Lo dijo Guzmán y lo habilita el nuevo prospecto formalizado el martes en la SEC, que establece un piso de participación y permite re-designar los bonos elegibles. Greylock sumó su apoyo. BlackRock y aliados por ahora no aceptan pero el mercado no descarta que entren. El FMI revisó la propuesta oficial e instó a que el acuerdo al que se alcance «establezca las bases para un crecimiento inclusivo y duradero en el futuro».
Buenos Aires.- La nueva oferta de canje de los USD66.200 millones de deuda externa suma nuevas adhesiones. Tras el ok de los Fintech y Gramercy, este martes se sumó el de Greylock, el fondo de Hans Humes que lidera el Comité de Acreedores de Argentina (ACC), el más dialoguista de los tres grupos. Los otros dos, los hostiles Ad Hoc y Exchange, aún no se manifestaron pero el propio Gobierno espera una declaración inicial de rechazo, fogoneada por BlackRock. Y aunque despliega una ambiciosa estrategia destinada a quebrar la alianza entre ambos nucleamientos a partir de una mejora considerable de los pagos para los bonos del canje 2005 y la tracción de aliados a la firma de Larry Fink, el ministro de Economía, Martín Guzmán, reconoció que el Ejecutivo considera la posibilidad de hacer una reestructuración parcial. El prospecto formalizado en la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) lo permite.
Tanto Guzmán, como el presidente Alberto Fernández y el representante argentino en el directorio del FMI, Sergio Chodos, insistieron en los últimos días que esta oferta es la definitiva. “Es el tiempo de decidir de los acreedores”, enfatizó el ministro este martes en un evento organizado por la Universidad de Oxford que compartió con la economista jefe del FMI y la directora de Investigaciones del Banco Mundial, Carmen Reinhart y Gita Gopinath respectivamente.
A los que ya se decidieron a favor, podría sumarse pronto el resto del ACC. “Estamos examinando los detalles de la última propuesta de deuda, pero parece razonable. Será difícil para los grandes fondos no participar en esta propuesta, porque sería una complicación quedarse fuera”, dijo Humes, consignó Bloomberg. Con este grupo y los que ya aceptaron la propuesta inicial, el Gobierno alcanzaría alrededor del 25% de adhesión. Según fuentes oficiales, la expectativa es llegar rápido al 50% para, a lo largo del próximo mes de vigencia de la invitación al canje, acercarse al 66,6%.
Es que la letra chica del prospecto formalizado en la SEC establece un piso de participación de dos tercios del conjunto de la deuda elegible o el 50% de cada bono emitido por Mauricio Macri y la mitad de los del canje de 2005 para efectivizar la reestructuración. Se trata de una garantía de que no se quedarán con títulos de bajo stock para los bonistas que vayan en busca del “premio” que dispuso el Gobierno para quienes ingresen ahora: un mayor pago de intereses devengados que eleva el valor presente a USD53,5 por cada USD100 de valor nominal, contra los USD52,2 que recibirán los que entren forzados en caso de que se alcancen las cláusulas de acción colectiva (CAC), del 66% en el caso de los bonos M y del 75/85% en los ya reestructurados.
La apuesta para superar la participación mínima e intentar alcanzar las CAC pasa por atraer a los bonistas Exchange mediante la suba de la oferta para los bonos Discount a USD60 y el reconocimieto de los contratos 2005 para ellos; incorporar fondos no agrupados pero con mucho peso propio, como Pimco, con quien el Gobierno se acercó luego de darle salida del Botapo a través de las nuevas subastas en dólares que empezarán en agosto; y realizar una buena venta de la oferta a través de los bancos colocadores, HSBC y Bank of America, a los tenedores minoristas, que poseen más de la mitad de la deuda a reestructurar. La tarea no es sencilla.
El grupo Ad Hoc, el de mayor peso en Wall Street, aún sostiene su rechazo. “Nuestra intención es ponernos de acuerdo con BlackRock, no queremos confrontar”, dijo Guzmán en diálogo con Radio Con Vos. Y explicó que, en caso de no alcanzar las CAC, el Gobierno avanzará en un canje parcial: “Argentina obviamente consideraría tomar eso, porque ya es un avance”. Esto sería posible en caso de que la adhesión supere la participación mínima pero no alcance para una reestructuración total. Entonces, podría apelar a la re-designación: una cláusula incorporada en el prospecto que permite excluir las series de bonos donde no haya mayorías suficientes para arrastrar a todos los tenedores.
Con todo, la posibilidad de que los acreedores más hostiles no está descartada. En ese sentido, el presidente del Banco de Valores, Juan Nápoli, dijo en FM La Patriada que “BlackRock tiene muchos intereses en Argentina” y que hay chances de que “termine arreglando”.
El FMI respaldó la oferta argentina
El Fondo Monetario Internacional (FMI) se pronunció a favor de la propuesta oficial por el canje de deuda oficializada este martes. Destacó que «es un paso importante en el proceso de reestructuración», y llamó a negociar en perspectivas de un «camino sostenible».
El director de Comunicación del organismo, Gerry Rice, informó que la oferta ya fue revisada, que recibió el visto bueno, y la catalogó como «un paso importante en el proceso de reestructuración de la deuda con los acreedores privados».
«Esperamos que todas las partes involucradas continúen trabajando de manera constructiva y oportuna con el objetivo de llegar a un acuerdo que coloque la deuda pública en un camino sostenible y establezca las bases para un crecimiento inclusivo y duradero en el futuro ”, enfatizó Rice.
A través del Decreto 582, la propuesta mejorada de canje de deuda en moneda extranjera bajo legislación no local, ofrece pagar a los acreedores USD 13.800 millones más respecto a lo que lanzó el Ejecutivo a fines de abril.
Con firma del presidente Alberto Fernández, y el Ministerio de Economía, Martín Guzmán, la Casa Rosada hizo efectivo el envío de la enmienda ante la Comisión de Valores de Estados Unidos, la Securities Exchange Commission (SEC), que datalla el pago de 53,5 dólares por cada 100 de valor nominal (USD 13,5 por encima del nivel que aseguraban era «sostenible» para el país en la primera oferta, el 21 de abril) y estará abierta hasta el 4 de agosto.
La estrategia oficial inicia una etapa en búsqueda por quebrar la alianza BlackRock-Exchange, mientras que ya consiguió la adhesión de los fondos más dialogistas. Aún resta saber cómo jugará el mayor administrador de bonistas de inversión del mundo liderado por Larry Fink, y sus aliados de los grupos Ad Hoc y el mismo Exchange.
En los despachos oficiales hay buenas expectativas aunque también cautela. El objetivo es alcanzar las mayorías necesarias para activar las cláusulas de acción colectivas (CAC), del 66% en los bonos emitidos por Mauricio Macri y del 75% en los de la reestructuración de 2005, y poder avanzar en un canje generalizado ya que de conseguirse ese piso de adhesiones todos los tenedores se verían obligados a ingresar y no habría riesgos de litigios en Nueva York.
«Hay un límite al que podemos llegar, este es el límite para cuidar a la Argentina y mantener una relación sostenible con los acreedores. Buscamos llegar a un acuerdo con todos ellos», señaló el Ministro de Economía, Martín Guzmán en diálogo con Telefe