Con capacidad para cubrir toda la demanda de Tierra del Fuego y con posibilidades de duplicar la producción pensando en futuras exportación, la empresa familiar fueguina “El Dorado SRL” continúa apostando a la innovación tecnológica con la mirada puesta en el aprovechamiento de todos los recursos naturales que brinda nuestra provincia.
Río Grande.- Los socios y apoderados del emprendimiento familiar “El Dorado SRL”, Juan Carlos Duarte y su cuñado Roberto Daniels, visitaron los estudios de Radio Universidad 93.5 para dialogar sobre los avances tecnológicos que vienen implementando la empresa fueguina que será, a partir del año 2020, la primera en fabricar ladrillos tecnificados en Tierra del Fuego.
En diálogo con ‘Dos Preguntan’, Roberto Daniels brindó detalles de la reconversión de la fuente de energía que se encuentran llevando a cabo y recordó que “originalmente lo habíamos planteado como un ladrillo para cocinarlo con gas que es un recurso que está muy disponible en la isla, pero fuimos encontrando en distintas áreas publicas la posibilidad de reemplazar el uso de gas con algún combustible que se genere a través de residuos”.
En este sentido, explicó que “la industria electrónica genera muchos residuos de biomasa: pallets y cajones de madera que estaba siendo enviado al relleno sanitario, por lo cual realizamos una serie de estudios económicos y técnicos y todo esto culminó en un estudio de impacto ambiental. También existe la posibilidad de utilizar madera de descarte de los aserraderos, pero para la ciudad de Río Grande es más conveniente usar residuos de las fábricas porque de otra manera deberían triturarlos y enviarlos al relleno y nosotros podríamos absorber una parte de esos residuos para poder darle valor con una eficiencia energética que es formidable porque la mayoría de los sistemas para reaprovechar biomasa tiene tasas de aprovechamiento muy bajas y en este caso reemplazas ‘pelo a pelo’ la caloría de residuos por la caloría de gas nuevo. Desde ese punto de vista nos cerró porque nos pareció muy lógico y razonable y básicamente el proyecto contempla transformar estos residuos y aprovecharlos para la fabricación de ladrillos”.
Según explicó Daniels, “el ladrillo tiene un valor muy bajo por kilogramo y la logística es por kilogramo, traigas lo que traigas. Los ladrillos en Tierra del Fuego se consiguen a un costo muy elevado. Y durante el transporte del ladrillo, se produce una pérdida grande porque muchos se rompen en el camino y fabricándolos en Tierra del Fuego, esta cuestión se solucionaría. Estamos convencidos que este es uno de los caminos que tenemos que tomar para generar valor agregado local porque vamos a transformar todos materiales locales. Queremos generar un producto competitivo con los sistemas que hoy se usan, pero con muchas ventajas, y que además deje toda la ganancia en Tierra del Fuego y que no se vaya en placas y perfiles al continente”.
En diálogo con Radio Universidad 93.5, agregó que las máquinas de la línea de producción son brasileras “al igual que el horno, pero como nota de color, el diseño del concepto del horno que nosotros vamos a utilizar fue inventado por un argentino quien no encontró un fabricante en Argentina y en Brasil si consiguió fabricantes de equipos que están dispuestos a hacerlo, pero en el fondo uno está orgulloso por saber que es un producto inventado por un argentino”.
Por su parte, Juan Carlos Duarte indicó que el horno “estaría ensamblándose por octubre, si va todo va bien. Necesitamos construir unas 150 mil piezas que son especiales y estimamos que para principios de 2020 tendremos novedades con el horno funcionando. Las dimensiones de ladrillo son variadas. Nosotros estamos usando las medidas de ladrillo más grande que es de 19x19x33. De este tipo de ladrillo se pueden quemar 15 mil por ciclo y es posible hacer tres ciclos semanales así que imaginemos que un camión puede transportar unos 4500, por lo cual, tranquilamente por cada horneada salen tres semis llenos de ladrillo. Es un número que creemos que para Tierra del Fuego alcanza a cubrir con creces la producción y la futura demanda. Es una planta que no está pensada para hoy sino para perdurar en el tiempo”.
En Tierra del Fuego, según agregó Juan Carlos, “tenemos arcilla de variedad, calidad y cantidad. Tenemos un suelo muy arcilloso. Toda la provincia está cubierta de arcilla. El recurso es ilimitado. Cuando hicimos el layout (diseño) ya contemplamos la posibilidad de duplicar la capacidad instalada que sobraría para abastecer a Tierra del Fuego y generar excedente para exportar. La exportación a China es dificultosa por el costo de la logística, pero siempre se puede pensar exportar a la Tierra del Fuego chilena, al sur de Santa Cruz, donde hay fábricas de ladrillos, pero uno podía llegar a considerar alguna posibilidad logística. Para nosotros fue un aprendizaje muy importante porque la realidad es una industria que no manejábamos y de la que aprendimos un montón. Hoy en día con las tecnologías es muy fácil aprender”.
En este sentido, reveló que su sueño es que “nos permita aprender a manejar los materiales de la arcilla para en un futuro no muy lejano hacer un producto de mayor valor agregado y otros productos que se hagan a base de materiales y tecnologías muy parecidas, para que no sea tan difícil y tal vez esos productos si se pueden exportar y venderle a China, por ejemplo, 20 contenderos aisladores para instalaciones eléctricas porque tenemos la materia prima; nos enorgullece mucho poder formar parte de esta generación que está buscándole la vuelta a Tierra del Fuego a través de regímenes que no sean necesariamente la industria electrónica. Hay muchos proyectos trabajando que van por este sentido y que de alguna manera nos independiza y nos da a los fueguinos, más cintura para resistir los golpes que recibimos del resto del país y del mundo. Los recursos son muchos y lo que hay mucho y bueno es el recurso humano que sabe mucho y hoy por ahí no está pudiendo ser aprovechado”.
Proyecto en la Facultad Regional Tierra del Fuego
Juan Carlos comentó que se encuentran trabajando junto a la Facultad Regional Tierra del Fuego en un proyecto denominado “Ladrillos en Hormigón. Hace poco certificamos en calidad y dentro de esta certificación queremos generar nuevos sistemas que en el país no se utilizan y una uno de esos sistemas se llama asentamiento para ver qué tan espeso es el hormigón que se entrega porque eso depende la calidad del producto final. Hoy los sistemas que se utilizan en todo el país son sistemas viejos. Queremos que la persona que compra sepa el producto que tiene”.
Finalmente, expresó que se encuentran trabajando en un “sistema donde la medición se hace automáticamente y luego se pueda transmitir para que el cliente conozca qué día salió su vehículo, en qué condiciones, y en cuánto tiempo se descargo porque es importante. Todo ese monitoreo que se usa en todos lados menos en nuestro país”.