Aparte de la presión pesquera que hay sobre la merluza, el aumento de la temperatura del mar por el calentamiento global podría afectar también negativamente su población en las aguas del canal Beagle y subyacentes del litoral atlántico, debido a la posible “recolonización” del pez sierra (Thyrsites atun), de mucho menor valor económico.
Ushuaia.- El cambio climático afecta la supervivencia de la merluza en el Canal de Beagle. Así lo anticipan científicos de Barcelona y de Tierra del Fuego, provincia esta última cuyo puerto en Ushuaia es el cuarto en importancia del país en cantidad de desembarques y plantas procesadoras de recursos marinos.
La “recolonización” del pez sierra podría abarcar una amplia área desde el canal Beagle hasta las costas del Atlántico suroccidental Argentina, afirmó a la Agencia CyTA-Leloir la primera autora del estudio, Maria Bas, integrante del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), en Ushuaia, que depende del CONICET.
El estudio
Para llegar a esa conclusión, los científicos analizaron un sitio arqueológico de hace aproximadamente 1.300 años antes del presente, el conchero Lanashuaia-II, que se encuentra sobre el canal Beagle y en el que se encontraron restos de los grupos de cazadores-recolectores del pasado que habitaron la Isla Grande de Tierra del Fuego”, explicó Bas, quien también integra el Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, España.
El estudio de los restos zooarqueólogicos de fauna marina en el conchero examinado permitió revelar que la merluza y el pez sierra coexistieron en la zona hace más de 1000 años, cuando la temperatura superficial del mar era más elevada que la actual.<br />
“Actualmente, el pez sierra no se distribuye en esta región (Tierra del Fuego) porque su rango óptimo de temperaturas está entre 13ºC y 18ºC, mientras que en el canal Beagle se registra una temperatura media de 6ºC. Pero el calentamiento global podría volver a reunir a las dos especies y afectar las poblaciones de la merluza debido a la competencia de ambos por el mismo alimento”, indicó Bas.
En conjunto, con los datos disponibles y los resultados de este trabajo, publicado en “Global Change Biology”, “se puede determinar que podría haber un impacto negativo en la pesquería de merluza y la economía regional, si además se le añade la sobreexplotación que sufren las poblaciones de merluza”, afirmó Bas.
El investigador principal del estudio es Lluís Cardona, del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Biología y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio), ambos de la Universidad de Barcelona. Y también participaron Myrian Álvarez, del CADIC y del CONICET; Damián Vales y Enrique Crespo, del Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR), que integra el Centro Nacional Patagónico (CENPAT), en Puerto Madryn; e Ivan Briz i Godino, del CADIC, del CONICET y de la Universidad de York, en el Reino Unido. (Fuente: Agencia CyTA-Fundación Leloir).