El intendente de Río Grande expresó su malestar por la decisión del Gobierno de mantener las reuniones sociales pese al “alerta máxima” que se desató en la ciudad por el rebrote de COVID, y pidió formalmente por nota que se prohíban. “Le solicité al Gobernador de la Provincia que suspenda las reuniones sociales”, reveló. Desde la administración provincial se decidió reducir de 20 a 10 la cantidad de personas, pero para Martín Pérez no hace diferencia porque igualmente hay contactos estrechos y riesgos de contagio. “Hasta desde el Gobierno nacional nos han dicho que lo que primero es suspender las reuniones sociales”, planteó, al tiempo que cuestionó haberse enterado por los medios del cierre de los accesos. “Es la ciudad de la cual soy intendente”, recordó.
Río Grande.- El intendente de Río Grande cargó contra la decisión del gobierno de mantener las reuniones sociales luego del rebrote de COVID, que “no está controlado” y decidió pedir por nota al gobernador que se suspendan.
“El sábado por la mañana, sabiendo que teníamos 43 casos sospechosos, tomé la decisión de cerrar la atención al público de las dependencias municipales por una semana. Seguiremos trabajando con los servicios esenciales pero vamos a tratar de que las oficinas públicas no sean un ámbito de generación de contagios”, dijo por Radio Provincia, contrastando la situación con la posición del gobierno. “El domingo y lunes se festejaba el día del amigo y el domingo a la noche los bares y las cervecerías estaban llenas. Uno entiende que la gente quiere juntarse pero la situación no está controlada y se deberían haber tomado recaudos”, manifestó.
“No queremos llevar pánico a la gente, pero sí pedir que tomen las precauciones correspondientes, por eso solicité al gobernador de la provincia que suspenda las reuniones sociales, porque es el gran foco de contagio que podemos tener. Hasta ahora la decisión que se ha tomado es disminuir de 20 a 10 la cantidad de personas que asistan a una reunión y cuesta comprender por qué se tomó esa decisión”, enfatizó.
“La situación no está controlada porque tenemos una enorme cantidad de casos en nuestra ciudad. No se puede plantear a los vecinos que hay una situación controlada y no hay que minimizar una situación que nadie quiere que se vaya de las manos”, manifestó. “Es una situación difícil que tenemos que atender con absoluta responsabilidad y no podemos minimizar la realidad”, insistió Pérez, advirtiendo que de no tomarse medidas más estrictas, “los vecinos van a relajarse nuevamente y va a pasar lo que ocurrió estas semanas. No queremos que se siga contagiando gente. El gobierno toma las decisiones que cree convenientes y yo soy respetuoso, pero en el caso de las reuniones sociales no estoy de acuerdo. Me gustaría que alguno me pudiera explicar por qué motivo se tomó esa decisión del punto de vista técnico o médico, porque hablé con muchos médicos y nadie me supo explicar por qué se bajó de 20 a 10. Hasta desde el gobierno nacional nos han planteado que lo que primero deberíamos haber hecho es suspender las reuniones sociales”, aseguró.
Consideró que “los comercios deben seguir abiertos porque no tenemos un problema de contagios ahí, como tampoco lo hay en las fábricas, si siguen los protocolos establecidos de manera correcta. El riesgo de contagio es mínimo. Tampoco hay problema con la gente que sale a caminar por la playa, pero en una reunión en un quincho o en la casa con 10 ó 15 personas, ahí es donde surgen los contagios, porque se abrazan, comparten el vaso y se relajan en esos ambientes. Por eso pedimos que por una semana se corten las reuniones sociales para que no proliferen los contagios y no tengamos circulación comunitaria”, insistió.
Todos en cuarentena
El intendente también consideró que, ante el arribo de un familiar o conocido a una vivienda, “deben hacer la cuarentena encerrados por 14 días sin tener ningún tipo de contacto con el grupo familiar, pero sabemos que esto no es posible, sobre todo cuando la situación habitacional es precaria. En una casa con cinco habitaciones puede ser que se pueda hacer, pero una persona con recursos limitados no puede. Hay necesidad de habilitar hoteles como se ha hecho en otras ciudades del país y del mundo”, pidió.
Sin comunicación
Asimismo, lamentó la falta de comunicación del gobierno, rayana con una falta de respeto a su investidura, al tener que enterarse por los medios del cierre de la ciudad. “Yo me enteré el sábado a la noche por un mensaje del gobernador de que la ciudad de la cual soy intendente, le guste a algunos o no, se cerraba. No digo que la decisión esté mal, pero el gobernador por lo menos debería haberme avisado. Me llamaron medios nacionales sobre el aislamiento de Río Grande y les pedí que hablen con el gobernador, que fue quien tomó la decisión. Yo le tengo que decir la verdad a los vecinos de Río Grande, porque me enteré por un mensaje en la página web del gobierno el sábado a la noche de que el gobernador había decidido aislar por una semana la ciudad de la cual soy intendente. Es un dato objetivo de la realidad y no hay ninguna connotación detrás de eso. El gobernador tiene derecho a cerrar la ruta y no lo voy a objetar, pero me hubiese gustado tener una palabra y salir juntos a plantearlo”, dijo.
El intendente instó a “pararnos por encima de algunas diferencias coyunturales que podemos tener. Rodríguez Larreta y Axel Kicillof no tienen nada que ver del punto de vista ideológico y sin embargo están trabajando en conjunto. Simplemente planteo esto y me vuelvo a poner a disposición del gobierno para trabajar en una mesa y consensuar una estrategia sanitaria para nuestra ciudad”.
“Si la provincia nos hubiese querido convocar, nosotros estamos a disposición para pensar una estrategia en este sentido, y lo que menos queremos es poner palos en la rueda ante esta situación que estamos viviendo. Esto ha generado un gran estrés en los vecinos de Río Grande y hay un enojo muy grande en la sociedad”, afirmó, pidiendo a la clase política “mostrar cierta seriedad”.
“Tenemos vuelos programados y claramente hay que extremar los controles a los que llegan. Si no son servicios esenciales, hay que controlar si tienen domicilio o no en la provincia, y luego extremar los controles para que se mantengan aislados. Si no tienen los medios, hay que acompañarlos y brindarles un ámbito adecuado para el aislamiento”, señaló.
“Hubiese sido bueno conversar estos temas en una mesa de trabajo conjunta, pero lamentablemente esto no ha sido posible. Siempre nos hemos puesto a disposición y el gobernador lo sabe. La provincia tiene que entender que podemos no estar de acuerdo en esa mesa, pero es cuestión de sentarnos y dialogar, para acordar una estrategia en conjunto y evitar estos problemas, que no queremos que se agraven. No queremos que esta situación se vaya de las manos”, concluyó.