Para mantenerse en la pelea electoral tras el anuncio de la fórmula Fernández-Fernández, el peronismo federal está obligado a reaccionar. Planes, enojos y advertencias.
Buenos Aires.- El peronismo federal empezó a jugar una carrera contra el reloj. Se terminó el margen para deambular entre especulaciones y escenarios hipotéticos. Cristina Kirchner movió una ficha en la interna peronista que fue inesperada dentro de Alternativa Federal. Anunció que Alberto Fernández encabezará la fórmula presidencial y que ella será candidata a vicepresidente. Pateó el tablero y llenó de incertidumbre las filas del peronismo, donde evalúan cómo seguir y qué postura tener frente a la jugada política.
La maniobra de la ex presidenta obligó al peronismo a reaccionar y salir del letargo. Falta menos de un mes para que los espacios políticos tengan que presentar las alianzas ante la justicia electoral. El 12 de junio se vencerá el plazo y, para ese entonces, los principales dirigentes de Alternativa Federal deberán tener definido el rumbo que seguirán.
En las últimas horas el espacio se plagó de dudas, hipótesis apresuradas y cambios de opinión. Seis gobernadores que forman parte de Alternativa Federal expresaron su respaldo a la fórmula Fernández-Kirchner, lo que implicó un golpe muy duro para el esquema federal. Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Casas (La Rioja), Juan Manzur (Tucumán), Domingo Peppo (Chaco), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Rosana Bertone (Tierra del Fuego) apoyaron la candidatura del ex jefe de Gabinete y reclamaron la unidad de todo el peronismo.
La decisión de Cristina apresuró las decisiones en las filas peronistas. En estas horas se está organizando un encuentro de los dirigentes que aún están dentro del espacio para definir qué estrategia tomar. El gobernador cordobés Juan Schiaretti, encabeza la negociación. En un primer momento la reunión se iba a llevar a cabo en Córdoba, pero finalmente se realizará este miércoles en la ciudad de Buenos Aires. La intención del gobernador es saber quienes están dentro de la fuerza y apresurar la decisión sobre el camino a seguir.
Desde Córdoba le indicaron a Infobae que aún no está definido el formato pero que en principio sería una reunión de Schiaretti con los precandidatos a presidente de Alternativa Federal. Es decir, Massa, Urtubey y Pichetto. A eso encuentro se sumarían Roberto Lavagna y el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz.
De acuerdo a cómo se termine armando la cumbre será el mensaje que dejen los dirigentes. En la tercera vía reina la incertidumbre y cada pocas horas los planes se dan vuelta. Cambian. Se modifican.
En la noche del sábado tres hipótesis diferentes daban vuelta por las entrañas del esquema federal: continuar por el mismo camino que hasta ahora y que en el escenario electoral haya un candidato que represente una tercera opción; conformar una fórmula y aceptar competir con Alberto Fernández y Cristina Kirchner en una PASO opositora; o generar una alianza con Cambiemos sin el liderazgo de Mauricio Macri.
La última opción fue puesta en palabras en las últimas semanas por el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, y el diputado nacional Martín Lousteau. El objetivo sería armar una suerte de «frente anti Cristina», diseñado para definir los comicios entre dos candidatos. En definitiva, apelarían a polarizar la elección plebiscitando la figura de la ex presidenta.
Después del anuncio de Cristina, Sergio Massa confirmó que seguirá adelante con su candidatura presidencial. Los principales dirigentes del Frente Renovador estuvieron en contacto durante todo el fin de semana evaluando qué ficha mover. En el massismo evalúan que el mejor camino sería competir en una gran PASO de la oposición. Esa postura no encuentra respaldo en el lavagnismo, donde creen que el ex intendente de Tigre terminará cerrando una alianza con el kirchnerismo.
El encuentro que está organizando Schiaretti para el miércoles servirá para definir una postura conjunta o saber el rumbo que tomará cada integrante de Alternativa Federal. Todos entienden que la iniciativa de la ex presidenta cambio la escenario electoral y tuvo un resultado positivo dentro de la dirigencia política. Por eso en el espacio federal creen que deben resolver con inmediatez donde ubicarse dentro del mapa político previo a los comicios.
En la tarde del sábado uno de los principales armadores del peronismo estaba enojado por la decisión de los gobernadores del PJ de apoyar la candidatura de Cristina. «Todos se pronunciaron rápido y no esperaron a ver qué repercusión hay en la gente. Tampoco armaron una reunión de gobernadores para analizar cómo seguir. Juegan solos», reflexionó.
Schiretti, Lavagna y Urtubey fueron contundentes cuando explicitaron su reacción frente a la candidatura anunciada por la ex Jefa de Estado. Están dispuestos a seguir adelante con la conformación de un espacio antigrieta. Pero deben medir fuerzas y plantear nuevas estrategias. Lo saben. Como también entienden que el tiempo empezó a pasar más rápido y que la señal que den debe ser lo más contundente posible para intentar dejar un mensaje claro en la sociedad.
En el búnker del ex ministro de Economía advirtieron: «No vamos a ceder frente a los dos sectores de la grieta. Vamos a armar una fuerza centro progresista». En la misma sintonía, se expresaron desde el entorno del gobernador salteño donde creen que «hay que esperar» y saber si «el impacto político se traduce en un cambio dentro de la sociedad».
Schiaretti movió su ficha con rapidez después del anuncio kirchnerista. Fue contundente. «Estamos trabajando en la construcción de una Alternativa Federal y esta construcción va a tener una representación en las próximas elecciones presidenciales», aseguró. Ratificó el rumbo del espacio en medio de un día negro para las ambiciones del peronismo no kirchnerista.
El impacto y la repercusión que generó el anunció de Cristina hizo que en Alternativa Federal la mayoría de sus integrantes esté recalculando el posicionamiento público y las posibles variantes del mapa electoral. Esta semana comenzará a definirse el rumbo de la oposición y el futuro del peronismo. Se terminan las especulaciones. Comienzan los hechos.