Se recordó ayer en Viedma el 37 aniversario del hundimiento del Crucero “General Belgrano” de la Armada Argentina en el marco de lo que fue la guerra por la recuperación de las Islas Malvinas con el imperio británico. Lo destacable fue que un grupo de 25 nadadores de Mar del Plata hicieron un tramo de tres kilómetros del río Negro, desde la bajada de lanchas en la Costanera Norte hasta la Escuela Provincial Náutica, con el objetivo de mantener viva la llama por Malvinas y homenajear a los caídos. Esta actividad, a la que denominan “Nadar para no olvidar”, ya la realizaron cruzando el estrecho San Carlos en las islas y en Tierra del Fuego, en Río Grande y Ushuaia.
Viedma.- (APP) –Por Claudio García- Se debe destacar la iniciativa de los Veteranos de Guerra de Malvinas de realizar esta actividad, pero hay que marcar que hubo poca difusión desde la provincia que se tradujo en la casi nula presencia de vecinos y de delegaciones escolares o de distintas instituciones de Viedma y Patagones, y poco acompañamiento de las principales autoridades institucionales provinciales y de la ciudad, a pesar de la significación del hecho y que se trataba de homenajear a los 323 argentinos que murieron por la patria con el hundimiento del ARA General Belgrano.
Hay que recordar que el 2 de mayo de 1982, a las 16,01, el ARA General Belgrano fue atacado por el submarino nuclear HMS Conqueror perteneciente a la Armada Británica. Una hora más tarde la nave e hundía en el mar austral. De los 1.093 tripulantes resultaron muertos 323 soldados, de los cuales 200 tenían entre 18 y 20 años, sobreviviendo 770. Fue un “crimen de guerra” porque el ataque del imperio usurpador de nuestras islas se produjo fuera de la zona de exclusión determinada unilateralmente por Gran Bretaña alrededor de Malvinas. Como señaló además el director de Veteranos de Guerra, Rubén Pablos, el hundimiento del Belgrano “fue un punto de inflexión” en el marco de la guerra de 1982, “Belaundy Terry, presidente del Perú en ese entonces, elaboró una propuesta tripartita para resolver el conflicto, Argentina y el resto del mundo aceptaron, Margaret Tatcher no respondió, lo hizo el 2 de mayo hundiendo el crucero General Belgrano donde murieron 323 argentinos, ahí se terminó cualquier resolución pacífica del conflicto. Fue un punto de inflexión que demostró que el imperio británico tenía un interés profundo de hacerse poderoso en las islas por lo que significan, que no son sólo las dos islas, sino todo lo que hay alrededor, el mar circundante, los recursos naturales, la proyección a la Antártida, el control del único paso natural que hay en el mundo entre el Atlántico y el Pacífico”, enfatizó.
Luego que el grupo nadó en el río Negro, tres kilómetros que implicaron un gran esfuerzo, se realizó el acto donde dos de los nadadores, Bernardo Nouchoy Andrés Rosso, prácticamente no pudieron usar de la palabra por la emoción. Bernardo destacó que “cada brazada fue por los héroes, por los que quedaron allá y por los que están acá”.
Posteriormente, se dirigió a los presentes, en nombre de los excombatientes presentes, veteranos de Viedma y de distintos puntos de la provincia, Rubén Pablos, quien señaló que “cuando me enteré del grupo ‘Nadar para no olvidar’ la verdad que me emocionó, es un grupo familiar, que viene con los chicos, que se trasladan a distintos puntos del país, se costean ellos todo para homenajear a los soldados argentinos muertos por el imperio inglés en Malvinas, empezaron hace tres años cruzando el Estrecho San Carlos uniendo las islas, después lo hicieron en Tierra del Fuego, en Río Grande y Ushuaia, y hoy nos tocó la suerte que estén acá”.
Dijo que “una de las funciones nuestras, que tenemos hace 37 años, es precisamente trabajar para no olvidar, para poner bien alto el nombre de los que dieron la vida por la patria, para que se entienda que Malvinas no es solamente la guerra de 1982, Malvinas tiene 500 años de historia, está arraigada en el pueblo; nosotros sufrimos mucho la posguerra, los primeros doce años por el maldito proceso de desmalvinización que nos confundió a los argentinos, nos quisieron poner en la misma bolsa que la nefasta dictadura que tuvimos que atravesar”.
