En un sector del barrio Dos Banderas, en Ushuaia, integrantes del pueblo mapuche están construyendo una «ruca» que quieren transformar en centro cultural. Dicen que la idea es que esté abierta al conjunto de la comunidad y miembros de otras naciones indígenas. Impulsarán la declaración del proyecto como de «interés municipal». Ya cuentan con un pronunciamiento en ese sentido por parte de la Secretaría de Derechos Humanos.
Ushuaia.- Gabriel Colipi, integrante de la comunidad Pillan Mauisa, comentó que «la ruca mapuche es una iniciativa que surge hace unos nueve años atrás, cuando yo me instalé acá, con la idea de armar una espacio cultural y ceremonial. Yo desarrollo la escultura y habíamos hecho es espacio con cuatro esculturas, pero hubo un incendio y se quemó no solo la casa sino las cuatro esculturas y entonces todo quedó ahí», señaló.
Consultado sobre la comunidad mapuche en Tierra del Fuego, aseguró que «acá hay muchos hermanos y hermanas mapuches esparcidos por Ushuaia, Río Grande y Tolhuin. Hay muchos, pero no hay una organización que los reúna». «Acá hay muchos mapuches, pero a veces parece que se tiene miedo a la discriminación, pero no hay que tener miedo», remarcó la madre de Gabriel.
Dicen que la iniciativa de construir la ruca apunta también a facilitar la reunión de la comunidad e incluso «a otras comunidades, porque acá hay distintos pueblos. Aymaras, quechuas, coyas; entonces la idea es abrir el espacio también a la gente de otros pueblos. Que pueda venir la gente que quiera conocer la cultura mapuche y el conocimiento ancestral, no solamente el conocimiento cultural y ceremonial, sino de energía, de vinculación y sanación», remarcó Colipi.
En ese sentido elevarán una solicitud a los concejales para que lo declare de interés «porque sería un paso más para avanzar hacia otras cosas». En el lugar, a pesar que la ruca está en construcción todavía, se desarrollan periódicamente actividades «para mantener el lugar». Ahora se espera que los concejales tomen el pedido para que la iniciativa se concrete, poder terminar el espacio y ponerlo a funcionar como lugar de encuentro, de difusión y realización de distinto tipo de actividades.
Gabriel Colipi, integrante de la comunidad Pillán Mahuiza, comentó que «la ruca mapuche es una iniciativa que surge hace unos nueve años atrás, cuando yo me instalé acá, con la idea de armar una espacio cultural y ceremonial. Yo desarrollo la escultura y habíamos hecho es espacio con cuatro esculturas, pero hubo un incendio y se quemó no solo la casa sino las cuatro esculturas y entonces todo quedó ahí».
Gabriel contó también que dentro de la comunidad Pillán Mahuiza se desempeña como «Huerquen, que es algo así como viajero o portavoz, y en las ceremonias desarrollo la tarea de sargento que es quien se encarga de ordenar el fuego en la parte ceremonial. El lugar donde estamos se recuperó en el año 1999, en Corcovados provincia de Chubut. Era una dependencia de la Comisaría en un espacio que fue usurpado por el estado argentino en el año´39, por la policía fronteriza creada exclusivamente para intervenir en esos espacios», relató.
Contando que en esa época se realizaron «diferentes desalojos, entre ellos el de Nahuel Pan a 20 kilómetros de Esquel, y de ahí en más empezaron a desalojar comunidades mapuches y gauchos en toda esa región. Hasta que en el año ´99 Moira Millán y otros hermanos mapuches de comunidades cercanas se acercan al espacio, un 24 de diciembre, y lo recuperan. Este año se cumplen 20 años, así que ese día vamos a estar ahí para recordarlo», dijo refiriéndose a la actividad que tienen programada.