El papa Francisco designó como obispo de la diócesis de Santa Cruz y Tierra del Fuego, a Jorge Emilio García Cuerva, su tarea pastoral la realizó en las villas del Conurbano Bonaerense. La ceremonia de asunción se concretó el sábado en Río Gallegos, Santa Cruz, donde participó el presidente del Parlamento, vicegobernador Juan Carlos Arcando quien deseó “mucho éxito en su tarea pastoral”.
Río Gallegos.- Arcando dijo que “coincide” en el trabajo pastoral que anticipa García Cuerva que propone “estar en la calle y visitar a la gente que la está pasando mal” y tener presencia en toda la diócesis que significa la mayor de la República Argentina desde Los Antiguos en el norte de Santa Cruz, hasta la Antártida Argentina, en el sur de nuestra Provincia.
El nuevo Obispo busca “trabajar más cerca de la gente” dijo Juan Carlos Arcando, al tiempo que renovará el acercamiento a la juventud mientras efectuó un fuerte reconocimiento.
“Vamos a tener un excelente pastor en la Iglesia Católica” señaló el titular de la Cámara. “Santa Cruz y Tierra del Fuego necesitan un pastor con este perfil”, dijo.
Luego de la ceremonia, el Vicegobernador entregó al nuevo Obispo, “una carta del Consejo de Pastores” de Río Grande por la que se mostró “muy agradecido” y adelantó que se reunirá con ese cuerpo en breve.
Durante la visita, también tuvo contacto con el ex obispo, monseñor Miguel Ángel D’Annibale quien se trasladó a la Diócesis de San Martín (Buenos Aires). En el encuentro, el religioso lo invitó a recorrer su nuevo destino apostólico.
El 3 de enero pasado, el Papa designó obispo de Río Gallegos a monseñor García Cuerva, hasta entonces obispo auxiliar de Lomas de Zamora, en la provincia de Buenos Aires.
García Cuerva volvió a su ciudad natal, dado que nació en Río Gallegos en 1968. Allí pasó parte de su primera infancia hasta que su familia viajó a Buenos Aires, donde luego de estudiar Derecho, se inclinó para el sacerdocio, ordenándose en 1997 en la diócesis de San Isidro.
De fuerte compromiso social, acompañó la vida como viene en los barrios más humildes del conurbano bonaerense, además de formar parte del grupo de sacerdotes de la pastoral de las villas de emergencias. Trabajó en la problemática de las drogas y fue responsable de la Pastoral Carcelaria.