En medio de la cuarentena obligatoria, los jardines maternales e iniciales de Río Grande expusieron la crítica situación que los encuentra al borde de la quiebra. El sector solicita ayuda a las autoridades locales y del Estado provincial debido a que no pueden afrontar pagos de alquileres, el ingreso de apróximadante 20 empleadas, entre otros costos de mantenimiento.
Río Grande.- Las Instituciones privadas se agruparon en apoyo mutuo ya que aseguran que con el cierre de sus puertas la situación actual es alarmante. Paola y Verónica integran el grupo de los jardines que solicitan ayuda.
“Hay algunos que están más complicados porque tienen mayor cantidad de empleadas, pero el tema del alquiler nos afecta a todos por igual. Desde que empezó la cuarentena obviamente los niños no asisten al jardín, por ende, los padres desistieron de pagar las cuotas, algunos hicieron aportes solidarios por la situación, pero ahora se vienen los gastos de mayo y la verdad que esto es muy preocupante”, indicó Paola.
Es preciso mencionar que este servicio no está oficializado dentro del Sistema Educativo Provincial, por lo tanto, no perciben ningún tipo de asistencia por parte del Gobierno, como es el caso de las escuelas privadas.
“Estamos viendo la manera de pedir ayuda directamente, si bien estamos enmarcados como un comercio, pero por el trabajo que hacemos no nos sentimos identificados con los pedidos. Nosotros trabajamos con niños, podemos armar un protocolo, pero esto da para largo, eso es lo que nos preocupa porque tenemos 20 familias que trabajan para nosotros que están en incertidumbre”, agregó Verónica.
Ante este panorama, las instituciones más afectadas enviaron una nota al Concejo Deliberante en pedido de un subsidio que ayude a sostener los espacios en los próximos meses.
“Hemos visto que puede existir la posibilidad de un subsidio, que nos puede ayudar en algo, para los sueldos, los alquileres o el pago de servicios, entonces necesitamos que alguien nos ampare directamente, más allá de lo que significa el vínculo con los chicos que los estamos perdiendo porque ellos nos escriben, nos llaman, los papás que cuentan con nosotros también están angustiados, entonces es toda una problemática”.
Además, destacan que “las empleadas tampoco pueden acceder a ningún tipo de ayuda o subsidio porque figuran como empleadas”.
Finalmente señaló que “a medida que se flexibilice los padres nos van a llamar porque van a necesitar dejar a sus hijos y ese es el problema, que no sabemos cómo se va a manejar desde el gobierno para el sector nuestro y cuando vamos a volver a las actividades. Justo se nos dio el aumento de alquileres, renovación de contratos y todo eso implicó un gasto mayor, en marzo con las inscripciones se pudo recaudar un poco más y tener un colchón económico, pero hoy ya es nada, se pierde un montón”.