Es integrante de la asociación Chacras Fueguinas y desde 1988 tiene su emprendimiento en la margen sur de Río Grande. Espera tener respuesta del gobierno en esta oportunidad, luego de muchas promesas incumplidas, para contar con la tenencia de la tierra y poder gestionar la instalación de servicios. En su caso tiene una producción de entre 400 y 600 kilos de lechuga por temporada, además de huevos caseros y aves. El sueño es llevar a la mesa fueguina alimentos frescos, producidos en la provincia, a través del desarrollo de este polo productivo.
Río Grande.- El productor “Tito” Gómez, integrante de la asociación Chacras Fueguinas, participó del plenario de comisiones de ayer, en la que se trató el proyecto de ley de expropiación, y realizó su evaluación en diálogo con Radio Universidad 93.5. Ante todo expuso la sugerencia de “corregir algunos puntos de esa ley, porque falta el acompañamiento de los chacareros en las comisiones de trabajo”, dado que aspiran a tener representación en el organismo que reunirá funcionarios de distintas carteras.
Respecto de la expropiación de las 97 parcelas, consideró que “ellos verán cómo se van a manejar internamente con las que están en problemas o en juicio. Nosotros lo que queremos es avanzar de una vez por todas, porque hace años estamos reclamando la tenencia de las tierras”.
“Se está avanzando en el tema de producción, hay chacareros que se decidieron a trabajar su tierra y armar un polo productivo a futuro. Cuando se hizo el censo, se recorrieron todas las chacras. Esto duró dos meses, y de ahí se sacaron las que están en producción y las que están en estado de abandono”, informó sobre el relevamiento.
“Las chacras tienen 50 metros por 50 metros, y yo tengo el 70% ocupado en producción, con un invernadero de 12 metros por 8, dos quintas afuera y un criadero de pollos en un galpón. Estamos dispuestos a pagar lo que corresponda pagar al IPV, y queremos seguir trabajando con la tierra. El único servicio que tenemos es la luz, y el agua la brinda el municipio en camiones. Luego no tenemos nada más. El gas lo manejamos con cilindros. No podemos llevar los servicios hasta que no se resuelva el tema de la expropiación y se regularicen las tierras”, advirtió.
En cuanto a las calles, aseguró que “están muy bien mantenidas y no hemos tenido problemas. Pueden llegar los camiones con el agua, los tubos de gas, la leña, así que en ese sentido estamos bien. Lo que queremos es formar parte de la mesa de trabajo con el gobierno, con una participación de dos o tres chacareros, para que nos representen”, señaló sobre una de las propuestas que se elevó ayer y será analizada por el gobierno.
Destacó “la decisión de los legisladores de reunirse en Río Grande y además la disposición que tuvieron para escucharnos. Yo estoy desde el año ’88 y hay chacareros que están hace 15 ó 20 años. Pudimos conversar, contarles la situación en que estamos y cómo la estamos peleando. La reunión estuvo muy buena. Este problema viene desde hace 30 años, pero es bueno que el gobierno de turno se haya acercado y armaran en conjunto el proyecto”, dijo.
Reiteró que se hizo “un relevamiento que duró dos meses para saber quiénes producen y quiénes no, y lo que se trata es incentivar a los que no producen nada para que lo hagan. Si no, el gobierno va a expropiar las tierras, porque lo que se quiere hacer es un polo productivo. Hay gente que estuvo 15 ó 20 años y no hizo nada, y nosotros tenemos que poner nuestro granito de arena para ponernos a trabajar. Hay que demostrarle a la sociedad y a la gente de gobierno que tenemos interés en trabajar la tierra. Esta es la base que se tomó y quedó muy claro en una reunión que se hizo en margen sur con la asociación civil Chacras Fueguinas. El que tenga producción, va a tener la tenencia de la tierra; y el que no la tenga, se lo va a notificar para que haga algo, o se tendrán que recuperar las tierras para poder seguir siendo un polo productivo para Río Grande”, sentenció.
En cuanto a la producción que logra y si puede vivir de esta actividad, indicó que “nosotros estamos sacando en cada temporada entre 400 y 600 kilos de lechuga. Después tengo la producción de aves, tengo 150 gallinas y producimos huevos caseros. Con eso nos vamos costeando los alimentos. Con el tema de la ventas, tenemos gente que se acerca y compra en las chacras, y también llevamos la producción a distintos negocios. La lechuga da ganancias y la gente la consume, porque es lechuga fresca. Yo invito a la gente a que se acerque a las chacras, que vea cómo trabajamos y cómo queremos lograr que las familias de la ciudad tengan alimentos frescos en la mesa”, concluyó.