La secretaria de la Producción de la Municipalidad de Río Grande, Sonia Castiglione, dio a conocer el trabajo que se viene realizando con distintos emprendimientos de la ciudad vinculados con alimentos, por un lado la carne porcina y por otro la producción de verduras, en particular de lechuga. Ya hay varios productores que lograron colocarla en las góndolas de uno de los principales supermercados, luego de un riguroso proceso de evaluación, y se apunta a continuar capacitando para formalizar la actividad y diversificarla. Con 60 productores hortícolas actualmente, se prevé cerrar la temporada con una producción de 45 toneladas, récord en la ciudad.
Río Grande.- La secretaria de la Producción del Municipio local, Sonia Castiglione, dialogó con Radio Universidad 93.5 sobre el trabajo que se viene realizando desde el área a su cargo, en el camino emprendido hacia el autoabastecimiento de alimentos en la provincia.
En principio comentó el proyecto lanzado a fines del año pasado vinculado con faena y producción porcina, que derivó en la habilitación de una sala especial en el matadero municipal. “Esto nace porque había dos productores grandes que tenían sus emprendimientos desarrollados. Además veníamos trabajando en proyectos para pequeños productores porcinos, porque hay más de 20 productores en la margen sur con al menos tres madres. Esto habla de un potencial desarrollo y hay que hacerlo de forma ordenada, sanitariamente apta, con todas las condiciones que necesita la actividad”, dijo.
“Era importante poner una sala de faena, porque es el punto de partida para los que no tenían posibilidad de contar con un lugar donde faenar. Hasta el momento se hacía en La Misión Salesiana pero tiene un lugar limitado. Se invirtieron seis millones de pesos de fondos municipales para esta sala de faena, con una capacidad muy amplia, y se está desarrollando este programa de carne porcina, con acompañamiento a los productores. Hemos visitado más de 20 chacras, haciendo recomendaciones a los productores y viendo sus necesidades. El programa prevé el acompañamiento para ayudarlos a acondicionar los lugares y capacitarlos en las mejores prácticas. No es simplemente habilitar la sala de faena y nada más”, aclaró.
Actualmente el productor Pedro López tiene alrededor de 200 madres en Río Grande, le sigue Daniel Parún con alrededor de 100 madres en la zona centro de la isla, y son los más importantes. A esto se sumaría el potencial en la zona de margen sur con una veintena de pequeños productores. “Dentro de estos pequeños productores hay quienes tienen 10 madres, 20 madres. Son pequeños pero tienen una producción bastante consolidada”, destacó Castiglione.
“El objetivo del programa es llevarlos a un estándar sanitario y prácticas de cría aptas, porque el sector está todavía muy desordenado, entre productores habilitados y los que no lo están. Esta primera etapa es para ordenar, capacitar y aportar herramientas financieras. Queda mucho trabajo por hacer en cuanto al proceso productivo en sí mismo. Uno de los productores ya tiene sus productos en góndolas, pero todavía se encuentra carne de cerdo importada. La idea es brindar las condiciones para que la gente pueda consumir carne fresca local y llegar a que en algún momento los supermercados dejen de comprar carne de Dinamarca, por ejemplo”, dijo.
Producción de verduras y hortalizas
Por otra parte, dio detalles del avance del programa de huertas urbanas, donde “hay una gran potencialidad para el desarrollo de la producción de alimentos en general. Río Grande tiene espacio para invernaderos y para la producción en las chacras. Tenemos 60 productores y para esta temporada, que es la tercera del programa, estamos esperando una producción de algo más de 45 toneladas de lechuga. Es una muy buena producción y ha crecido de manera exponencial la cantidad de productores dedicados a este programa”, celebró.
“Es una forma de tener un flujo de caja continuo y estable durante la temporada, que va desde fines de septiembre hasta abril. Esto les permite reinvertir en sus invernaderos y, con el acompañamiento del equipo técnico del programa, pensar en diversificar. La temporada que viene seguramente vamos a estar proponiendo el cultivo de aromáticas, pensando en el agregado de valor, el secado y envasado, que es tan importante en una cadena productiva”, adelantó.
“También en el matadero estamos pensando en otros procesos para la carne, como el enfriado y el trozado, porque el agregado de valor es fundamental”, subrayó.
Haciendo una estimación de lo que implica una producción de 45 toneladas de lechuga, a razón de 50 pesos el kilo, son más de dos millones de pesos que genera la comercialización de la producción de estas huertas. “Estamos hablando solamente de lechuga, así que hay que imaginar la potencialidad de avanzar en otro tipo de productos. Uno de los objetivos es también que el dinero de los riograndenses quede dentro del circuito comercial y no que se vaya al norte”, planteó.
Colocación en supermercados
Consultada acerca de cómo trabaja el municipio para insertar en los supermercados los productos locales, dijo que “la carne porcina todavía está muy lejos, porque se necesita escala, continuidad y todavía no podemos garantizar eso como programa. Quizás pueda hacerlo alguno de los productores más grandes. Respecto de la lechuga, los productores han hecho un esfuerzo enorme para poder inscribirse como proveedores de La Anónima, pasaron un riguroso proceso de auditoría y supervisión del producto, y la verdad esta lechuga tiene una calidad espectacular. Puede estar cuatro días en la heladera y permanece igual, con el sabor de lo fresco. Se suponía que iban a proveer 300 kilos semanales y están proveyendo el doble ahora. La exigencia es muy buena y la agradecemos, porque eleva el horizonte y nos da estándares de calidad”, manifestó.
Mercado comunitario
Sobre las posibilidades de pensar en un mercado comunitario para que los productores puedan vender en forma directa, todavía no están dadas las condiciones pero no es un objetivo lejano. “Esto está contemplado y es la frutilla del postre del programa de huertas urbanas. Lo que pasa es que, para tener un mercado de esas características, se debe concentrar producción local de distintos sectores, como puede ser el porcino, la pesca artesanal, el sector horticultor, y debe haber un desarrollo previo de los productores. No se puede salir al mercado un día sí y un día no, sino que debe haber una continuidad, y primero hacer que el productor crezca y esté fuerte para poder atender esa demanda”, explicó.
“Todavía hay grandes diferencias en la infraestructura de cada productor, hay que acompañar al productor a que tenga un estándar de calidad y cantidad, porque hay que proveer a la ciudad de productos frescos de forma regular. De igual modo hay espacios disponibles que pueden utilizar los productores, como el Paseo de los Artesanos los días sábado, o las distintas ferias. El sector de pesca artesanal se está trabajando a través del Clúster de Pesca, que el Municipio integra como un miembro más. Hace unos seis años empezó este proyecto pero no hay todavía un desarrollo de los productores ni siquiera del clúster, al menos en zona norte”, señaló.
Finalmente la funcionaria dio a conocer la entrega de subsidios que viene realizando el Municipio para colaborar con los emprendimientos y adelantó que “este año vamos a comenzar un programa de formalización y acompañamiento a la formalización de muchos emprendimientos que han ido creciendo y tienen perfiles de muy micro, pero tienen la intención de entrar en el circuito formal de la ciudad”.