Si hay algo que le va a costar (y mucho) a un gobierno de Alberto Fernández es recuperar la credibilidad de los mercados. Los inversores ya le bajaron el pulgar de antemano (la rueda del 12 de agosto en adelante es fiel reflejo de eso) y, para peor, las desafortunadas declaraciones del candidato a presidente por el Frente de Todos solo tiran más nafta al fuego. El resultado, el obvio: el desplome este lunes en Nueva York de las acciones hasta 16% y la escalada del riesgo país otro 13,6% (hasta los 1.883 puntos) que contagiarán la apertura del dólar de este martes.
Buenos Aires.- El detonante de otra jornada de pánico con los activos argentinos fueron las palabras del candidato K durante el fin de semana, virtualmente avisando que habrá una reestructuración de la deuda.
En concreto, Fernández le dijo al diario Clarín: «Hablaré con los acreedores a ver qué podemos hacer. Los que tienen los poseedores de títulos argentinos. Pero eso es toda una tarea de negociación. Hay que sentarse a discutir uno por uno, como hicimos con la deuda en su momento. Acuérdense de que nosotros le pedimos a los tenedores de bonos que acepten una quita del 75 por ciento y era una discusión de uno por uno».
En el mercado internacional se entendió como una declaración de cuasi default de los bonos y, como era previsible, actuaron en consecuencia. El riesgo país volvió a los 1.900 puntos (suba del 13,6%) a pesar de que uno de los asesores de Fernández, Guillermo Nielsen, salió a negar a la agencia Bloomberg que estuvieran pensando en reestructurar los bonos.
No convencieron las palabras del ex negociador de la deuda de Néstor Kirchner ni tampoco lo que viene diciendo otro «ortodoxo» en el club de asesores del candidato, como Emmanuel Alvarez Agis. Sucede que más allá de lo que vienen prometiendo estos economistas, Fernández se encarga de meter miedo al mercado.
¿Lo hará por desconocimiento básico de las finanzas o porque, precisamente, quiere que los bonos valgan cada vez menos para asegurarse un exitosa negociación con los acreedores? Esto es lo que se preguntaban este lunes varios bancos de inversión en Manhattan. «¿Es o se hace?», resumió uno de ellos a iProfesional.
También el mercado está expectante de la relación de la Argentina con el FMI. No está confirmado si finalmente vendrá esta semana la delegación del organismo tal como estaba estipulado. Vocero del organismo no pueden confirmar si habrá misión o no. La crisis descoloca incluso a todos.
¿Qué hará Guido Sandleris este martes cuando abra el mercado de cambios? Mucha preocupación hay entre los operadores por el efecto arrastre que dejó la disparada del riesgo país. El malhumor con los bonos se contagia al mercado del dólar que este lunes estuvo cerrado por el feriado.
Se descuenta que abrirá con presión compradora y que el Central, que pudo abstenerse de vender reservas propias o dólares del Tesoro -gracias a la modificación de la normativa a los bancos-, ahora deberá salir a poner un poco de oferta en el spot.
Argentina, bajo la mirada de los «bulls» y los «bears»
Mientras tanto, y a pesar de las declaraciones de un lado y el otro, es imposible que los inversores no empiecen a calcular el escenario de default. Desde Europa hasta Estados Unidos, los bancos de inversión ya hacen cuentas y se preguntan si el desenlace será similar o no al 2001-2002.
Ashmore Group, uno de lo más importantes fondos de Inglaterra, planteó esto recientemente.
«Los inversores están mucho más preocupados por la transición política en Argentina. El stock de deuda del país es grande pero no inmanejable, con una ruta para evitar el incumplimiento de pago y para impulsar el crecimiento. Este camino requiere un fuerte compromiso de los políticos y una continuidad en lo fiscal», dice.
Y plantea dos escenarios, uno optimista (bull, como se conoce en la jerga) y otro pesimista (bear, como dicen en el mercado):
-Optimista: «Fernández tiene todos los incentivos para que sus asesores económicos se sienten con el FMI y acuerden una estrategia que pueda estabilizar los mercados. Eso debe ser seguido por anuncios públicos que muestran que tanto los políticos como el FMI están comprometidos con un desarrollo sostenible para el país. Esto allanaría el camino para un nuevo perfil de los pagos del FMI. Con el tiempo, en más confianza».
-Pesimista: «Si el señor Fernández resulta ser un ideológico, como algunos temen, puede virar a Venezuela en su lugar. En este escenario, las políticas populistas irían de la mano con un enfrentamiento prolongado con el FMI y tenedores de bonos del país. El peso se depreciaría y los precios de los títulos se venderían aún más abajo. La inflación volvería con más fuerza a la población argentina que más sufre».
Otra mirada, pero similar, tienen en XP Investments, una compañía financiera que tuvo buenos lazos con el Gobierno de Mauricio Macri y que ahora es uno de los más «decepcionados» con el resultado de la primarias.
«La cuestión relevante ahora es que el mercado ya ha internalizado la posibilidad eminente de una reestructuración de la deuda», afirman. «La conversación del presidente Macri con Fernández fue un buen comienzo para tratar de calmar a los inversores y proporcionar cierta visibilidad sobre la próxima administración, seguido de los comentarios de Fernández que revelaron más detalles sobre sus posturas de política económica», acotan.
Aún así, remarcan, se necesita mucho más para detener el deterioro en curso y que evite la «temida profecía autocumplida con una implosión financiera total».
Los puntos principales del informe de XP Investments, publicado mientras se desplomaban los activos argentinos este lunes en Nueva York, son los siguientes:
-«Desde nuestro punto de vista, y suponiendo que Argentina sigue siendo un socio de buena reputación con el FMI, el mercado está sobreestimando el riesgo de una reestructuración agresiva de la deuda. En nuestra opinión, bajo el escenario de una eventual administración de Fernández que permanezca en buena relación con el Fondo, una reestructuración de deuda eventual no incluiría un recorte de capital sino una extensión de vencimiento, una que probablemente supondría una pérdida de valor presente neto (VPN)».
-«La buena noticia es que el mercado ya ha valuado por completo una transacción de pérdida de VPN. Si las autoridades actuales y futuras pueden enviar un mensaje inequívoco de certeza a los mercados, el riesgo a mayores bajas para los activos de la Argentina no parece demasiado considerable. Dicho esto, si el equipo de Fernández continúa actuando como si no fuera así, entonces la implosión financiera demostrará estar a la vuelta de la esquina y se producirá un dolor adicional, luego de la alta probabilidad de que la demanda de dinero se derrumbe por completo».
Al parecer, será necesaria otra ronda de «conversaciones» entre el Presidente saliente y Fernández para llevar tranquilidad a los mercados. La dinámica de la crisis, ahora excerbada por un candidato que no tiene ninguna credibilidad para los inversores, podría deparar más tensiones en el frente financiero.
En el corto plazo, la suba de dólar depara que la inflación de los próximos meses estará en 4% o 4,5% y que el IPC terminará el año más cerca de 55% que de 40% como se creía hace tan sólo semanas.
En el medio, el nuevo ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, tendrá poco margen de acción y con muy poca injerencia en el humor de los inversores. Casi anecdótico: el mercado no responde a lo que haga o no Macri, sólo actúa por lo que pueda hacer o decir el que ahora apuestan como virtual presidente de la Argentina. Aquél que lejos de convencer a los mercados, los sigue espantando.