Así lo marcó Ángel Brisighelli, Presidente de la Cámara de Turismo de la capital provincial respecto de las medidas económicas anunciadas por el gobernador Melella. Por otro lado señaló que “a diferencia de otros comercios, cuando se levante la cuarentena, al sector del turismo le va a llevar más de seis meses poder recuperarse”. También avizoró una “situación compleja para la próxima temporada de invierno”.
Río Grande.- El Presidente de la Cámara de Turismo de la Ciudad de Ushuaia, Ángel Brisighelli, se refirió a las medidas económicas anunciadas por el gobernador Melella, para lo cual señaló que “las medidas que sacó el gobierno provincial no existe una ayuda real, no hay ninguna ayuda que sea trascendente, salvo el anuncio de los créditos con una tasa del 24% para la liquidación de los sueldos, medida que no es de la provincia, sino del BCRA, es una cuestión a la cual el BTF debía alinearse si o si porque venía del Banco Central, pero medidas de ayuda generada por la provincia no hay ninguna, o están armadas, o presentadas con limitaciones que hacen que nadie sea capaz de llegar a ellas como por ejemplo puede ser ingresos brutos”, sentenció a Radio Nacional Ushuaia.
Con respecto a los ingresos brutos, dijo que “se está hablando de una limitación de tres millones de pesos de facturación anual, es decir aquellos que tienen más de tres millones de pesos de facturación anual no pueden acceder a ese beneficio, pero tres millones de pesos suena muy fuerte, pero son 10 mil pesos de facturación por día, o sea los negocios de Ushuaia ninguno puede acceder a ese beneficio”, criticó.
Puntualmente para el sector del turismo, dijo que “esta situación del COVID 19 ha generado una crisis muy grande, el sector está muy golpeado, no hay nadie que haya salido indemne de esta situación, pero cuando la cuarentena comience a levantarse, los comercios comenzaran a activarse para comenzar a trabajar de alguna manera, pero el turismo no, dado que el turismo tiene una características diferente que nadie viaja por turismo, se viaja por deseo, no por necesidad, entonces cuanto tiempo pasará para que la gente vuelva a desear viajar, hasta que ello no ocurra, no podemos pensar en una reactivación de nuestro sector, y cuando ello ocurra, el viaje se va a realizar dentro de tres o cuatro meses más adelante, no es que se viaja de un día para otro, por lo cual nosotros decimos que la recuperación de esto nos va a llevar no menos de seis meses”, expuso.
Temporada de invierno
Con respecto a la próxima temporada de invierno, donde el turismo brasilero y el nuestro que son el fuerte nuestro, dijo que “los dos están en una situación muy compleja, es probable que toda esta situación afecte de manera muy notable a la temporada de invierno, es una temporada que nosotros la estamos viendo con un peligro real, e importante, dado que no va a permitir a las empresas comenzar a tener ingresos, y tratar que todas las empresas de turismo sobrevivan sin ingresos hasta la próxima temporada alta es por lo menos utópico, no se puede sobrevivir sin ingresos, no se puede sobrevivir a una estructura que está planteada para trabajar de una cierta manera, con un montón de gente contratada para esto, las empresas de turismo son empresas de servicios, y el principal gasto es de personal, y esperar que puedan sobrevivir seis meses sin ingresos es utópico”.
En este sentido dijo que “la rentabilidad de una empresa de turismo está entre el 5 y el 7%, mueve muchísimo dinero, pero ese dinero de la misma manera que ingresa, sale en personal, proveedores, intermediarios, etc.”, sostuvo.
Finalmente refirió que en relación a lo que estamos viviendo hay un “montón de cancelaciones de alojamiento que comenzaron en marzo, y siguen para todo el mes de abril y mayo, la gente no quiere viajar, es una cuestión razonable, de sentido común, entonces todos los hoteles, y prestaciones de servicios estamos recibiendo las cancelaciones por el 100% de lo que teníamos reservado desde mediados de marzo hasta fin de mayo, entonces todo aquello que fue pagado, o adelantado de parte de los clientes se está viendo con los pasajeros de convencerlo de reprogramar el viaje, dado que las aerolíneas no están devolviendo los pasajes, entonces lo que uno trata de hacer es entusiasmarlo para que lo puedan reprogramar a los viajes”.