En la plaza del Libertador se llevó a cabo el acto por el 241° aniversario del natalicio del general José de San Martín. El vicegobernador Juan Carlos Arcando presidió el homenaje al padre de la Patria, junto a los legisladores Liliana Martínez Allende y Oscar Rubinos (UCR – Cambiemos).
Ushuaia.- En diálogo con la prensa, el Vicegobernador dijo que “venimos a rendirle homenaje al padre de la Patria. Coincido totalmente con la apreciación que hizo el presidente de la Asociación Sanmartiniana, coronel Llorente, con esa manda que él tenía: Serás lo que debas ser o no serás nada”, destacó Arcando.
Recordó la humildad de San Martín, de quien dijo: “Nos enseñó a despojarnos de todos los honores y cuestiones materiales, eso es lo que uno debe aprender del padre de la Patria”, subrayó el titular del Parlamento.
Luego de entonar las estrofas del himno nacional y de una invocación religiosa, las autoridades presentes colocaron ofrendas florales al pie del monumento al General. A posterior de las palabras del presidente de la Asociación Sanmartiniana Guillermo Llorente, se entonó la marcha de San Lorenzo, acompañada con los acordes de la Banda de música de la Base Naval Ushuaia.
Del acto participaron también funcionarios provinciales, municipales y judiciales; integrantes de las fuerzas armadas y de seguridad; representantes consulares; combatientes de Malvinas e integrantes de la Asociación Sanmartiniana.
Reseña histórica
El 25 de febrero de 1778, nació en Yapeyú, actual provincia de Corrientes, José de San Martín. Su padre cumplía funciones como teniente gobernador al servicio de la corona española. En 1785, tras pasar seis años en Buenos Aires, la familia regresa a España donde José de San Martín inicia sus estudios militares, como cadete en el Regimiento de Infantería de Línea Nº 20 “Murcia”.
En la campaña de África tiene su bautismo de fuego donde demostró valor y aptitud para el mando en la batalla de Bailén, formado en los ideales liberales de su tiempo, al tener conocimiento de los movimientos independentistas hispanoamericanos. Decide volver a su tierra natal para ofrecer sus servicios en marzo de 1812, a bordo de la fragata George Canning.
San Martín arriba a Buenos Aires en compañía de Carlos María de Alvear, de Matías Zapiola y de Martiniano Chilavert. Ofrece sus servicios al Gobierno, el que lo incorpora al ejército de la revolución, donde le otorgan el grado de teniente coronel de caballería y le encomiendan la creación de un escuadrón de esa arma con las concepciones de la táctica moderna. Allí nació el Regimiento de Granaderos a Caballo, unidad que lo acompañó durante la gesta de la libertad de Chile y el Perú, que marcaron “de brillantes jalones la vida del futuro Padre de la Patria”.