El gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Gustavo Melella, expresó su preocupación y repudió las agresiones sufridas por el presidente Alberto Fernández en su visita a las zonas afectadas por los incendios en Chubut.
Río Grande.- En diálogo con la señal de noticias C5N, el mandatario fueguino Gustavo Melella expresó su «amargura» por los actos de violencia que se produjeron el sábado por la tarde en Lago Puelo, al sostener que “los argentinos no queremos más la violencia y menos a la figura del Presidente que lo es de todos los argentinos y argentinas. Uno puede tener una idea pensar a favor o en contra de la minería, pero nunca con este nivel de violencia”.
Melella confesó que «no lo podía creer mientras lo estaba viendo» y si bien se mostró respetuoso de las manifestaciones de protesta por los motivos que sean, «nunca debemos aceptar este nivel de violencia».
«Además -puntualizó-, porque Alberto no fue a hablar de minería sino que a dar ejercer un acto de compromiso y solidaridad con lo que está pasando hoy en Chubut. Fue a estar a un lado de un pueblo que sufre».
El gobernador fueguino sostuvo que «lo conozco al presidente, no soy amigo de él, pero sé que siempre se pone en el lugar del otro. Le he hablado de cosas de la provincia y siempre se ha puesto en el lugar del otro. No lo ha hecho por campaña; le nace».
Respecto a las manifestaciones violentas que se vivieron en esa localidad chubutense, Melella puntualizó que «hay mucha responsabilidad de los dirigentes y de los medios de comunicación. Estamos en medio de una pandemia, donde todos los días se nos muere un argentino una argentina, donde el gobierno nacional ha hecho grandísimos esfuerzos para mantener el empleo. Debemos ser un poco responsables, algunos se han extralimitado».
En ese contexto, señaló que «ciertos discursos de ciertos dirigentes y medios incentivan a la violencia. Y después nos pasan estas cosas y todos salimos a repudiar, pero mañana alguno la va a estar incentivando. Tiene que haber condena permanente a todos los que incentiven la violencia. No nos merecemos vivir algo como lo que se vivió hoy. Cada uno se puede expresar, pero respetando al otro».
«Los dirigentes, que estamos en un lugar de servicio, los comunicadores sociales, tenemos que advertir de esto a la población -insistió-. Porque siempre hace más ruido esto; porque hay millones de argentinos que viven en paz, que salen a trabajar o a buscar un empleo, acompañan, entienden la situación, pero hay un grupo que no. Y esto hay que advertirlo».
Para Melella, lo ocurrido este sábado «no surge de un estado de ánimo simple, surge por un grupo de gente que siempre está sembrando el odio y la violencia. Un sector de la oposición, no todo y esto hay que destacarlo, Cree que se beneficia con estas acciones».
Habló de una «sectores que llaman permanentemente a una violencia, simbólica, directa, verbal, con lo que sea», pero «hay que tener un mínimo de conciencia, decir paremos la mano, esto está mal, esto es violento. Cuando vengan las elecciones, que será más adelante, también deberá primar el respeto. Esos que se dicen ser progresistas, son los más conservadores y retrógrados que hay».
Respecto a la situación en su provincia, sostuvo que «nos preocupa generar empleo y desarrollo porque venimos de cuatro años del gobierno anterior, que vació la industria nacional y de Tierra del Fuego, perdiendo muchísimos empleos.
Todos tenemos que ser muy responsables en sembrar la calma y la paz social. Ninguna ideología, ningún objetivo personal ni político justifica la violencia, desestabilizar ni jorobar al otro. Nosotros bregamos por mantener la paz permanentemente».
Finalmente, y consultado acerca de la controversia surgida por la actividad minera en Chubut, Melella expresó que «el gran problema es demonizar una actividad económica o productiva. Se puede hacer bien o mal. No porque se trate de minería significa que se haga mal. Pero tiene que haber una mesa de discusión, hay que sentarse y acordar. La discusión tiene que ser técnica, ni afectiva ni moral. Pasó con la despenalización del aborto: si se discutía desde el lado religioso no avanzábamos; la discusión era sanitaria, técnica. En esto debemos hacer lo mismo. El gobierno sé que lo hace, sienta a las partes y si se aprueba será con todos los controles que tiene que haber para no poder en peligro a la población. Y si no se aprueba, tendrá que ser por razones netamente técnicas, no ideológicas o de egoísmos».