La diputada de FORJA Mabel Caparrós expresó su malestar por los cruces permanentes entre el Municipio de Ushuaia y el Gobierno de la provincia, y pidió dejar para más adelante las cuestiones electorales. Ante la amenaza del virus, consideró que no se pueden poner en duda las decisiones del gobierno que, además, se toman en consonancia con el Ministerio de Salud de la Nación. Lo comparó con la actitud de Juntos por el Cambio hacia el gobierno nacional. Respecto del impuesto a la riqueza, espera que se apruebe en la próxima sesión, dado que ya tiene dictamen.
Río Grande.- La diputada nacional de FORJA Mabel Caparrós dialogó con Radio Nuestras Voces 92.7 sobre el tratamiento del llamado “impuesto a la riqueza”, que ya obtuvo dictamen en la Cámara baja. Señaló que “se fue achicando la cantidad de gente alcanzada. Son cerca de 7.900 los que tienen bienes declarados por más de 200 millones de pesos. En realidad se debería haber tratado ya, porque esto va para mejoramiento de barrios, para ayudar a los que menos tienen. Es un apoyo solidario de los que más tienen por única vez. Debería haber sido voluntario y no tener que salir por ley. No es sobre bienes destinados a la producción sino de uso personal o suntuario, así que no afecta nada que tenga que ver con la producción o el desarrollo empresarial”, aclaró.
“Es un aporte que debieran hacer con gusto y se está planteando esto en el mundo entero, por cómo ha golpeado la pandemia, para que los que más tienen sean solidarios con los que la están pasando peor. Creo que va a salir, porque ya está listo el dictamen y se aprobará en Diputados”, avizoró.
Respecto de las objeciones de Juntos por el Cambio, indicó que “están en oposición a todo lo que pueda ser una solución para la Argentina. Se dicen nacionalistas, hablan de la bandera, de la paz, y están haciendo todo lo posible para que no se pueda gobernar. Seguramente no vamos a contar con ellos para acompañar este proyecto, pero sí con los aliados que tenemos en la Cámara de Diputados, que entienden la necesidad de la Argentina de ayudar a los que la están pasando mal”.
Consultada acerca de si será coparticipable este impuesto, dijo que “va a ser coparticipable a través de la asignación específica que tienen los fondos, porque están destinados a mejoramiento de barrios y a una serie de programas del gobierno nacional. Se va a coparticipar lo que le toque a cada provincia de esos programas”.
En el caso de los que vivan en Tierra del Fuego, recordó que “estamos exentos del pago de estos tributos y habría que ver si tienen bienes en otros lugares y superan los 200 millones. En ese caso van a tributar aunque vivan en la provincia. No pasa por la radicación de la gente sino por dónde están los bienes. En principio Tierra del Fuego estaría exenta y será un tema para ver. Si alguien tiene más de 200 millones en Tierra del Fuego igualmente debería ser solidario y pagar”, opinó.
Manifestaciones contra la vuelta a Fase 1
Por otra parte, hizo referencia a las quejas de comerciantes por la vuelta a Fase 1: “Vemos que hay un enorme esfuerzo del gobierno por acompañar a todos los sectores más golpeados por la pandemia, como lo está haciendo el gobierno nacional, y por otro lado hay una resistencia a entender que el virus existe. El sector de la salud tiene un techo, tiene límites, por más que se logró equipar el sistema sanitario de la mejor forma posible. Pero no se pueden tener 15 mil respiradores o 14 mil terapistas, porque no existen en el mundo. Hay un grupo acotado de médicos y enfermeros abocados a la atención de los pacientes y están con un estado de agotamiento que hay que mirar”, reclamó.
“Uno escucha a la gente que está cansada de vivir en esta pandemia, con las limitaciones que nos imponen, y entran a transgredir todo lo pautado del punto de vista sanitario. Acá se cree que es el gobierno el que está inventando exigencias a la gente para convivir con esta pandemia, y es al revés. El gobierno quisiera gobernar en la mejor situación posible, no de esta manera, porque venimos con una provincia muy golpeada por los cuatro años anteriores durante el gobierno de Macri, con pérdida de empleo y un golpe muy duro a la economía fueguina. Hoy en lugar de estar abocados a solucionar eso, estamos abocados a resolver la pandemia, que trae más pobreza, desocupación y crisis económica”, planteó.
“Yo discuto también con la gente, porque están cansados de cuidarse y tomar recaudos frente a esta enfermedad, y esto es atentar contra los propios intereses. El comercio se queja porque los cerramos, pero si no los cerramos se saturan los hospitales. Se enojan con el gobierno pero tampoco hacen lo necesario para bajar esta curva, para abrir de vuelta y brindar servicios a la gente”, cuestionó.
Consideró que “la marcha que se hizo en Ushuaia fue algo tremendo, porque en pocos días duplicaron la cantidad de contagiados, y siguen creciendo. En lugar de colaborar, no se dan cuenta de que con esas marchas están sumando más contagiados. Hay errores en la gente que, en lugar de colaborar y bancarse los siete días de aislamiento y esta vuelta a fase 1, hacen estas cosas. Para poder abrir a los siete días se necesita la colaboración de todos, de los comerciantes que no salgan a la calle a manifestarse para no contagiarse. Pueden hacer ruido desde las casas, otro tipo de manifestaciones, pero no estas”, manifestó.
