Cerraron los comicios en la provincia de Córdoba, el tercer distrito electoral más importante del país detrás de CABA y Buenos Aires. El peronista Juan Schiaretti, actual gobernador, se encaminaba al cierre de esta edición a lograr la reelección por un amplio margen, un resultado electoral que podría tener un impacto en los posicionamientos políticos a nivel nacional. La expectativa pasa por la diferencia que el dirigente peronista le saque a los radicales Negri y Mestre. También, en lo que suceda en la capital provincial.
Córdoba.- El Gobierno nacional aguardaba anoche los resultados de los comicios luego de la ruptura de Cambiemos a nivel local y la decisión de Mario Negri y Ramón Mestre de competir por separado.
Hasta el cierre de esta edición, con el 23,88% de mesas procesadas, Schiaretti se imponía ampliamente con el 58% a Mario Negri, que cosechaba apenas el 16.79% y a Ramón Mestre, que obtenía un 11,9%. Según autoridades provinciales, votó más del 66% del electorado de Córdoba.
En el peronismo esperan un triunfo contundente de Schiaretti y que el mandatario dé una señal consistente de cuál es el camino que debe seguir Alternativa Federal, espacio que integra y que busca romper la polarización nacional que tiene a Mauricio Macri y Cristina Kirchner enfrentados.
Ayer por la mañana, luego de votar, Schiaretti, que va por su tercer mandato, señaló que es «apresurado hacer una lectura nacional» tras los comicios cordobeses y que la de este domingo «es una elección donde se eligen intendente y gobernador de Córdoba, no tiene nada que ver con una elección nacional».
El mandatario provincial habló ayer por primera vez con los medios, tras una campaña en la que no había brindado declaraciones, ni tampoco participado en debates, que fueron solicitados por la oposición en varias oportunidades. «Hemos hecho como corresponde una campaña sin agredir a nadie, con humildad, sin responder a agravios ni críticas», afirmó.
Frente a la posibilidad de que arriben dirigentes de Alternativa Federal ante un eventual festejo, el gobernador cordobés manifestó: «De mi espacio político no va a venir nadie, los de afuera son de palo».
El candidato a gobernador de Córdoba por la lista de la Unión Cívica Radical (UCR), Ramón Mestre, sostuvo que la elección que se desarrolla está «vinculada ciento por ciento» a la «provincia», y así buscó desvincular los comicios de la situación nacional.
Asimismo, fue consultado sobre la ruptura de Cambiemos en la provincia, situación que dividió a sus candidatos en dos listas: la UCR que él encabeza y el frente de Córdoba Cambia que impulsa para gobernador al diputado (UCR-Cambiemos) Mario Negri, y al respecto dijo que sabía de las «asimetrías y dificultades». Sobre el tema también resaltó que a pesar de esas diferencias la coalición se armó en la provincia como un «proyecto que nos enorgullece porque es cordobés».
Por otra parte, Mario Negri, que cuenta con el respaldo del gobierno nacional, aseguró que es el «candidato de tres partidos y de miles de radicales de Córdoba». Así hizo referencia al apoyo que le brindaron el PRO, Coalición Cívica-ARI y el Frente Cívico.
Asimismo aclaró que las visitas que realizaron para apoyarlo en la campaña lo hicieron en condiciones de «amigos» y no en respaldo del Gobierno nacional, como fue el caso de la diputada Elisa Carrió (Coalición Cívica), el jefe del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal; el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales y el ex diputado y actor Luis Brandoni.
«Nunca le pedí ayuda al Gobierno nacional» para la campaña, destacó Negri y advirtió que luego de estas elecciones «hay que hablar mucho» en las filas de Cambiemos afirmó al subrayar que hizo «todo lo posible» para que no ocurriera la fractura de esa coalición en Córdoba.