En el comienzo de la semana, el barril de petróleo en EEUU, para su entrega en mayo, se derrumbó un 300% y cerró en negativo ante un escenario de almacenamientos saturados. Especialistas explicaron las razones de este declive y las perspectivas a futuro. Por su parte el presidente de CECHA, Gabriel Bornoroni, estimó que podría bajar 1 peso el litro de nafta, pero alertó por la pérdida de empleos.
Buenos Aires.- En el comienzo de la semana, el barril de petróleo de referencia en Estados Unidos, para su entrega en mayo, se derrumbó un 300% y cerró en negativo a u$s-37,63 por barril, frente a un mercado devastado por una demanda en caída libre y reservas estadounidenses casi saturadas.
Según los analistas, el precio del West Texas Intermediate (WTI) evidenció la desesperación de los inversores para deshacerse del contrato para que no se les entregue en físico en este contexto complicado para acumular stock.
«Hoy, como golpe letal, nos encontramos que el nivel de almacenaje de los productores petroleros está por llegar al límite, por lo que pronto tendrán que pagar para deshacerse de este; a esto se debe el desplome total de los contratos futuros del crudo», dijo a Ámbito Sergio Morales, presidente de CELAI.
Así, en un mercado saturado, los tenedores de contratos para mayo -que expiran este martes al cierre- tuvieron que encontrar compradores para el petróleo físico lo antes posible.
Emilse Córdoba, directora de Bell Bursátil, explicó que «como los centros de almacenamiento estaban completos, si se llevaban los barriles no tenían donde guardarlos. Por eso empezaron a valer negativo; el costo de almacenamiento del petróleo es alto».
Sin embargo, los futuros del WTI con entrega en junio – vence el 19 de mayo- exhiben un derrumbe menor y se ubican en torno a los u$s21 por barril, mientras que los futuros a partir de septiembre superan los u$s30. Esto demuestra que las expectativas a futuro son relativamente optimistas.
«Los futuros de petróleo siguen estables, por lo que se espera en el mediano plazo una recuperación no solo del crudo sino del consumo y de la producción en sectores demandantes. El mercado prevé una recuperación a mediano plazo», sostuvo Alejandro Demel, economista especialista en mercados energéticos.
¿Por qué el petróleo no encuentra piso?
Durante el primer trimestre de 2020 el petróleo perdió un tercio de su valor y, apenas en marzo, se desplomó un 55%. Previo al declive de este lunes, los precios habían caído hasta niveles de 2002, en torno a los u$s20.
Según Morales, el derrumbe inicial, desde el lado de la oferta, ocurrió a principios de marzo cuando Rusia y Arabia Saudita no se pusieron de acuerdo en reducir los niveles de producción.
La referencia se remonta a la guerra de precios desatada entre Riad y Moscú tras la falta de consenso en una reunión de la Organización de Países Exportadores de Pétroleo y sus aliados (OPEP+) en un contexto de demanda deprimida por la crisis del coronavirus.
De hecho, en el país árabe llegaron a anunciar una intención de llevar sus exportaciones petroleras a un nivel récord de 10,6 millones de barriles por día (bpd) a partir de mayo.
«Como todas las fábricas están paradas, el consumo de derivados de crudo para la generación de energía eléctrica cayó, al igual que el consumo de derivados para combustible en transporte. Todo esto generó que las refinadoras y las productoras estén sobre stockeadas; al tener oferta y no existir demanda, se produjo un shock que está provocando la caída del precio del WTI», agregó Demel.
Hace 10 días, los principales productores de crudo acordaron reducir la producción en casi 10 millones de barriles diarios para impulsar los mercados afectados por el Covid-19.
A pesar del esfuerzo, Morales advirtió que «el mercado comenzó a advertir, frente a los principales indicadores económicos, que este acuerdo podría no ser suficiente para sostener su precio».
Efectivamente, el desempeño del valor del crudo en los últimos días mostró que el desplome de la
demanda parece pesar más que los recortes en los suministros estipulados.
