Rubén Miranda, reconocido taxista de la ciudad de Río Grande, falleció por estos días. Su familia le brindó un homenaje para despedirlo. Lo recuerda mencionándolo como “Un gran padre, fuiste un gran taxista riograndense, amigo de muchos, amigo de las calles de tu ciudad”.
Río Grande.- La carta de despedida que firma su hermana Eugenia comienza expresando: “Adiós Amigo…Esta vez no pude despedirme, te fuiste a un largo viaje. La noche apagó tu voz. Pocos se enteraron de tu partida y un nudo en mi garganta quedo desde aquel día. Rubén Miranda fuiste un gran amigo. Un gran padre, fuiste un gran taxista riograndense, amigo de muchos, amigo de las calles de tu ciudad”.
“Hoy quiero recordarte, hoy 8 de mayo, justo en tu cumpleaños. Quiero recordarte por haber sido un gran hombre. Íntegro, sencillo, humano, servicial, humilde, firme y cariñoso. Tus amigos te decíamos Rubencito. Los no tanto, «el taxista Miranda». Tratabas a todos por igual. Tu sonrisa (la que a veces te costaba mostrar) rompía los hielos más duros. Tras tu mirada seria se escondía un hombre de sentimientos, de servicio.
Tus viajes a veces eran gratis para quien no podía pagarte. Sabías llegar a muchos, con la palabra o con una bolsita de pan. Sabias acompañar en el dolor y en la alegría. Desde que te fuiste siento tristeza, veo a tus calles vacías como si supieran que ya no las recorrerás. Veo a tu parada con una silla vacía, veo a tu casa silenciosa pensando que volverás.
Pero el taxista Miranda recibió un llamado de servicio a la tierra celestial. Sé que allá estás con tus afectos, con los que te precedieron. Aquí solo nos queda tu recuerdo, el recuerdo del eco de tu voz, el mensajito del celu, preocupado de saber cómo estoy. Amigo, con este nudo y una lágrima que corre por mis mejillas quiero decirte gracias, por haber pasado por la vida de muchos, gracias por tu solidaria mano, gracias por ser parte de esta tierra.
En nombre de todos quienes te conocimos. Gracias Rubén Miranda, por tu amistad, por tu cariñosa compañía, por ayudarnos a ser mejores personas, por tu fe, por dejarnos un recuerdo tan limpio, por tu sonrisa cómplice y transparente. Gracias Amigo…Hasta siempre. Te recordará por siempre tu amiga, tu hermana Eugenia”.