El Dr. Federico Rauch cuestionó que el presidente Macri decida prorrogar “en los estertores” de su gobierno el subrégimen industrial, cuando pudo hacerlo “hace dos o tres años”. Respecto del plazo, consideró que como mínimo debe quedar equiparada Tierra del Fuego con Manaos. Advirtió que la prórroga no alcanza para garantizar certidumbre y estabilidad ni a los trabajadores ni a los inversores, y debe ir acompañada de otras políticas, como las arancelarias.
Río Grande.- El Dr. Federico Rauch fue consultado por Radio Provincia sobre el preanuncio de una prórroga del subrégimen industrial que podría anunciarse esta semana, en plena campaña electoral, pero con algunas condiciones y un plazo acotado al 2035.
Pidió “no festejar todavía porque la política, como siempre, es engañosa, y los políticos argentinos nos tienen acostumbrados a defraudarnos, mentirnos y engañarnos desde que tengo uso de razón. Todo lo que diga un político siempre hay que tomarlo con pinzas. En este caso no hablamos de la ley 19640 sino del subrégimen industrial. Se está hablando de prorrogarles el régimen a los veinte industriales que no residente acá, porque la única que conozco realmente radicada en la provincia es la Cooperativa Renacer. Si la prórroga para esos veinte beneficiarios se concreta, bienvenido sea, y ojalá que Macri en sus estertores decida firmar un decreto de prórroga del subrégimen, que lo podría haber hecho perfectamente dos o tres años atrás, y dejar la incertidumbre en que están sumidos todos los que trabajan en el sector. No lo hizo y lo hace tardíamente, si es que lo hace y hay que ver con qué condiciones”, alertó.
“Se está hablando de una prórroga hasta 2035, y siempre hablamos de dar seguridad primero al pueblo de Tierra del Fuego y segundo a quienes quieran invertir. Esa garantía no debe ser menor que su contraparte, que es Manaos en Brasil. Si van a prorrogar algo, la prórroga debería ser como mínimo por idéntico plazo al que estableció Brasil”, sentenció.
Aclaro que la prórroga “no le va a cambiar la economía a Tierra de Fuego, sino que va a generar un marco de cierta estabilidad, que tampoco va a garantizar puestos de trabajo, porque hemos tenido prórrogas y sin embargo hubo pérdidas de trabajo. Ya sabemos que no alcanza sólo con firmar un decreto. Es una condición necesaria, pero no suficiente, y tienen que darse otros elementos, como reglas arancelarias, de importación, y por supuesto los cambios que se requieren para que quienes invierten no lo hagan de manera especulativa, poniendo de variable de ajuste a los trabajadores. Debe haber un compromiso de radicación no sólo de capital golondrina, sino un compromiso vinculado con infraestructura social, escuelas, caminos. No es sólo montar una planta industrial, que necesita accesos y energía, y hay que definir quién paga eso. Esas cosas no se han debatido porque nunca se ejecutó el régimen de manera razonable”, cuestionó.
“Esto no necesita del Congreso, y todos los fueguinos estamos a tiro de lapicera de un presidente. Sería bueno un proyecto nuevo, que en ese caso sí necesita pasar por el Congreso, pero para eso se necesita voluntad política de una clase política que siempre miró para el costado, que hasta ahora ha defendido la quintita para unos pocos. Hoy la gran parte del beneficio se lo lleva el inversionista que vive en Buenos Aires o en el exterior, y no deja en Tierra del Fuego más que lo necesario. Evidentemente hay que hacer reformas sobre el régimen en general, de lo que nadie quiere hablar. La ley 19640 es mucho más que las exenciones fiscales para algunos inversionistas que viven afuera. Es todo un plan económico que ha venido desapareciendo desde el 2001, para terminar siendo muy parecido al régimen industrial donde muy pocos se benefician. Los beneficios se los quedan 500 exportadores y no los consumidores”, afirmó.
Recordó que “el último presupuesto del gobierno nacional pone 45 mil millones de pesos como costo fiscal del régimen, y evidentemente no están en la provincia. Gran parte de esa plata se queda en Buenos Aires cuando se exporta el bien. Este es el punto central para el futuro de la provincia. Hoy tenemos vigente el subrégimen industrial y no nos va bien. No es cuestión solamente de un decreto, así que habría que preguntarle a los candidatos qué van a hacer por la 19640, no sólo por el subrégimen para unos pocos, sino qué van a hacer para poner en valor nuevamente el régimen de exención de la provincia para todos los fueguinos, no solamente para los industriales”, subrayó.
“Nosotros tenemos en trámite el juicio más grande de toda Latinoamérica contra los concesionarios, pero no fueron los únicos que se quedaron con los beneficios de los fueguinos, sino que han sido los mandaderos de las automotrices. Las automotrices exportan vehículos a la provincia, que ingresan sin los impuestos con una factura E, y ya vienen con una restricción de dominio fenomenal que le imponen a los fueguinos. Los fueguinos no son dueños del vehículo por cinco años, porque está afectado a la 19640, y si se pasa un día de vacaciones, le imponen una multa equivalente al valor de ese vehículo. Un riojano compra un auto, lo paga diez pesos y puede hacer lo que quiere; y un fueguino también lo paga diez pesos pero no puede hacer eso: puede pasear dentro de la provincia y tiene que esperar tres o cinco años para disponer ese bien. Los beneficios se los queda el concesionario, el banco que financia el crédito prendario, el gobierno de Tierra del Fuego con los Ingresos Brutos que se pagan sobre un precio inflado, el seguro que toma ese valor, y así sucesivamente”, concluyó.