La Administración de Información Energética de Estados Unidos informó de que los inventarios de petróleo subieron 19,25 millones de barriles la semana pasada, reflejando el notable exceso de oferta que no encuentra destinatario en este crisis.
Paralelamente, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) calcula que el consumo mundial de crudo será en 2020 de 92,82 millones de bpd, lo cual representa una reducción de 6,85 mbd con respecto a 2019.
Si la estimación se ajusta a la realidad, sería el primer descenso del consumo mundial anual de petróleo desde 2009 y la crisis financiera.
Estacioneros no prevén bajas en los combustibles
El presidente de CECHA, Gabriel Bornoroni, estimó que podría bajar 1 peso el litro de nafta, pero alertó por la pérdida de empleos.
A pesar del derrumbe del valor del petróleo internacional, los empresarios estacioneros de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y afines de la Argentina (CECHA) descartan una baja del precio de los combustibles en el corto plazo.
“Es muy poco probable que el precio final de los combustibles baje porque correrían riesgo los puestos de trabajo del sector petrolero, principalmente de Vaca Muerta, donde produce petróleo no convencional”, afirmó el Presidente de CECHA, Gabriel Bornoroni en diálogo con Ámbito. “La prioridad son los puestos de trabajo, antes que baje el precio en el surtidor. Que baje $ 1 no le hace al mejoramiento de la economía, pero sí hace daño al puesto de trabajo, hasta sería contraproducente”, agregó.
Este lunes el mercado de los hidrocarburos se vio convulsionado, cuando el crudo West Texas Intermediate (WTI) cayó 300% y pasó a cotizar en terreno negativo U$S-37,63. Según fuentes calificadas del sector, el barril de petróleo WTI para la entrega de mayo se desplomó abruptamente debido a la desesperación por deshacerse del contrato que vence este martes, para que no les entreguen en físico en un contexto complicado para acumular stock. “Te pagan 37 dólares por comprar un barril y llevártelo a tu casa”, graficó con ironía un experto en operaciones a futuro.
En tanto, el contrato de WTI a junio solo cayó alrededor del 10% a u$s 22 por barril, aunque ante la escasa demanda internacional, se espera que en las próximas semana baje más. Y el crudo Brent, el punto de referencia mundial y para la Argentina, cayó solo un 5% a u$s26,50 por barril. El Brent todavía no se desplomó y es otro de los motivos para que no bajen los precios en los surtidores.
Para el dirigente cordobés, esta situación exige acelerar la reinstalación del barril criollo. Desde la semana pasada circula un borrador con membrete oficial con un barril criollo a u$S 45. “se habla de barril criollo para proteger los puestos de trabajo. Sería un sin sentido que haya una baja del precio del combustible mas para la producción de Vaca Muerta que tiene un costo de 45 dólares el barril. Se está mirando la pelea del petróleo por la falta de consumo, que llevó el barril a precios negativos y es un inconveniente, pero es una coyuntura”, señaló el titular de CECHA, y máximo referente de la mesa Estacioneros Unidos.
Alberto BOZ, Presidente de la federación santafesina FAENI, también apunta a un acuerdo entre el Gobierno y las petroleras, por el sostenimiento del precio del barril. “Se habla de un barril criollo para tener un precio sostén de la actividad en el sur argentino y por el parate de Vaca Muerta, que al no ser convencional, necesitaba un piso de 45 a 50 dólares para funcionar. Con lo que está pasando hoy vamos a estar muy complicados”, analizó Boz ante la consulta de este medio.
El titular de FAENI y Vicepresidente de CECHA aseguró que desde ahora habrá que analizar con qué precio podrá funcionar Vaca Muerta. “Debería ser un poco más elevado que el precio internacional, para que no se frene lo que se está trabajando. Hoy las petroleras no podían importar, pero habrá que ver si ahora el Gobierno las deja importar a estos valores, para luego bajar el precio interno. La respuesta específica la tiene las petroleras y el Gobierno. En el esquema anterior, con estos precios del crudo se podía ver una baja en los surtidores, pero con la metodología energética no se qué acuerdo pueden alcanzar”.