“Logramos separarnos de esa historia y un reflejo es esto, que la comunidad y el deporte, trabajen y se unan para perdurar esto”, agregó.
Se refirió al aniversario del hundimiento por parte del imperio británico del ARA General Belgrano, señalando que “en aquel momento del 2 de abril al 1 de mayo de 1982 se estaban llevando adelante infinidad de negociaciones en el mundo para que el conflicto se resuelva de manera pacífica, Argentina también la idea original con la recuperación de las Malvinas era que no se derramara sangre inglesa para poder negociar pacíficamente con los ingleses y que nos devuelvan las Malvinas; Belaundy Terry, presidente del Perú en ese entonces, elaboró una propuesta tripartita para resolver el conflicto, Argentina y el resto del mundo aceptaron, Margaret Tatcher no respondió, lo hizo el 2 de mayo hundiendo el crucero General Belgrano donde murieron 323 argentinos, ahí se terminó cualquier resolución pacífica del conflicto”.
“Fue un punto de inflexión que demostró que el imperio británico tenía un interés profundo de hacerse poderoso en las islas por lo que significan, que no son sólo las dos islas, sino todo lo que hay alrededor, el mar circundante, los recursos naturales, la proyección a la Antártida, el control del único paso natural que hay en el mundo entre el Atlántico y el Pacífico”, enfatizó.
Indicó que “en la mayoría de los casos cuando uno pregunta por Malvinas, por la guerra, queda que fue la locura de un borracho y para que los militares se perpetuaran en el poder, y las discusiones siempre terminan entre nosotros, entre los militares y nosotros, y queda afuera de la discusión el inglés, el verdadero enemigo de la patria, el mismo enemigo de 1806, en los albores de la patria, y el enemigo de 1982; no levantamos la bandera de la guerra, porque sufrimos todos, pero sí decimos que levantamos la bandera de Malvinas y estamos orgullosos, porque fuimos a defender a la patria, fuimos con el uniforme de San Martín a defender la celeste y blanca”.
“Eso es lo que todavía falta en la conciencia de la comunidad, hacer entender esto, que son 500 años de historia, no es solamente 1982, por eso debemos destacar al Ministerio de Educación de la provincia porque estamos trabajando en la currícula educativa y poder meter Malvinas en las escuelas y podamos realmente contar la historia cómo es, no sólo Malvinas dentro de la dictadura y como derechos humanos, acá hay hombres, héroes, orgullosos de ir a defender a la patria, no son víctimas de la dictadura, eso es parte de nuestro trabajo y que a 37 años debemos insistir”, expresó.
Se debe recordar que el hundimiento del General Belgrano es el único caso en la historia en que un submarino nuclear destruye una embarcación de guerra. Fue también un “crimen de guerra”, porque el crucero estaba fuera de las doscientas millas de la zona de exclusión impuesta por Gran Bretaña y además se dirigía al puerto. Por otra parte, no se dio aviso previo al lanzamiento de los torpedos, ni ultimátum, no se consideró que el buque no entrañaba peligro militar, el Submarino HMS “Conqueror” abandonó la zona sin intentar el rescate de los náufragos, ni avisar a los buques argentinos que podían asistirlos, ni a organismos humanitarios como la Cruz Roja Internacional. Solamente se alejó de la zona a toda máquina.
Los propios británicos aceptan que la decisión del hundimiento estuvo más ligada a una cuestión política que a una necesidad militar: la primer ministro británica necesitaba obstaculizar las negociaciones de paz, ya que la Junta Militar, habría estado deliberando seriamente la aceptación de la propuesta del Presidente Belaunde Terry, mas aun, según fuentes bien informadas, el gobierno inglés al enterarse de la aceptación de la paz por parte de la Junta Militar, habría decidido su hundimiento con la finalidad de prolongar la guerra. Sobre la necesidad política de Margaret Thatcher, se sumaba que la marina británica necesitaba además la guerra para revertir definitivamente el plan de achicamiento de su flota que estaba previsto antes del 2 de abril. (APP).