Macri se reunió con los gobernadores de la UCR y analizaron medidas para paliar la crisis

El gesto suena menor ante la magnitud de la crisis, pero Mauricio Macri volvió a tener una foto oficial con los gobernadores radicales después de más de tres meses: el último encuentro había sido en los primeros días de enero, durante las vacaciones del Presidente en Villa La Angostura.

Buenos Aires.- Esta vez no fue a orillas del lago, y la discusión electoral, a diferencia de la charla de verano, volvió a quedar relegada para más adelante por las urgencias de la crisis de la economía.

Pasadas las 3 de la tarde, Macri recibió en uno de sus despachos presidenciales a los gobernadores Gerardo Morales, Alfredo Cornejo y Gustavo Valdés, de la UCR, y a Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, con quienes analizó la evolución de las medidas implementadas la semana pasada para incentivar el consumo.

«Fue muy constructiva, tenemos expectativa en la evolución de las medidas», aseguró Rodríguez Larreta en conferencia de prensa junto a Morales. Incluso ambos aseguraron que el Gobierno trabaja en la implementación de un nuevo paquete de medidas que verá la luz en las próximas semanas, destinadas, en los hechos, a generar alivio social en medio de la campaña electoral.

«Se van a dar a conocer en breve, van en línea con lo que ya se anunció», explicó a este medio un funcionario del entorno presidencial. «Ahora 12» sería una de ellas. El jefe de Estado, que en el encuentro de hace dos semanas no se acercó a saludar a los gobernadores radicales, estuvo acompañado por el jefe de ministros, Marcos Peña, y el ministro Rogelio Frigerio.

En línea con el discurso público de las últimas semanas, Morales fue mucho más crudo en el análisis de la situación social y económica que Rodríguez Larreta. «Estamos atravesando los peores momentos, es como la inundación que deja todo destruido y hay que reponer todo. Atravesamos serios problemas, la clase media que se ha hecho pobre…», dijo el gobernador jujueño. Y ante la pregunta sobre un eventual crecimiento de la economía más adelante, se desentendió: «Tiene que recuperarse en el segundo semestre, pero no sé decirte eso, hay que preguntarle al ministro de Economía».

«El Gobierno viene trabajando en pasar el cimbronazo financiero, en estabilizar la economía. Estas son medidas paliativas que acompañan un plan de gobierno», agregó el jefe porteño.

El Gobierno y la UCR volverán a encontrarse, según pronosticaron, en «no más de 15 días».

El encuentro entre los dos partidos de la coalición de gobierno se da, más allá de la dura crisis del programa económico, en medio de tensiones internas por la estrategia electoral. Por caso, un rato antes del cónclave, Peña –que esta mañana reconoció en declaraciones radiales que controlar la inflación «va a llevar un poco más de tiempo»– recibió junto a Fernando de Andreis en su oficina a Federico Storani, uno de los radicales más críticos de la gestión de gobierno junto a Ricardo Alfonsín, que está citado para este miércoles, en Olivos.

«Vino con reclamos, pero muy cordial», remarcaron desde Jefatura de Gabinete. La charla duró más de una hora. Según supo este medio, Peña volvió a ratificar la estrategia oficial: polarizar con el kirchnerismo.

Tanto los gobernadores radicales como Vidal y Rodríguez Larreta habían insistido en las últimas semanas por la implementación de las medidas destinadas a paliar la espiral inflacionaria.

La crisis, atravesada por la popularidad creciente de Cristina Kirchner que muestran los sondeos, preocupa por igual a todos los integrantes de Cambiemos. Pero los los trascendidos públicos dejaron marcado un quiebre en la coalición entre el jefe de Estado y la Jefatura de Gabinete, por un lado, y los gobernadores de la UCR -en vísperas de la convención partidaria de fines de mayo-, la gobernadora bonaerense y el jefe porteño, por el otro. Más allá de los esfuerzos por mostrar unidad.

Incluso en la ciudad de Buenos Aires, el distrito -en los papeles- menos comprometido en términos electorales, los funcionarios más encumbrados empiezan a ver un crecimiento en el descontento social.

En la provincia de Buenos Aires, la situación electoral es la más preocupante de todos los distritos gobernados por el oficialismo. La imagen de la ex presidenta está a la alza. La de Macri, a la baja.

Que Vidal pierda la provincia de Buenos Aires es una posibilidad cada vez más concreta. En las últimas reuniones de vecinos que encabezó en distritos propios como Morón, Vicente López, Tres de Febrero o Lanús, la gobernadora tomó nota del descontento con el programa económico del Gobierno nacional.

La mandataria llegó a la reunión de Casa Rosada apurada: venía de dar un discurso de una hora ante el círculo rojo, en el almuerzo del CICYP en el Hotel Alvear, en donde volvió a insistir en que buscará la reelección bonaerense y que el candidato a presidente de Cambiemos es Macri.

Los empresarios le hicieron tres preguntas: en dos de ellas quisieron saber, expectantes y sombríos por los problemas del programa económico, si se postularía o no a la Presidencia.

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