El ministro Ramiro Caballero aclaró que las empresas fueguinas no temen a los controles, porque por el régimen de promoción están habituados, pero cuestionó la incertidumbre que sigue generando la gestión Macri, dado que se desconoce quién ejercerá ese control en el Banco Central, para autorizar el giro de divisas. Recordó que de esto depende el ingreso de insumos para la producción, si bien muchas fábricas ya han adquirido lo que necesitan para terminar el año. No obstante puede haber un atraso en la cadena, que generará más recesión.
Río Grande.- El ministro de Industria Ramiro Caballero fue consultado por FM La Isla sobre las medidas anunciadas el fin de semana, por las que se restableció el cepo cambiario en el país, y ahora las fábricas dependerán de la autorización del Banco Central para girar divisas para la compra de insumos.
“Con la industria argentina hemos tenido vaivenes no sólo este año sino en todos los años anteriores. Tierra del Fuego venía equilibrándose con las producciones para fines de julio y principios de agosto y había expectativas de algunas marcas de poder ir acomodando alguna línea de producción nueva en televisión. Se había comenzado en mayo y junio a repuntar la producción de celulares y de hecho había una empresa que había tomado personal por un tiempo determinado, con posibilidad de renovar contratos. Pero nos volvió a impactar el desequilibrio económico que genera el estado nacional”, planteó el funcionario, con la debacle posterior a las PASO.
“El gobierno nacional no encontró nunca el rumbo de las políticas públicas que debió haber llevado adelante para mejorar las condiciones productivas y también sociales y laborales. Todos los actores veníamos trabajando para tratar de mejorar, en un contexto sumamente adverso, y nuevamente hay un golpe. En Río Grande finalizaron contratos el viernes que lamentablemente no se han renovado, y hace unos dos meses atrás había posibilidades de seguir produciendo. Nuevamente volvemos a caer y, ante todo lo que uno planifica, hay actores que se esfuerzan para que esto no sea así, y hablo del estado nacional, que no encuentra la forma de mejorar las condiciones económicas del país”, criticó.
“Uno de los fuertes reclamos del gobierno de la provincia fue la prórroga, ser complementarios y sostener lo que actualmente tenemos, porque la verdad es que iban por todo. Aun en el contexto en que vivíamos, el sector industrial ha reinvertido, pero el país vuelve a tener esta jugada y ya no se sabe dónde vamos a terminar”, alertó.
Recordó que “la gobernadora ha propuesto mejorar el consumo, también medidas para paliar la crisis, como lo han hecho otros gobernadores, y permanentemente han hecho oídos sordos. Resulta que ahora encontraron la forma de controlar el dólar con este cepo, que así lo es más allá de las palabras que pongan, y esto tendría que haber sido antes. Lo hacen ahora, generando mayor incertidumbre”, cuestionó de la reacción tardía del gobierno central.
“Todos en algún momento dijimos que había que controlar esto, porque se están yendo divisas de la Argentina sin una sola inversión. Hubo gente con ganancias extraordinarias por jugar con el dinero de todos los argentinos, y ahora es una medida tardía, porque es por estos tres meses. El gobierno que está saliendo toma esta medida para transitar el tiempo que le queda de alguna manera y entregar el mando, porque no caben dudas de que son medidas transitorias las que han tomado”, sostuvo.
“Esto genera incertidumbre, porque el sector industrial necesita girar dólares al exterior para traer insumos y producir. Si bien podemos entender que tal vez haya empresas que han comprado la mayor cantidad de insumos para lo que queda en estos últimos meses del año, también es cierto que uno tiene que tener una cadena. No está mal que haya que demostrar que hay que girar divisas al exterior para comprar insumos para el sistema productivo de Argentina, pero el tema es que esto no genere mayores trabas y más incertidumbre, y que no volvamos a tener un esquema recesivo en este sentido”, expresó.
Ahora todas las operaciones deberán ser autorizadas por el Banco Central, que desmanteló su gerencia de comercio exterior, y se desconoce quién va a controlar y discernir las autorizaciones correspondientes. “Todos hemos hablado con referentes de otras provincias del país, obviamente con sectores industriales de Tierra del Fuego, y vamos a tratar de contener lo que tenemos, y no mucho más que eso”, indicó sobre las perspectivas para lo que queda del año.
“Realmente no sé quién va a controlar. Si este gobierno va a pretender generar ahora un control de divisas y va a poner dificultades al sector productivo, se está equivocando. Esperemos que eso no suceda y que esta sea una medida para poder transitar lo poco que les queda de gobierno, y que no deje condicionado a un futuro gobierno. Entendemos que viene un cambio de conducción a nivel nacional y uno agradece que la Argentina esté entendiendo esto, por todas las mejoras que se pueden hacer en el futuro”, confió.
“La Argentina dio un mensaje muy claro de que se necesita poner de pie al sistema productivo del país, ser claros con las reglas, porque la Argentina se construye con todos los actores del país y no solamente con algunos sectores. Por eso nos ha ido muy mal todos estos años. Yo he hablado con los empresarios y este fin de semana va a haber una reunión con el secretario de pymes y ministros de otras provincias. Se va a tomar una posición sobre lo que está sucediendo, con todo el sector productivo de la pequeña y mediana empresa del país. Esto ya se había programado hace unas semanas atrás, no con este contexto, con lo cual va a ser mucho más profundo el análisis y seguramente la crítica que venga”, adelantó.
Aclaró que “el sector industrial de Tierra del Fuego no tiene problemas si tiene que solicitar una autorización de giro de divisas para comprar insumos, porque lo bueno del régimen de Tierra del Fuego es que esto está permanentemente controlado. Somos un montón de actores que controlamos que esos insumos que ingresan son dentro una orden de compras que integra la producción de un bien final, que está aprobado por el proyecto de cada una de las compañías. Ahí no está el problema. El problema que surge en el sector industrial es que hemos propuesto ser más competitivos y de qué manera ser más complementarios, y el estado nacional no ha definido una política industrial en Argentina”.
“Lo que nos golpeó fuertemente a nosotros fue que la economía se desplomó. Todas las decisiones económicas que tomó el estado nacional para las regiones y para la Argentina han sido equivocadas. Si un país quiere crecer industrialmente, la nación tiene que apoyarse no solamente en las regiones, sino en aquel que pone lo suyo para producir, desde el pequeño al más grande. Más allá del control de divisas, el problema es que tenemos que crecer industrialmente y quien quiere reinvertir debe tener un contexto adecuado y de contención para que así suceda”, remarcó.
Finalmente mencionó que ayer la UIA, en el día de la industria, “hizo un reclamo de cuatro o cinco puntos de consenso para generar certidumbre para el futuro del país. Si no nos ponemos de acuerdo de dónde queremos ir, esta desconfianza permanente va a generar mayor atraso aún. Se han perdido puestos de trabajo y fábricas, y esto no se lo puede permitir el país. Hoy la evolución de la producción, la innovación es permanente y sumamente rápida, y cualquier atraso que generemos es muy difícil de remontar”, concluyó el ministro.