Datos de ADEFA revelaron que en el primer trimestre las terminales fabricaron 33.900 unidades menos. También volvieron a caer las exportaciones. Los datos que arroja mes a mes la industria automotriz no dejan de generar preocupación, dado que las últimas cifras, publicadas por ADEFA, confirman que la recuperación del sector todavía está lejos.
Buenos Aires.- En marzo, la producción se derrumbó un 41% frente al mismo mes de 2018: apenas se fabricaron 29.200 unidades, muy por debajo de las más de 49.600 alcanzadas un año atrás.
Esto se debió no solo al desplome de la demanda interna. También las exportaciones están viéndose afectadas, de la mano de un mercado brasileño que no está traccionando con la fuerza que se esperaba: las ventas al exterior sumaron algo más de 21.000 vehículos, lo que representó una fuerte caída interanual del 24%.
Así las cosas, según los datos de ADEFA, en el acumulado del primer trimestre, el sector produjo unas 76.700 unidades, incluyendo autos y utilitarios. Esta cifra representó una preocupante caída de casi 31% respecto de las 110.600 unidades logradas entre enero y marzo de 2018.
Un dato más que sirve para ponerlo en perspectiva: en total fueron unos 33.900 autos menos los que salieron de las terminales, lo que arroja unos 376 0Km menos por día en relación con los niveles del primer trimestre del año pasado.
Un mercado interno sin reacción
La grave crisis industrial se explica, en buena medida, por la mala performance de los patentamientos, que en marzo cayeron un 54,5%, lo que se traduce en el peor primer trimestre desde 2006, según un informe de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA).
Estas cifras resultan alarmantes ya que no hay indicios de recuperación, al punto que los números de marzo fueron peores que los de febrero, algo que no sucedía desde hace 17 años.
El informe advirtió que de esta forma se acentúa la tendencia descendente iniciada en la segunda mitad de 2018 y que ahora preocupa de sobremanera a un sector dimensionado a un millón de unidades.
Dante Álvarez, presidente de ACARA, afirmó que «son meses con números extremadamente preocupantes. Para encontrar un primer trimestre como este, donde los patentamientos no superan las 140.000 unidades, debemos remitirnos al 2006, año que finalizó con 450.000 patentamientos», comentó.
Según la entidad, por el aumento del dólar y de las tasas de interés, la cuota promedio de los planes de financiamiento aumentó alrededor de 100% en el último año, limitando uno de los mecanismos tradicionales de comercialización del sector.
Otro factor que limita la venta es el fuerte encarecimiento de los gastos vinculados al mantenimiento y uso de los automóviles (combustibles, peajes, patentes, cocheras, repuestos, etc.)
Todo esto, lógicamente, está pegando en el volumen de vehículos que las terminales despachan a su red de concesionarios: según ADEFA, en marzo el sector comercializó a su red unas 33.700 unidades, exhibiendo un derrumbe de más del 57% en comparación con el mismo mes de 2018. Se trata además de una tasa de caída similar a la que muestra el acumulado al primer trimestre del año.
Temor por despidos
En este contexto, el titular del gremio metalmecánico (Smata), Ricardo Pignanelli, pronosticó un panorama sombrío en la industria automotriz al señalar que podría haber 15.000 despidos si se profundiza la crisis en la actividad.
«La industria automotriz perdió 7.500 empleos, y hay casi 7.000 suspensiones. Si la crisis sigue avanzando vamos a tener 15.000 personas menos en la actividad», dijo el sindicalista.
Pignanelli sostuvo que «la economía está atrasada» y se mostró pesimista frente a un eventual cambio de rumbo por parte del gobierno de Mauricio Macri: «No vemos de parte del Estado que se quiera cambiar el modelo», aseguró.
En ese sentido, el titular de Smata afirmó que desde hace un año «hay sobrestock, caída de la actividad». «Hasta Volkswagen está licenciado gente porque bajaron las ventas. Muy pocos vehículos se están moviendo», explicó.
En este contexto, un informe de la consultora Radar viene alertando que no hay perspectivas de que este año cierre con una mejora: «Con un panorama negro para 2019, el balance durante la actual gestión cerrará en rojo, consolidando así cuatro años negativos y poniendo en crisis la continuidad de gran parte del sector».
Las proyecciones de producción están siendo mes a mes, recortadas a la baja, según la consultora, desde donde estiman que 2019 culminará con una contracción del orden del 15%, «debido a la continuidad de la caída de la demanda interna que no podrá ser compensada por un aumento de las exportaciones, dada la debilidad de la economía brasileña, principal destino de ventas».