“Esto se ha repetido en cada lugar del país y es mucho más difícil para el sistema sanitario manejar la pandemia que nos toca vivir. Río Gallegos estuvo sin camas en sus hospitales hace pocos días, lo mismo Comodoro Rivadavia. Cuando empiezan a golpear puertas con un paciente grave en ambulancia y no lo reciben porque no hay respirador o camas, es lo peor que nos puede pasar. Para que no suceda eso, tenemos que tratar de cuidarnos”, sostuvo.
“Creo que puede haber errores de comunicación también y deberían revisarse, pero a esta altura todos debemos saber que si estuvimos con alguien que está contagiado hay que quedarse en la casa. Son cuestiones básicas para convivir con esta pandemia sin cerrar los negocios ni cambiar nuestra forma de vida”, subrayó.
Hacia una cuarentena estricta
Consultada acerca de si cree que vamos hacia una cuarentena estricta, opinó que sí. “Yo visualizo que sí porque esto está pasando en todo el país. Córdoba le estaba pidiendo al presidente volver todos a fase 1. Se entra en crisis en las distintas localidades, porque nosotros tenemos un hospital público y sanatorios que están cubriendo una parte de COVID, porque también tiene que atender a pacientes crónicos u otras patologías. Cuando tuvimos el peor pico en Río Grande y aparecían positivos de COVID por todos lados, tuvieron que venir médicos de Ushuaia a colaborar, porque se satura el sistema, los médicos se cansan y se enferman también, porque tuvimos médicos contagiados. Si las dos ciudades están en igualdad de condiciones se le va a poner pesado a todo el sistema de salud”, advirtió.
“En vez de aplaudir al sistema de salud o agradecerle a los médicos, lo mejor que podemos hacer es protegernos para no contagiarnos y no sumarles más pacientes de los que ya tienen. En estos días internaron 12 personas más en el hospital de Río Grande, y la única forma de parar la pandemia y que la economía funcione, que los negocios estén abiertos y podamos recuperar la actividad económica, es con distanciamiento social, uso de barbijo, manos con alcohol, evitar reuniones sociales, juntarse para comer un asado. Los contagios se van a dar igual, pero de una manera más progresiva. Esa progresividad permite que los hospitales trabajen tranquilos, atiendan el caudal de pacientes y que no entremos en un desborde de cantidad de pacientes”, expuso.
Apeló sobre todo a “la gente joven, que tiene que entender que en la medida que se cuiden no le suman pacientes a los hospitales. Hay que hacer mucho hincapié en esto”.
Cruces entre municipio y gobierno
También fue crítica de la actitud del Municipio de Ushuaia con el gobierno, ante cruces mediáticos permanentes. “Lo veo con preocupación, y no hay peor astilla que la del propio palo. Nosotros nos quejamos en Buenos Aires de Juntos por el Cambio porque la actitud es de confrontación permanente. Dentro de Tierra del Fuego estamos viviendo esto con aquellos con los cuales compartimos los mismos objetivos políticos, trabajamos para el mismo candidato a nivel nacional y no se puede lograr acá la unidad. Estamos con estas diferencias y discusiones que, en lugar de ayudar a que la gente se sienta más segura y cuidada, genera dudas en la población. Aprovechan que la gente está irritable porque nadie quiere estar encerrado. Toda esa irritabilidad en el orden nacional es aprovechada por Juntos por el Cambio. En Tierra del Fuego parecería que los que se alinean en ese espacio son algunos funcionarios de la Municipalidad de Ushuaia. No puedo creer lo que dicen y son compañeros que los conozco de toda la vida. No puedo creer los cuestionamientos que hacen, que son hasta infantiles, porque plantean por qué cierran, por qué toman esta decisión o por qué no los consultaron”, dijo.
“No hay otra decisión, y que le consulten a cualquier especialista cuál es la forma de contrarrestar esta pandemia. Es la única posible cuando tenemos un brote como estos días en Ushuaia, si no queremos que se nos muera la gente. Además saben que se está trabajando con el Ministerio de Salud de la Nación todo el tiempo. La verdad, agotan, porque la política debe ser de construcción. Uno puede tener diferencias políticas pero en algunos temas no podemos estar cuestionándonos entre nosotros y perdiendo de vista al enemigo, que es el virus”, sentenció.
“Estas cosas me generan mucho malestar, porque podemos discutir una cuadra de pavimento, pero hay cosas que son de coyuntura, como esta situación sanitaria, que es una guerra contra un enemigo invisible. No lo puedo comprender ni compartir, y lo mismo le hace Juntos por el Cambio al gobierno nacional. Le discuten a los mejores epidemiólogos que tiene la Argentina y hay que tener cara para discutir esas cuestiones. Acá se pretende hacer lo mismo y los que salen perjudicados son los ciudadanos, porque además de todo lo que está pasando tienen que bancarse esto”, fustigó.
Le dio un tinte electoralista a esta confrontación y sugirió que “las cuestiones electorales hay que dejarlas para un poco más adelante, y en uno o dos años ahí sí diferenciarnos y discutir todo lo que se quiera, pero no esto, que tiene que ver con la vida de nuestros vecinos. A nosotros se nos murieron un montón de vecinos en Río Grande, Ushuaia todavía no ha pasado por esa instancia”, concluyó.