El billete, que venía de cerrar a $41,50 para la venta mayorista,y había comenzado la rueda avanzando hasta los $41,75, la clausuró a $41,20, es decir, con una caída de 30 centavos (o 0,72%). Así pudo cerrar ofrecido a un promedio de $42,30 al público (22 centavos por debajo del cierre previo), tras haberle llegado a tocar $42,75 al inicio del día.
Buenos Aires (La Nación).- El dólar perdió en la última parte de la rueda el impulso alcista con que venía en los últimos días, en una jornada plena de rumores sobre intervenciones «paraoficiales» sobre el mercado y en la que el Banco Central (BCRA) llegó a validar tasas del 63,80% anual en las subastas de deuda que hace para regular la oferta de pesos.
El billete, que venía de cerrar a $41,50 para la venta mayorista,y había comenzado la rueda avanzando hasta los $41,75, la clausuró a $41,20, es decir, con una caída de 30 centavos (o 0,72%). Así pudo cerrar ofrecido a un promedio de $42,30 al público (22 centavos por debajo del cierre previo), tras haberle llegado a tocar $42,75 al inicio del día.
El quiebre de tendencia en el mercado se produjo minutos antes de las 14 horas, cuando una operación importante de venta -para el volumen que se venía operando – y que algunos adjudicaron a la ANSES, se cerró a $41,41.
De allí en más, la divisa comenzó a notarse más ofrecida que demandada, algo que (junto a la nueva suba de tasa) ayudó a asegurar su retroceso a los niveles de cierre antes mencionados.
Los operadores se dividieron entre quienes consideraron que el módico retroceso se logró por lo que se denomina «efecto codicia» (por las constantes subas, la tasa avanzó 2000 puntos en un mes) y los que creen que obedeció a la aparición de lo que denominaron intervenciones «paraoficiales».
«Por el desarrollo de las operaciones durante el día, mi sensación es que algunos bancos que realizan operaciones de trading vieron la oportunidad de tomar ganancias con sus posiciones de contado y futuro y pasarse a tasa», comentó el operador Fernando Izzo, de ABC Cambios, partidario de los que podríamos llamar tesis Uno.
«Hubo una incursión en el mercado tempranera del Banco Nación y por la tarde una venta de la Anses que pareció convencer a algunos jugadores de iniciar el arbitraje. Todo vinculado además con los rumores sobre las gestiones que en Estados Unidos el ministro Dujovne estaba haciendo frente a la conducción del FMI», explicó un mesadinerista de un banco privado líder, poniendo voz a la tesis Dos.
La vista en la pantalla, el oído puesto allá
La atención del mercado está centrada en lo que pueda salir de las reuniones que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, mantiene en Estados Unidos con la cúpula del FMI en momentos en que se acerca el momento en que el BCRA debe definir las reglas cambiarias para el trimestre siguiente.
El acuerdo en vigencia con el organismo solo permite que las intervenciones cambiarias las realice el BCRA y cuando el dólar se salga de la zona de flotación que, para la jornada, iba de $38,94 a $50,39. Pero veda explícitamente esa actividad a los bancos estatales en nombre del Gobierno.
Además se comprometía a elaborar «un sistema para la conversión ordenada y transparente de los desembolsos vinculados con las necesidades de financiamiento presupuestario 2019», en la revisión que termina ahora y le abre las puertas al país para recibir un nuevo desembolso de US$10.800 millones a fin de mes. De allí la expectativa.
Las versiones que circulaban hoy indicaban que habría un anuncio oficial mañana, antes de la apertura del mercado, aprovechando que el Comité de Política Monetaria (Copom) del BCRA debe introducir adecuaciones al esquema cambiario (definir el ritmo de indexación de las bandas referenciales y el monto de sus posibles intervenciones).
En el mientras tanto, el BCRA intentó combatir el estrés que se regeneró en la plaza acelerando la absorción de pesos (puso a funcionar en el día dos veces su «aspiradora») y a pura suba de tasa. Hoy, por caso, retiró del mercado $85.339 millones por la mañana (pagando tasa promedio de 62,6%) y a eso sumó otros $115.700 millones por la tarde, aunque ya a un costo del 63,8% anual.
Su esfuerzo, en términos monetarios, fue neutro, ya que le vencían $200.500 millones en Letras de Liquidez (Leliq) y debió pagar unos $2200 millones en concepto de intereses (factura que ya ronda los $85.000 millones en total en lo que va del año). Pero vale recordar que lleva retirados por esta vía unos $175.400 millones en lo que va de marzo.