Con ese mensaje, Mauricio Macri envió ayer a la tarde un contundente mensaje a la comunidad judía en el acto homenaje a las víctimas y familiares del atentado a la AMIA, el primero en Casa Rosada a 25 años del ataque y en el marco de la presentación del libro «Justicia Perseguirás», una iniciativa del Congreso Judío Latinoamericano que recopiló textos exclusivos de Donald Trump, Angela Merkel, Jair Bolsonaro y Michelle Bachelet, además del Presidente, entre otros líderes mundiales. «Vamos a seguir exigiendo que los imputados por nuestra Justicia sean juzgados en suelo argentino, que no se retiren las alertas rojas de Interpol y que ningún país otorgue inmunidad diplomática».
Buenos Aires.- «Una de las primeras decisiones que tomé cuando asumí fue solicitarle al ministro de Justicia que dejara sin efecto el memorándum con Irán», resaltó el jefe de Estado en el Museo de Casa Rosada frente a cientos de víctimas y familiares del atentado, funcionarios, legisladores, jueces, directivos de las entidades judías nacionales y regionales.
La frase más relevante del discurso del Presidente pareció contrastar con la iniciativa del oficialismo de impulsar la ley de juicio en ausencia que permitiría juzgar en el país, sin su presencia, a los iraníes acusados del ataque dejó 85 muertos y 300 heridos. «Es la única forma de avanzar con la causa AMIA», aseguró en este aniversario el diputado Waldo Wolff al sitio El Parlamentario. El proyecto tuvo dictamen de comisión y quedó en condiciones de ser tratado por Diputados.
Desde el Gobierno aseguraron tras el homenaje que la Casa Rosada no deja de lado ninguna opción. «Una cosa no entierra la otra», recalcaron fuentes oficiales.
«Queremos saber que pasó con el fiscal (Alberto) Nisman y su denuncia. Es una de las tantas heridas que necesitamos curar», subrayó además Macri. La jueza Sandra Arroyo Salgado, ex esposa del fiscal fallecido, seguía el mensaje entre los invitados.
Antes del jefe de Estado había sido Adrián Werthein, el presidente del Congreso Judío Latinoamericano, el que remarcó la importancia del evento. «Usted fue el único que nos ofrece a un cuarto de siglo del atentado la oportunidad de juntarnos a todos y hacernos sentir con la esperanza de que finalmente habrá Justicia, y la esperanza de que no habrá impunidad», dijo en un explícito apoyo a la gestión presidencial.
«Usted y su administración no callan ni otorgan. Este alineamiento internacional fue muy criticado por algunos que integran la grieta. Estamos en el camino correcto y es el que tenemos que convalidar y seguir para que con su liderazgo se fortalezcan las instituciones», agregó Werthein.
«Más que un apoyo explícito al Presidente es un apoyo explícito a la acción del Presidente», aclaró minutos después el presidente del Congreso Judío Latinoamericano en diálogo con Infobae y otros medios. «Esto contrasta con el memorándum. No fue una decisión política positiva», abundó tras una pregunta de este medio, en línea con lo que más temprano había dicho el ministro Germán Garavano.
Es más: en el entorno del Presidente recibieron con sorpresa y entusiasmo las palabras elogiosas de Werthein. «Fue inesperado», reconocieron.
Es que las palabras de Macri y las de Werthein mostraron una clara contraposición con la estrategia geopolítica y judicial desplegada por la anterior administración.
Antes de hablar, Macri, al igual que Ariel Eichbaum -presidente de la AMIA- y Jorge Knoblovits -titular de la DAIA-, recibió un ejemplar de «Justicia Perseguirás», la obra que reúne las reflexiones de una docena de líderes mundiales y que demandó un trabajo conjunto entre el congreso judío y diversas oficinas del Poder Ejecutivo.
Antes de los discursos se proyectaron dos videos. Uno con imágenes del atentado, captadas en aquel momento por la televisión y narradas con el dramatismo y la angustia de esas horas trágicas. Y otro con algunos de los principales fragmentos del libro. «La impunidad es una cuenta pendiente de nuestra democracia», de Macri; «Nunca olvidaremos a las 85 víctimas del atentado a la AMIA», de Trump; «El terrorismo busca destruir valores fundamentales de nuestras sociedades», de Bolsonaro, y «el antídoto a los fundamentalistas es la educación», de Luís Almagro, de la OEA.
«Pido a todos los Estados que garanticen que las víctimas tengan Justicia», fue el resaltado del texto de Bachelet.
De la conmemoración participaron además el camarista Mariano Borinsky; la gobernadora María Eugenia Vidal; Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción; Inés Weinberg de Roca, titular del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y la candidata del Presidente a la Procuración; el dirigente Jesús Rodríguez, de la UCR, y Mario Montoto, presidente de la Cámara de Comercio Argentino Israelí (CCAI).
Macri había estado todo el día en Casa Rosada. Temprano, entró por explanada a las 9.43, diez minutos antes de que sonaran las sirenas, acompañado por uno de sus secretarios privados y el jefe de la custodia.
Para esa hora, buena parte del gabinete nacional que a última hora participó del homenaje en el museo se había hecho presente en el acto central frente a la sede de la calle Pasteur: Marcos Peña, Germán Garavano, Patricia Bullrich, Carolina Stanley, Alejandro Finocchiaro, Rogelio Frigerio, Nicolás Dujovne, Hernán Lombardi, Claudio Avruj y Pablo Avelluto, entre otros.
En las horas previas, el Gobierno había enviado una serie de señales a la comunidad judía y a la región, e incluso a la administración norteamericana. El más contundente: la creación del RePET, el Registro Público de Personas y Entidades Vinculadas a Actos de Terrorismo y su Financiamiento, que incluyó a la organización Hezbollah, investigada por su participación en los atentados a la embajada de Israel, en 1992, y al de la mutual.
Antes de la creación del mencionado registro, las posibilidades de asfixiar las finanzas de la organización en el país y sus células terroristas que operan desde la Triple Frontera eran escasas. De hecho, minutos antes del inicio del acto central de esta mañana frente a la AMIA, la Unidad de Información Financiera (UIF) comunicó que había dispuesto el «congelamiento de activos y entidades específicas del ala militar que integran la misma, y líderes de la organización».
Una señal que fue valorada por Eichbaum durante su discurso de la mañana. Por Werthein, a última hora. Y hasta por Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel. «Hoy conmemoramos los 25 años del ataque mortal en el Centro de la Comunidad Judía en Buenos Aires. Me gustaría felicitar a mi amigo el Presidente de Argentina, Mauricio, por la definición de Hezbollah como organización terrorista y por la implementación de su congelación de activos», escribió en su cuenta de Twitter minutos antes de la presentación del libro.
El Gobierno decretó además en vísperas del aniversario un nuevo plazo para que familiares y víctimas del atentado puedan acceder a indemnizaciones, y la fijación de este jueves como «día de duelo nacional».