Las plantas de la provincia de Tierra del Fuego fabrican una gran variedad de productos bajo un régimen especial que necesita renovarse en el corto plazo. Actualmente, la producción nacional satisface el 93% de la demanda de los argentinos en celulares, televisores y acondicionadores de aire. Estos son los principales productos de la electrónica de consumo que, a través de importantes marcas nacionales e internacionales, mantienen un ritmo constante de actualización en tecnologías y modelos.
Río Grande.- La actividad industrial en Tierra del Fuego ha tenido siempre una importancia estratégica para la Argentina. Si bien en un principio, y a tono con la geopolítica de los años 70, surgió como una iniciativa para poblar la región más austral del país, luego permitió consolidar un polo productivo de alta tecnología inserto en la red internacional de fabricación de electrónica.
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Actualmente, la producción nacional satisface el 93% de la demanda de los argentinos en celulares, televisores y acondicionadores de aire. Estos son los principales productos de la electrónica de consumo que, a través de importantes marcas nacionales e internacionales, mantienen un ritmo constante de actualización en tecnologías y modelos.
Sin embargo, el subrégimen industrial que dio lugar al fortalecimiento de la electrónica nacional está pronto a vencerse, lo cual exige una inminente reacción para permitir que las empresas continúen invirtiendo y apostando a la producción local, una de las claves para el desarrollo de la provincia y del país.
Los comienzos
En 1972 se estableció en Tierra del Fuego un Área Aduanera Especial (AAE). En aquel momento, la isla contaba tan sólo con 13 mil habitantes y hoy son más de 160 mil. Luego, en 1974 se firma la primera acta de la Comisión del Área Aduanera Especial en la cual se formaliza la actividad industrial en la zona.
“Llegamos a la provincia en 1978, y realmente comenzar a fabricar fue toda una aventura. En aquel momento, hacer el camino de 200 kilómetros que separa a Ushuaia de Río Grande tomaba unas cinco o seis horas, cuando estaba transitable”, cuenta Enrique Jurkowski, presidente de Radio Victoria, una de las primeras compañías en instalarse en la provincia.
Por esos años, el país se enfrentaba a una transformación tecnológica que repercutiría fuertemente en la vida cotidiana de los argentinos: llegaba la TV color, sistema que comenzó la transmisión de manera oficial el 1 de mayo de 1980.
También en 1978 desembarcó en la isla la empresa BGH y en 1980 Newsan inició sus operaciones en su primer establecimiento productivo en la isla con la fabricación de televisores marca Sanyo. A los dos años, inauguró Planta 1 y en 1987 Planta 2. En 1998 reconstruyó y reacondicionó Planta 3, recuperando las instalaciones fabriles de la ex Continental Fueguina. Así, a los primeros televisores, se sumó la producción de aires acondicionados, hornos microondas y celulares.
En 1981, Radio Victoria inauguró la primera línea de inserción automática de componentes de la Argentina. En 1982, se radicó en Río Grande FAPESA que fabrica televisores para la marca Philips y AOC y en 1983 el Grupo Mirgor comenzó a producir acondicionadores de aire para automóviles en la isla.
Para 1988 Electrofueguina inició su producción en Río Grande y en el 2004 desembarcó Brightstar, que se enfoca en la producción de celulares, en el 2007 Digital Fueguina, y en el 2008 abrió la fábrica de aires acondicionados Carrier.
“En 2012 comenzamos a producir acondicionadores de aire, en 2014 smart TV y en 2015 smartphones”, cuenta José María Gil, presidente de Solnik, una de las compañías más nuevas en el subrégimen industrial de Tierra del Fuego.
Qué se hace en la isla
Durante 2018 se produjeron 7,9 millones de celulares, 1,1 millones de acondicionadores de aire y 3,3 millones de televisores. Debido al contexto económico del último año, para 2019 se estima que la producción se reducirá. Se proyectan 7,5 millones de celulares (-6,5% interanual), 2,2 millones de televisores (-33% i.a.) y 850 mil acondicionadores de aire (-28% i.a.).
José María Gil, explica que “existe mucha leyenda urbana en cuanto al ensamble. Muchos creen que en Tierra del Fuego solamente ponemos la cajita y el manual, y no es así. Es una industria de altísimo valor. Hoy en día, en la industria mundial nadie hace verticalmente todos los productos. Por ejemplo, las automotrices no fabrican el aluminio; lo compran a un proveedor. Nosotros ensamblamos toda una serie de elementos que se fabrican por diferentes proveedores y en Tierra del Fuego se hace el producto final”.
“La industria tecnológica fueguina fabrica con los mejores estándares de calidad internacional que nos exigen las principales marcas globales. Lanzamos productos de última tecnología en simultáneo con los principales mercados del mundo”, afirma Luis Galli, Presidente y CEO de Newsan.
Toda la industria moderna produce en forma de red, con integraciones de producto previas a su terminación, de ahí que se la denomina “Industria Terminal”. En muchos sectores de bienes de consumo, incluyendo la electrónica, el proceso de diseño se encuentra en un país, los proveedores de la cadena de valor pueden estar ubicados en otros países y las industrias terminales en otro.
En las fábricas de Ushuaia y Río Grande se realizan múltiples procesos productivos: inserción automática de componentes (circuitos integrados, memorias, otros componentes de estado sólido, etc.), soldado, curado, inspección óptica, medición y calibración, pruebas de vida, ensayos de seguridad, etc.
Fuente: Cadena Federal Noticias Aero.