Vecinos que tienen sus viviendas en la zona donde funciona el “Pequeño Hogar” reiteraron reclamos por situaciones de vandalismo que padecen. “Exigimos que se haga urgente una reforma institucional, no pedimos que se mude el lugar, sino que le den la estructura correspondiente, con la asistencia profesional que permita la contención de los jóvenes y nuestra seguridad”, advirtieron. Dicen que bienes y personas sufren distintas agresiones.
Río Grande – Vecinos que viven sobre la calle Aeroposta, entre 22 de mayo y Liniers de Chacra II, aseguran que se ven afectados por episodios de violencia protagonizados por menores que habitan el hogar de menores “Pequeño Hogar”, que se encuentra ubicado en Aeroposta al 1200 y depende del Ministerio de Desarrollo Humano de la Provincia.
Testimonios de vecinos dan cuenta de cómo el día domingo 9 de febrero algunos jóvenes se encontraban arriba del techo del edificio en cuestión, arrojando piedras hacia las viviendas y los autos de los vecinos, destrozando por completo el parabrisas del vehículo Chevrolet Astra gris, propiedad de Juan Águila. Dicen que posteriormente se hizo presente personal de la policía provincial, constatando los hechos y recibiendo el reclamo de los vecinos.
Después indicaron que el día lunes 10 se llevó a cabo una reunión en la Comisaria Tercera, donde participaron representantes del área de Desarrollo Social, de la Policía y vecinos. Allí se habló de la problemática con la cual conviven los habitantes de la cuadra y sobre “la falta de soluciones”, mencionaron los vecinos. También señalaron que los funcionarios del gobierno recientemente asumido, “prometieron abordar el tema, aludiendo a que es un proceso que lleva tiempo, pero del cual están dispuestos a ocuparse”, destacaron.
Sin embargo el mismo día, media hora después de finalizada la reunión, dos de los adolescentes nuevamente comenzaron arrojar piedras sobre las casas. Ante esta situación Héctor Águila, hijo del vecino antes mencionado, se acercó para intentar hablar con uno de los menores, recibiendo como respuesta “insultos, amenazas de muerte y el intento de golpearme con un matafuego”, detallo el nombrado. Indicando que luego del incidente “nuevamente acudió al lugar personal policial, asignando una guardia durante toda la noche”.
Los vecinos dicen que “Desde el comienzo del funcionamiento de la institución, se sucedieron en la zona una gran cantidad de actos de vandalismo y violencia. Son situaciones que sufren las trabajadoras del lugar, las operadoras de Desarrollo Social y los habitantes de la zona. Insultos, obscenidades, amenazas y agresiones físicas son moneda corriente. Como también los daños a los bienes de nuestra propiedad, roturas de cristales de viviendas y vehículos”, puntualizaron.
En ese mismo sentido expresaron que se encuentran “cansados de tener que convivir con este tipo de situaciones, el patrón siempre es mismo. Hay un grupo de entre diez a quince niños de distintas edades, dentro del cual siempre hay uno o más adolescentes que incurren en conductas violentas”.
Héctor Águila, uno de los vecinos de la calle Aeroposta que más sufre por estos incidentes, señaló que “los vecinos sabemos claramente que los gobiernos anteriores no han hecho nada más que pintar y refaccionar el lugar”. Pero manifestó que “exigimos que se haga urgente una reforma institucional, no pedimos que se mude el lugar, sino que le den la estructura correspondiente, con la asistencia profesional que permita la contención de los jóvenes y nuestra seguridad”, reclamó”.
Manifestó luego que “Los pibes no nacen malos, vienen de un drama social jodido y lo entendemos, queremos que tengan una oportunidad, un futuro. Porque ellos hoy actúan de manera violenta incluso frente a la policía que no los detiene porque son menores, pero después cumplen 18 años, siguen con esa conducta y los chicos van presos”, advirtió el vecino.
Reconociendo que “Ellos son víctimas de su historia, descargan su bronca contra nosotros y al final todos somos víctimas de la ausencia del estado”. “Es una situación horrible, porque lamentablemente te terminas enfrentando a los chicos, te atacan y a veces no queda otra que ponerse en una posición defensiva”, mencionó.
Relató también que “En el conflicto que tuvimos el año pasado, donde me rompieron la luneta del auto y me pincharon dos cubiertas -que las tuve que pagar yo- tuve la oportunidad de que uno de los chicos accedió a hablar conmigo, me entendió y no hubo más problemas. Lamentablemente no siempre es así, y esta semana fue el caso. También recuerdo que, años atrás, a un señor que trabajaba haciendo la vereda del vecino le disparaban con un aire comprimido”. “En otra oportunidad hice de rescatista en uno de los varios incendios ocasionados intencionalmente, donde saqué del lugar a una criatura de aproximadamente dos añitos”, expuso como algunos de los tantos ejemplos de la situación que viven.
Finalmente indicó que “año tras año hay sucesos de este tipo. Por ejemplo, más de una vez le han gritado obscenidades a mi pareja o a mi madre y ayer precisamente uno de los pibes, desde el techo, les exhibía sus genitales a mi padre y su pareja. Por todo esto estamos cansados, queremos vivir tranquilos y que los pibes tengan contención. Queremos un futuro para ellos y seguridad para todos”, expresó por último Héctor Águila.