“Hay un 30% de plazas en Ushuaia que no abrieron y eso implica que toda esa gente que no ha llegado a Ushuaia a alojarse, y obviamente nada de cruceros y barcos, no ocupe hotel, transporte y no compre en los negocios ni cene en los restaurantes locales”, describió Oscar Rubinos, flamante Presidente de la Asociación Argentina de Hoteles de Turismo de Tierra del Fuego.
Tolhuin.- El flamante Presidente de la Asociación Argentina de Hoteles de Turismo de Tierra del Fuego, Oscar Rubinos, dialogó con la 95.1 en “De menos a más” donde se refirió a la expectativa del turismo interno para esta temporada invernal, la dificultad que continúan atravesando el sector y del perjuicio que sigue generando la gran cantidad de alquileres temporales sin habilitar que ofrecen servicio de alojamiento en la provincia.
Sobre su nuevo rol en la Asociación, consideró que “había que colaborar porque es una situación muy difícil por la que estamos pasando, donde difícilmente alguien pueda estar preparado para una cosa así, tanto en lo privado como en lo público. Son cosas que tenemos que ir resolviendo momento a momento y cuando pensábamos que se estaba terminando, otra vez estamos en esta situación de incertidumbre. Queremos colaborar y ayudar y tomar la posta del trabajo que ya venían llevando adelante quienes integraban las distintas cámaras”.
La realidad de la hotelería fueguina
Consultado sobre la cantidad de puestos de trabajo que dependen del turismo local, Rubinos precisó que “en Ushuaia hay un número del que la mayoría están de acuerdo y ronda entre 15 y 16 mil empleados que directa o indirectamente están relacionados con el turismo de la capital. En Tolhuin, es cada vez más importante este sector y la gente, por distintos motivos, tiene más relación con el turismo; obviamente, mucho turismo interno que en Tolhuin tiene un doble impacto no solo desde lo económico sino también desde la necesidad de contar con más lugares para poder ir a visitar, distraernos y hacer cosas y en este momento en el que hubo muchos meses en el que no se podía viajar, todos hemos comprendido más la necesidad de tener los lugares habilitados para poder visitarlos. Hoy no podía precisar la cantidad de empleo que se ha perdido, pero hay un 30% de plazas en Ushuaia que no abrieron y eso implica que toda esa gente que no ha llegado a Ushuaia a alojarse, y obviamente nada de cruceros y barcos, no ocupe hotel, transporte y no compre en los negocios ni cene en los restaurantes locales”.
En este sentido, expresó que “también hay que ver la parte positiva que hemos podido empezar a trabajar en diciembre pasado. Si bien el porcentaje de ocupación en nivel general ronda el 50 y 55 por ciento, si uno tiene en cuenta toda la disponibilidad de camas que hay en Ushuaia, estamos en ese número. Teníamos la idea de que iba a ser una continuidad y hoy estamos recibiendo muchas cancelaciones para lo que resta de abril y muchas modificaciones de fechas sumada a la situación de estancamiento en reservas y consultas. Por lo menos hasta julio, pareciera que el escenario será así”.
El Presidente de la Asociación Argentina de Hoteles de Turismo de Tierra del Fuego trazó “dos realidades: por un lado, lo que sucedió en abril del año pasado cuando arrancó la pandemia y la primera cuarentena, donde todos planteaban que durante un mes todos los representantes tenían una cierta espalda para poder sostener los gastos que conlleva un hotel o un restaurante. Con el correr de los días todos observamos que no iban a ser solamente 15 días de cuarentena y a partir de abril comenzaron a ponerse a disposición distintas herramientas como los ATP y la posibilidad de tener una quita en las cargas sociales. La Provincia permitió una reducción en la DPOSS y Energía como algunas postergaciones en pagos. En ese momento, muchas empresas optaron por tomar créditos que se estaban ofreciendo y que hoy continúan pagando y esa también es otra complicación; y a través de una Ley Provincial, el Gobierno puso en marcha el Programa PROGRESO que realmente ha sido muy importante y con eso se fue solventando pensando en empezar una temporada de verano que es positiva por haber empezado a trabajar pero si uno mira los números fríos hay mucha diferencia en lo que son las temporadas y para lo que Ushuaia está preparada.”
Asimismo, reveló que “hay hoteles que están cerrados desde marzo del año pasado y muchos están endeudados, pagando créditos y hoy no está el ATP más allá de que hay una ayuda significativamente menor de parte del Gobierno Nacional”.
Para Rubinos, si este panorama se extiende mucho más, “confiamos en que habrá otras ayudas económicas porque sino es imposible. Hay que entender que para la reactivación es necesario que después todos estén en pie. No sirve de nada que se salven dos hoteles y una agencia de turismo porque la cantidad de turismo que necesita, en el caso de Ushuaia, por la infraestructura que tiene montada, es la cantidad de turistas que viajaron durante 2018,2019 y 2020. Para que exista turismo, tienen que estar los catamaranes, hoteles, gastronomía y el tren funcionando. Cuando arranque el turismo nacional e internacional, si no está todo eso funcionando, vamos a tener un porcentaje menor de turistas que llegan a nuestra provincia porque habrá hoteles o paseos sin funcionar. Es importante sostenerse para garantizar que el día que arranque, la infraestructura esté lista”.
Crecen los alojamientos temporarios sin habilitación
En otro orden de temas, Rubinos también hizo hincapié en la preocupación que existe por la gran cantidad de alquileres temporarios que, sin contar con ningún tipo de habilitación, continúan ofreciendo servicios a los turistas que llegan a nuestra provincia.
Al respecto, comentó que se trata de un “problema grave que tenemos en Ushuaia y que termina en que la gente no consiga alquileres para vivienda. Como no hay un control de los alquileres que se dan para turismo sin ningún tipo de habilitación, ha crecido en forma exponencial en los últimos meses y eso nos trae dos problemas: primero que se alquilan lugares sin ningún tipo de control y habilitación y por otro lado te quita del mercado de alquileres para vivienda muchas casas o departamentos, generando que quien necesita alquilar una vivienda de forma permanente, termina compitiendo contra la expectativa que tiene el propietario de alquilar un espacio para un extranjero en los próximos ocho meses”.
En este sentido, remarcó que “si nosotros interpretamos que las dos partes son inquilinos, estamos perjudicando al que realmente es inquilino de vivienda particular porque el otro es un turista tal cual lo dice la Ley N° 75 que regula la actividad de esos alojamientos. Cuando desde el Estado no exigimos el cumplimiento de esos requisitos, generamos una competencia desleal con quienes cumplen con la habilitación correspondiente y un riesgo para los turistas que nos visitan”.
Finalmente, expresó que “es muy importante entender que el turismo también es sinónimo de regulación y no que cada uno hace lo que quiere. Para que vengan inversiones, debemos garantizar un marco regulatorio”, concluyó.