El secretario general Julio Ramírez cuestionó la demora en el inicio de la obra pública por falta de pago de las deudas que mantiene el gobierno con varias empresas. Aseguró que en el ministerio a cargo de Gabriela Castillo “no mueven los papeles” y la hizo responsable de la situación crítica de los trabajadores. Le recomendó que, si su personal no le responde, lo cambie, y advirtió que la temporada es muy corta para seguir esperando. Aseguró que mantiene diálogo con el gobernador Melella pero “hace un año” viene prometiendo que las obras van a comenzar. De parte de las empresas la respuesta es la misma: nadie quiere empezar porque no cobran.
Río Grande.- El secretario general de la UOCRA, Julio Ramírez fue consultado por Radio Universidad 93.5 sobre la situación de la obra pública, y expuso su malestar porque todo sigue paralizado.
“Dicen que las obras empezaron, pero no es así. El gobierno quiere que las empresas empiecen a trabajar. Las llama, les dice que larguen y empiecen a trabajar, pero el poncho no aparece. Las empresas le plantean que, si toman 70 personas cómo hacen para pagarles. Les dicen que empiecen, porque les van a pagar, pero saben que no les van a pagar, porque hasta ahora no les pagaron las redeterminaciones, por eso no quiere empezar nadie”, sostuvo.
Mencionó que “Proyectos Fueguinos tiene casi terminado el gimnasio, y hace tres quincenas que la gente no cobra. Yo fui a hablar con la empresa y me dicen que el gobierno les debe 7 millones de pesos y no pagan, que no tienen plata para pagarle a la gente. Tenemos las viviendas de ATE, donde falta poco para que se terminen. Si Proyectos Fueguinos toma 30 personas esas viviendas se terminan, pero ese proyecto es del IPV y parece que no hay nadie, no están los papeles, no hay nadie que se haga cargo de nada. Hay una deuda y tampoco se puede determinar. La gente está toda en banda. Si no paga el gobierno, las empresas no tienen plata para pagar y están arruinadas”, manifestó.
También indicó que a la empresa Cóccaro le deben más de 160 millones: “Yo no sé si tendrán algún problema personal con Cóccaro o qué pasará. Tenemos la obra de la margen sur, con 120 compañeros para que trabajen ahí, pero la empresa no se quiere arriesgar por temor a que después no quieran pagar. El gobierno no les dio un peso, les dijo que arranquen y les prometió que les iban a pagar, pero hasta ahora el poncho no aparece. Así pasa con una serie de obras, hay algunas donde faltan 25 millones para terminar y no les pagan”, dijo.
“Hay una empresa que está trabajando en algunas escuelas de Río Grande, ya pusieron estructuras, estaban haciendo gimnasios, quedó parado con la pandemia y ahora que podrían seguir, tampoco les pagan un peso. En este caso es la empresa Costa Azul. Ahí tenemos 50 puestos de trabajo totalmente parados también. Así ocurre en Ushuaia, con el hospital y con otras obras. Es todo blablá pero no se hace nada. Todo está parado”, reiteró.
La ministra “es la responsable”
Consultado acerca de si habló con la ministra Gabriela Castillo, dijo que la vio “hace una semana y se enojó porque le dije que era mentirosa. Ella dice que estamos haciendo esto y lo otro, pero en realidad no están haciendo nada. La ministra miente y, a cualquier periodista que me quiera acompañar, lo llevo a todas las obras que nombra la ministra, para ver si están trabajando. No está trabajando nadie y está todo parado, la gente de la construcción está en banda directamente”.
“Ahora conseguimos changas, alguna obra privada, para que se arreglen los muchachos, pero no quiero pensar lo que va a ser diciembre. Lo que creo que va a pasar es que algunas empresas van a terminar las obras, porque están cansadas, pero no las van a entregar hasta que no les paguen todo”, avizoró.
Advirtió que ya hay causas complejas por obras terminadas y no pagadas en gestiones anteriores, por lo que esta situación puede acarrear problemas judiciales.
Respecto de la adjudicación ayer a CONINSA de la obra del gasoducto, con una inversión 826 millones, recordó que “la empresa estuvo haciendo un corte en Río Grande y otro en Tolhuin, pero se paró todo en Tolhuin porque no nos tomaba la gente y traían de afuera. A esa empresa le adjudicaron la obra ahora, y cuando se adjudica una obra de esa envergadura calculo que la empresa tendrá que venir a fin de mes a preparar el obrador, traer las máquinas, armar el campamento para empezar a trabajar. Esto que se adjudicó tiene un plazo de 90 días para el inicio de obras. La plata está y la debe tener el gran bonete, porque nadie dice nada”, cuestionó.
