La secretaria general del SOEM Sandra Esperón aseguró que no faltan fondos en el municipio, sino que no avanzan las paritarias por “una decisión política” vinculada con el “sometimiento” del intendente Vuoto a las definiciones de la gobernadora Bertone. Repasó la caída de poder adquisitivo de los trabajadores desde que asumió el actual jefe comunal y advirtió que “hoy estamos sometidos a lo que acuerde el gobierno de la provincia”. Pidió a Vuoto que defienda la autonomía “no desde el discurso sino desde los hechos”.
Río Grande.- “La independencia y la autarquía se tienen que demostrar en todo momento, y cuando uno defiende la autonomía, también debe hacerlo a la hora de hablar de los trabajadores de su propio organismo”, dijo ayer la secretaria general de SOEM Sandra Esperón por Radio Provincia, y cargó contra la “dependencia” del intendente Walter Vuoto de las decisiones que tome Rosana Bertone, en el nuevo marco de relaciones políticas.
Para la dirigente, el intendente Vuoto no da aumento, no por falta de fondos, sino por “una decisión política” que lo llevaría a quedar condicionado a lo que acuerde la provincia.
“Si como municipales tenemos que depender de lo que hace el gobierno de la provincia, la verdad estamos mal y, a la hora de defender las autonomías, las tenemos que defender en estos casos también. Nos sorprende la pasividad y la falta de consideración del Ejecutivo municipal”, cuestionó.
Sostuvo que no hubo ninguna convocatoria y que “el intendente no me atiende desde hace varios meses. Debe tener un enojo particular que desconozco, pero yo represento a un sector de los trabajadores, como él representa a un sector de la ciudad porque fue electo, y las cuestiones personales tienen que dejarse de lado a la hora de hablar de los temas que importan, que son las cuestiones que tienen que ver con los empleados”, expresó.
“Me da mucha pena que hoy estemos sometidos a lo que decida el gobierno para definir el destino de los trabajadores municipales”, enfatizó, pidiendo que el Ejecutivo municipal defienda la autonomía “no desde el discurso sino desde los hechos”.
Desde la semana pasada el sindicato realiza asambleas informativas, esperando definiciones, por lo que Esperón hizo responsable al intendente de los inconvenientes que se cause a la población en la atención al público: “El propósito es informar lo que viene sucediendo, junto con los secretarios generales, porque estamos la mayoría de los gremios en esto. Llegamos a mayo y es increíble que no haya respuesta. Se amparan ahora en el pacto fiscal y no sé para qué se firmó, porque fue todo un anuncio de mejora, que favorecía a las provincias”, dijo.
Retroceso salarial
La dirigente habló de un “retroceso” en materia salarial en los últimos dos años. “En 2016 tuvimos un 15 por ciento de recomposición por decreto, con una inflación del 45 por ciento a nivel nacional, con el argumento de la deuda que había dejado el intendente anterior. En 2016 la pérdida fue para todos los trabajadores, de todos los sectores, y la carta de presentación de Vuoto en la Municipalidad fue un decreto, sin consenso con los gremios. En 2017 el problema eran los atrasos en coparticipación, los definitivos, la mala relación con el gobierno de la provincia y el impuesto inmobiliario. Nos dijeron que se solucionaron los atrasos de coparticipación y que fue mejorando la relación con el gobierno, pero aparece otro inconveniente. Si se llevan mal, nosotros somos el costo, y si se llevan bien, también. El año pasado la recomposición fue del 18 por ciento, con una inflación de casi el 30 por ciento y nos quedó un 10 por ciento pendiente. Venimos perdiendo salario desde hace dos años de manera increíble y siempre tenemos un problema en la Municipalidad de Ushuaia para hablar de recomposición”, aseguró.
“Ahora en 2018 el problema es la tarifaria a nivel nacional y, a la hora de hablar de recomposición, siempre hay un inconveniente nuevo. Este año ya quedó en el olvido la meta del 15 por ciento y es más que evidente en estos dos años los trabajadores han sido pacientes para entender algunas situaciones. Por tercer año, no estamos dispuestos a volver con una situación nueva en la que somos socios de las pérdidas”, sentenció.
Esperón observó que llegaron a estar “igual o un poco más arriba que Río Grande” en niveles salariales, y reiteró que hubo “un retroceso notable en los últimos años. Nos sorprende que el Ejecutivo no haya tenido ningún llamado a los sindicatos y creo que esta es una decisión política más que económica. Esto lo hemos escuchado de algún funcionario que se ha reunido con nosotros: que esto no es una situación económica sino política, de acompañamiento al gobierno provincial y del gobierno provincial al gobierno nacional”, reveló.
“Nunca pasamos esta situación. Generalmente los intendentes anteriores, ante la realidad y, comprendiendo la situación porque estamos en mayo, tenían otro tipo de actitud. No la estamos teniendo con este intendente y es lo que más molesta a la gente. Evidentemente hoy estamos sometidos a lo que acuerde el gobierno de la provincia y era el fantasma que dijimos que íbamos a resistir. Toda la vida peleamos por la autarquía de los municipios, pero parece que la política se olvida de esto tan importante”, fustigó.
Partidismo y pasantías
Por otra parte, dio detalles de lo que ocurre en el área de Servicios Públicos, que “no tiene camiones, ni maquinarias, ni herramientas, y están prácticamente parados por la falta de atención del Ejecutivo a este sector. El Ejecutivo está dejando que Obras Sanitarias avance en tareas que le corresponden al sector de cloaquistas, al no comprarles equipamiento ni poder salir a atender situaciones. El sector se ha visto avasallado con la creación de unidades de personal que no es municipal, sino que son contratados o pasantes, con los cuales el Ejecutivo maneja algunas situaciones que no maneja con el personal de planta. Los compañeros pasantes ganan 15 mil pesos desde hace dos años, porque no se ha recompuesto su salario, y la verdad no corresponde esta situación con la inflación que tenemos”, dijo.
También denunció una actitud “propagandística” de parte de algunos funcionarios y directores de área, a quienes se los ve “con camperas del municipio en algunas obras que ni siquiera son municipales. La política partidaria tiene que ser fuera del ámbito del municipio, y mucho menos utilizando las herramientas del municipio para hacer algún tipo de campaña partidaria. Esto se maneja como si fuera el boliche personal de cada funcionario”, concluyó.