El legislador y senador electo Pablo Blanco se mostró satisfecho por los resultados del domingo luego del triunfo del oficialismo radical. “Es lo que decidieron los afiliados y los que tenían alguna expectativa tendrán que esperar dos años para modificar la conducción”, disparó, luego de un altercado en el comité Río Grande con referentes de la otra lista. Aseguró que “no hubo violencia de su parte” al decir que quienes apoyan al kirchnerismo no son radicales, y cruzar algunas expresiones encendidas con la oposición.
Río Grande.- El legislador y senador electo Pablo Blanco evaluó por Radio Provincia las elecciones internas de la UCR de este domingo y destacó que la lista que apoyaba “tuvo el apoyo mayoritario de los afiliados que concurrieron a votar y en todos los estamentos hubo arriba del 60% de acompañamiento”. Blanco fue el primero en proponer públicamente la candidatura a presidente de Alejandro Vernet, incluso antes de que el propio electo lo anunciara, y consideró que este resultado “es un respaldo que nos dieron los afiliados que tuvieron ganas de participar para la conducción del partido y hubo integración en casi todos los estamentos”.
Frente a las voces opositoras, remarcó que “es lo que decidieron los afiliados. Los que tenían alguna expectativa tendrán que esperar dos años para modificar la conducción, si es lo que pretendían. Nosotros siempre garantizamos la participación de las minorías y nuestros cargos son a través de elecciones internas y no a dedo”, sostuvo.
Respecto de los incidentes en el comité Río Grande con referentes de la lista opositora, luego de un discurso en el que aseguró que quienes apoyan al kirchnerismo “no son radicales”, ratificó esta posición y expuso que “algunos que participan de otros espacios políticos pero están afiliados al radicalismo no pueden venir a reírse en la cara en nuestra casa, cuando es la primera vez que entran después de muchos años”.
Blanco fue interpelado por su apoyo a la gestión de Rosana Bertone y al PRO, si bien en este caso defendió la posición porque formaba parte de la orgánica radical. “Durante todo el día se veía que eran lo que estaban buscando algunos que participaron de la interna. Le faltan el respeto a todo el mundo a través de las redes sociales pero yo no le falté el respeto a nadie ni dije nada fuera de lugar. Si el deporte favorito en Río Grande es criticar a Pablo Blanco, tienen seis años para seguir criticando. Allá ellos, si los hace felices, pero a mí ni me va ni me viene”, manifestó.
Con respecto a la sesión del viernes pasado, donde se votó la adhesión a la Ley Micaela, el legislador votó en contra y adelantó su negativa a la legalización de la interrupción del embarazo, en caso de que se trate en el Congreso. “Yo voté en forma negativa y dije que no coincidía porque tenía disidencias parciales. Hay varios temas de la ley con los que no coincido, como la obligatoriedad de la capacitación. No concuerdo con la ideología de género y por eso voté en contra. De tratarse la ley de aborto, lo dije en campaña y quien me votó sabe lo que voy a hacer. Creo que la decisión debería estar respaldada por una consulta popular. Es una posibilidad y ojalá se dé así. Quizás hay muchos ciudadanos que no coincidan con lo que pienso y la consulta popular sería una salida interesante a este tema”, analizó.
Finalmente marcó diferencias con el presidente de la caja Rubén Bahntje, que sostiene que no es necesario continuar con la emergencia previsional: “No tengo los últimos números pero hay fuentes de financiamiento que van a ser necesarias para continuar cumpliendo en tiempo y forma con las prestaciones previsionales. No me sorprende no coincidir una vez más con Rubén Bahntje, pero por la información que remitió a la Cámara legislativa, es evidente que algunas fuentes de financiación es necesario continuarlas, como un porcentaje de las utilidades del banco. Será una discusión de la Legislatura nueva”, concluyó.