“Yo no tengo nada contra el gobierno, lo que quiero es trabajo para la gente, pero creo que a la ministra el cargo le queda grande. Nadie mueve los papeles y la ministra tiene que manejar el barco, decirle a la gente que haga las cosas. Yo le echo la culpa a ella porque es la que tiene que accionar en este sentido”, disparó.
Según dijo a este medio el Ministro Fernández, cuando llega un expediente, él lo paga, pero si no le llega no lo puede pagar. “Por eso digo que la ministra tiene que llevar el mando, porque está delante de todo. Si la gente que tiene alrededor no le responde como debe ser, que la cambie por gente que tenga ganas de trabajar. Así como estamos, están todos los papeles parados, las empresas no cobran las redeterminaciones que le deben porque los papeles no se mueven. La planta que tiene que hacer Cóccaro está adjudicada pero la plata no aparece, y no sé lo que pasa”, planteó.
Se le preguntó si ante esta situación prevé movilizar a los trabajadores. “Vamos a tener que salir a la calle si no empiezan las obras. Algo tenemos que hacer. Yo le creí a la ministra cuando dijo que iba a empezar el microestadio, pero hablé con el empresario y me dijo que le depositaron el 5% y que los primeros días de noviembre iba a empezar a tomar gente. Hablé con Cóccaro y me dijo que le prometieron que iban a empezar, había mandado a revisación médica a los compañeros, y por eso nos quedamos en el molde, pensando que iban a largar, pero de repente se paró todo otra vez, porque no cobraron”, expuso.
Con la obra de Laguna Seca “lo que tengo entendido es que estaba terminada. La empresa dice que le deben, faltan las conexiones eléctricas de las bombas pero si no les pagan no lo van a hacer”, aseveró.
“Ya tenemos el juicio con los chinos, y la que trabó todo cuando era diputada fue Rosana Bertone. Vino el barco a Ushuaia con el cemento, con las máquinas, para empezar con la petroquímica porque ya habían arreglado con el gobierno de Fabiana Ríos para que la obra empiece a caminar. Pero después la Aduana no dejó descargar el barco y se fueron a Punta Arenas. Cuando Bertone fue gobernadora, los chinos volvieron a ver si podían tener una conversación y dijo que no quería tener ninguna conversación con ellos. Si ella no hubiera puesto trabas, creo que la obra se hacía. De los chinos quedaron 33 millones de dólares y no se los van a regalar. Van a tener que ponerse de acuerdo para tratar de salvar eso, para que el pueblo de Tierra del Fuego no termine pagando un capricho”, analizó.
Ante estas supuestas trabas de Bertone, se le pidió opinión respecto de si puede ocurrir algo parecido con gente que quedó de la gestión anterior y está trabando los pagos. “No lo sé, puede ser. Yo hablo con el gobernador, políticamente yo soy peronista y no tengo nada contra él. Estamos para colaborar y que la provincia salga adelante. Ya le dije un montón de veces que arranquemos con las obras, me dijo que me quedara tranquilo que iba a arrancar, pero no pasa nada. Un año va a hacer que me viene diciendo lo mismo. Yo no tengo nada contra él políticamente y no hablo mal de él. Hablo porque necesitamos las obras, estamos en plena temporada, y no empezamos nada. Los obreros de la construcción estamos arruinados, la gente no tiene para pagar el alquiler ni para pagar nada. Como sindicato hacemos todo lo posible, tratamos de sostener a los compañeros, pero ya se hace imposible y la temporada es corta. A fines de marzo ya se termina todo”, alertó.
“Lo único que pedimos es que empiecen las obras para que la gente pueda trabajar. Como gremio no podemos resolver los problemas que puedan tener ellos. Yo pido trabajo para nuestra gente y acompañar al gobierno si lo tenemos que acompañar para que esto salga adelante. Vamos a esperar un tiempito para ver qué pasa con el microestadio, para ver si empiezan a tomar gente; me voy a comunicar con la empresa CONINSA a ver si empiezan a hacer el obrador, para que nos tomen gente también. Seguiremos esperando a ver qué van a hacer las empresas”, se resignó.
Obras municipales
Finalmente cifró expectativas en la obra pública municipal. “El municipio de Ushuaia tiene varias obras para hacer, empezaron a hacer asfalto por administración y ya contrataron alguna empresa para que haga asfalto también. En Río Grande también estamos esperando que empiecen obras de asfalto desde la municipalidad con empresas privadas. Esperamos que empiecen a tomarnos gente”, concluyó.