César Isella actuó en Río Grande hace 29 años

El Profesor Miguel Vázquez tuvo un recuerdo para César Isella quien falleció en la Víspera. Vázquez lo presentó en la Casa de la Cultura hace casi 30 años. Una foto del cantautor con la pequeña Micaela, hija de Miguel y una dedicatoria, es lo que queda en el recuerdo.

Río Grande.- “Hoy nos dejó César Isella, uno de los cantantes y compositores de folklore más respetado de nuestro país y todo un ícono de la música popular latinoamericana”, recordó el profesor Miguel Vázquez.

Agregó que “en 1992 el escenario de la Casa de la Cultura lo tuvo como protagonista y tuve el honor de presentar su recital. En una de las fotos tiene en brazos a mi hija Micaela, la otra foto es de la tarjeta que guardo de ese recuerdo…”.

El músico y compositor folclórico César Isella murió ayer a la edad de 82 años por un problema cardíaco, según se informó. El artista folclórico salteño padecía una cardiopatía severa que surgió a raíz de los tratamientos a la que fue sometido en 2012 por una enfermedad. A mediados del año pasado había estado internado en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires.

El Diario Página12 recuerda que el autor de “Canción con todos” y “Canción de las simples cosas”, nació en Salta el 20 de octubre de 1938. Isella fue uno de los cantantes y compositores de folklore más respetado de la Argentina y una de las figuras del Movimiento del Nuevo Cancionero. Además, fue quien impulsó la carrera de Soledad Pastorutti.

La carrera de Isella tomó impulso en 1956 cuando se sumó a un grupo creado tres años antes y que fue decisivo en la música folklórica: Los Fronterizos. Permaneció en el grupo hasta mediados de los 60. Se fue para iniciar su carrera solista después de haber grabado con Los Fronterizos la Misa Criolla de Ariel Ramírez, una de las cumbres de la música popular argentina.

Tras su paso por Los Fronterizos, Isella adhirió al Nuevo Cancionero, el movimiento que auspició Armando Tejada Gómez desde Mendoza, y del que participó una joven Mercedes Sosa. Junto a Tejada compuso los clásicos «Canción de las simples cosas» y «Canción con todos», que en la voz de la tucumana tuvieron versiones memorables. Junto a Hamlet Lima Quintana fue el autor de «Zamba para no morir».

Isella padeció el exilio al producirse el golpe de 1976. Regresó en 1983 y retomó su carrera. En los años 90, al tiempo que descubrió a Soledad, dirigió tres años seguidos la «Peña Oficial» Festival Nacional de Folklore de Cosquin, que incorporó a artistas jóvenes.

Además, fue director general del Teatro General San Martín, y vicepresidente de Sadaic (Sociedad Argentina de Autores y Compositores). Otros títulos de su producción son «Fuego de Animaná», «Canción de lejos», «Canción para despertar a un negrito» (sobre un poema de Nicolás Guillén), «Canción de la ternura», «La patria dividida» (en base a versos de Pablo Neruda).

El 25 de septiembre de 2012, Isella fue nombrado Embajador de la Música Popular Latinoamericana (con rango y jerarquía de Subsecretario), por la Secretaria de Cultura de la Presidencia de la Nación.

 

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