A pocas horas de conocer quién gobernará el país los próximos cuatro años hubo repercusiones en el sector. Terminales y concesionarios ya sabían que el desenlace político cambiaría radicalmente el negocio de la venta de autos, y daban por descartado el triunfo de la fórmula Fernández – Fernández. Ventajas y desventajas del nuevo escenario.
Buenos Aires.- Sin embargo, lo que previamente generaba temor, porque nadie se olvida de las épocas del kirchnerismo y la mala relación que existía entre el sector y el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, hoy parece estar «un poco más calmo».
La llamada inmediata de Mauricio Macri al Presidente electo, mostrando gestos de querer avanzar en una transición moderada, trajo algo de tranquilidad. La segunda medida, que fue el endurecimiento del cepo, también se esperaba. Y muchas automotrices ya habían pensado qué hacer.
De esa manera, las empresas llegaron al «día después» con algunas decisiones tomadas y un poco más de tiempo para definir las estrategias y tener una agenda para arribar a fin de año.
Las primeras decisiones
La primera medida a definir entre las principales marcas fue qué hacer con los precios, más teniendo en cuenta que el 1 de noviembre deben presentarse las nuevas listas a los concesionarios.
Así, desde las elecciones primarias (PASO) que se realizaron en agosto, en todas las industrias estuvieron atentos a que, una de las decisiones que se rumoreaba podría tomar Fernández y su equipo si llegaban a la Casa Rosada, sería exigirle a los empresarios que mantengan los puestos de trabajo y que no haya aumentos por 180 días. El objetivo: evitar el malestar y que no siga cayendo el consumo.
De esta manera, anticipándose a un posible congelamiento de precios, la mayoría de las terminales decidió que los valores de los 0km en noviembre tengan subas de hasta 10 por ciento.
«Por ahora, las terminales y concesionarios están pensando en retocar los listados oficiales en un promedio de dos dígitos. Al mismo tiempo, se acompañaría este incremento con bonificaciones. De esta manera, si llega alguna bajada de línea sobre qué hacer con los valores, las marcas se aseguran que el listado original ya los resguarda», explicó el vendedor de una importante red.
Las especulaciones sobre el dólar blue
Además del aumento de precios, el otro tema que ocupa un lugar central en la agenda empresaria es qué efecto tendrá el dólar blue sobre el negocio. ¿Ayudará a impulsar las ventas, de la mano de quienes tienen billetes verdes en sus manos y accedan a venderlos en el canal informal para hacerse de más pesos y subirse a un 0Km?
En principio, por estas horas se ve que hay más interesados sondeando el mercado, como consecuencia del resurgimiento del blue.
En esta primera jornada hubo varios clientes que ya estuvieron haciendo cálculos. «La situación del mercado automotor se encuentra hoy en un punto donde no hay precio único. Hay gente que debe cancelar deudas, otros clientes que no quieren pagar tantos intereses y quieren deshacerse de los créditos. Estamos trabajando de contado y las opciones para negociar son mayores», agregó el directivo de una red de agencias.
En este contexto, una característica común de esta primera jornada fue que muchas de las consultas que se realizaron fueron por los modelos de alta gama y aquellos que cotizan en dólares al tipo de cambio oficial.
Además de analizar qué puede pasar con la compra de autos a partir del cepo cambiario, los concesionarios ven como único salvador del mercado a futuro que se produzca una importante baja en las tasas de interés.
«Cuando en 2013 el mercado atravesó restricciones cambiarias, que impulsaron a la gente a consumir, la venta de autos llegó a su récord», recordó un vendedor. En ese momento se vendieron 955.000 autos y dos años más tarde se arrancó con el sueño del millón de unidades.
Pero en esas circunstancias, las tasas de interés son la clave para que el mercado reaccione de forma favorable.
«Esperamos que bajen la tasas, porque con un cepo cambiario que se endureció después de las elecciones y un interés del 70% en los préstamos, la situación es insostenible. Es claro que una mejora en el financiamiento podría reactivar las operaciones e impactar rápidamente en los patentamientos», dijo confiado un hombre clave en el vínculo de una automotriz con el Gobierno.
El contexto actual
Más allá de estas ventajas y desventajas del «día después», el debate puertas adentro es definir el estado de la situación actual y cómo sobrevivir, por lo menos, hasta marzo.
«Hoy lo único importante es mantener el capital de trabajo, por lo menos hasta conocer las nuevas medidas del Gobierno», comentó el dueño de una cadena de concesionarios.
Si bien se achicó el stock en los últimos meses, un tema que preocupaba y generaba gastos, admiten que la pérdida de rentabilidad que afrontaron será difícil remontar.
«Este mes llegaremos a 30.000 unidades patentadas, con suerte, y 2019 cerrará con unos 410.000 vehículos comercializados, un número catastrófico. Entonces, es muy difícil calcular cuántos modelos importar y hacer planes a futuro», dijo una fuente a iProfesional.
«Esa incertidumbre llevó a que la mayoría de las marcas se preocupen solamente por mantener sus empleos y no perder más rentabilidad. Ya nadie piensa en ganar market share a esta altura, eso no importa, sino que el objetivo es cuidar el negocio», agregó.
«Hay que ver en qué términos se define la transición, qué equipo se forma en el nuevo Gobierno. Pero el llamado de Macri a Fernández habla de racionalidad. La foto dándose la mano es fuerte. Cristina no entregó el mando. Este fue un gesto único, importante», sumó otro directivo.
Para el sector, estos datos sirven para tener algo de optimismo, porque una transición más tranquila podría ordenar y trabajar mejor en la industria.
Otro dato que rescatan como positivo, es que ven a Mauricio Macri más fortalecido, con un resultado que le permitirá tener más equilibrio en el Congreso, y con una recuperación importante frente a las PASO.
Por otro lado, aseguraron que «es inexorable que el sector automotor, tanto en fábricas como en concesionarios, haga ajustes, porque se habían preparado para un millón de unidades producidas en un escenario con mayor rentabilidad. Como consecuencia al cambio de rumbo, el último mes y medio se aceleraron algunos despidos, pero hubo más consenso. Esperamos que todo mejore».
