El Dr. Carlos Sánchez Posleman dio a conocer una deuda superior a los 80 millones con la clínica y de más de 40 millones con los médicos. Además la deuda de la obra social estatal abarca otras entidades privadas y públicas, con un total estimado en 600 millones. Para hoy estaba prevista la suspensión por 48 horas de las prestaciones pero la medida se levantó ante el compromiso de “un pago parcial”. El último recibido data de septiembre de 2019. Además, Sánchez Posleman planteó la necesidad de una “reestructuración” de la institución, que puede seguir brindando servicios de excelencia a costos más bajos.
Río Grande.- La clínica San Jorge comunicó este fin de semana la decisión de suspender las medidas previstas para hoy y mañana, ante la deuda acumulada por la OSEF tanto con la institución como con los médicos con los que tienen convenio. Si bien hubo un compromiso de cancelar “una parte” de la deuda, hasta ahora llevan cobrado el mes de septiembre de 2019 y en la segunda parte del año pasado comenzaron los retrasos.
Se anunció la decisión de “priorizar el bienestar de nuestros usuarios” y darle tiempo a las nuevas autoridades para regularizar la situación, si bien será necesario “reestructurar” la OSEF para resolver el problema de fondo.
Por Radio Nacional Ushuaia, el titular de la clínica, Dr. Carlos Sánchez Posleman, explicó que “desde el año pasado” viene reclamando a la obra social y al gobierno, y expuso que “la obra social es deficitaria y llegamos un momento en que no podemos seguir financiándola. El último mes pago completo es septiembre del año pasado”.
“Planteamos hace 15 días que necesitábamos cobrar algo, pero no cobramos nada y hay obligaciones vencidas por 82 millones de pesos con nosotros. La obra social debe más de 300 millones de pesos a los prestadores privados y un poco más a los públicos. Los que estamos financiando la salud y la obra social somos los efectores de la provincia”, subrayó, ante una deuda superior a los 600 millones en total.
Médicos sin cobrar
La OSEF no solamente debe 82 millones a la clínica sino más de 40 millones a los médicos. “El último mes pago completo que tenemos los médicos es septiembre. Tenemos algo de octubre pagado, pero está casi todo sin cobrar”, señaló Sánchez Posleman.
“En este mes hemos ido cobrando algo de septiembre, porque cuando terminó el año habíamos cobrado agosto, pero en enero y febrero cobramos un solo mes. La fecha de pago es a 30 ó 60 días, y hasta junio de 2019 la demora era de 30 a 60 días. De junio en adelante se fueron retrasando, hasta llegar a la situación actual”, indicó sobre la herencia de la gestión Bertone.
Crédito para sueldos
El médico dio cuenta de que se vieron obligados a pedir un crédito para poder pagar los sueldos. “Nosotros habíamos solicitado el pago de 20 millones de pesos, de los 82 millones de deuda total. Necesitábamos 9 millones para el miércoles que pasó, y 11 millones el jueves y viernes, para poder afrontar los sueldos; pero me dijeron que tenían que juntar plata para los sueldos de los empleados de gobierno. Tuvimos que recurrir al circuito financiero no bancario, porque no es fácil para el sistema de salud conseguir créditos bancarios. Los bancos no le prestan a clínicas ni a escuelas, porque cumplimos un rol social muy importante y es muy fácil que nos ejecuten; así que tuvimos que salir a buscar plata por otro lado, con intereses muy altos, para poder cumplir con el pago de sueldos. Esto nos va generando más problemas y va a llegar un momento en que vamos a llegar nosotros a una crisis económica”, planteó.
Reiteró que la deuda “con la clínica es de 82 millones, y hay otro monto de más de 40 millones con los médicos que tienen convenio. Son médicos que tienen el 80% de sus ingresos de la facturación a OSEF y no están en condiciones ni siquiera de pagar el alquiler”, advirtió.
Necesidad de reestructuración
Si bien hay un compromiso de pago parcial para esta semana, Sánchez Posleman expuso la necesidad de una reestructuración de la institución, y recordó el proyecto que ya presentó a tal efecto. “Nos pueden resolver el problema de los pagos hoy, pero esto se está tornando insostenible, por eso me interesa reunirme a hablar sobre la problemática integral de la obra social y ver qué piensan hacer para salir de esta crisis a corto, mediano y largo plazo. Hay un problema de fondo que hay que resolver, porque hoy el jubilado aporta de 900 a 2.700 pesos y, si mañana se quedan sin obra social, por una de las prepagas van a tener que aportar 30 mil. No podemos perder el concepto solidario, ni tampoco hacer planes diferenciales donde aporte más el que tiene más plata”, dijo, apuntando a subir el índice para todos. “En los pasivos podría haber un aumento del 3% más, y en los activos de un 1 ó 2% más”, propuso.
El proyecto de su autoría fue ingresado a la Legislatura y contempla una reestructuración completa. “La OSEF es una obra social de excelencia y presta servicios de primer nivel tanto en la provincia como en Buenos Aires, con el hospital Británico y el Italiano, y son servicios caros. Con el presupuesto que tiene la obra social no lo puede pagar. Hay otros servicios de excelencia que no son tan caros, como la Fundación Favaloro, o el Sanatorio Güemes. Hay distintas instituciones de excelencia que no tienen un costo tan elevado como el Italiano y el Británico”, manifestó.
Concedió que cuesta para el afiliado cambiar de lugar y sobre todo de médico, cuando ya está en tratamiento. “La primer forma de explicarlo al afiliado que siempre defiende el hospital público, es que también los hospitales públicos son de excelencia. No conozco ningún hospital pediátrico mejor que el Garrahan. A pesar de ser un efector privado, soy un defensor del sistema de salud y de los efectores públicos, y hay efectores públicos de excelencia, y prestadores privados que no son tan caros como el Italiano. Ellos imponen un sistema de contratación que encarece mucho las prestaciones. Es difícil de explicar pero hay que hacer una reestructuración. Es mi diagnóstico en base a mi experiencia y el conocimiento que tengo de la salud y de la obra social”, sostuvo.
Aseguró que “se puede dar una cobertura de excelencia como la que se viene dando, pero al costo que uno puede pagar. Yo me he presentado ante las distintas autoridades para hablar y mostrarles distintas alternativas. Si bien yo no soy afiliado a la obra social, soy una parte porque la clínica le presta el servicio y desarrolló toda una estructura en base a un cliente importante, como es la OSEF. Nosotros estamos atendiendo el 80% de los afiliados y esto significa un 40% de nuestra facturación”, precisó.
“Esto lo he hablado con el jefe de gabinete, con la ministra de Gobierno y la ministra de Salud, y también lo elevé por escrito. Yo soy optimista y creo que vamos a salir adelante. La prioridad es que el afiliado siga teniendo el servicio, porque lo necesita, por eso hacemos todo lo posible para que no haya un corte. La clínica factura sus gastos y los médicos de la asociación clínica son profesionales independientes que le facturan sus honorarios a la obra social, y nos deben a los dos. Tenemos que salir de esta coyuntura, pero además plantear a corto y mediano plazo las estrategias de trabajo”, concluyó.