores alumnos secundarios de hoy sean los docentes de mañana. Desde ya que esto también exige que la profesión docente sea plenamente reconocida con mejores niveles salariales».
Fuente María Elena Polack para el Diario La Nación.