Tras un análisis de más de tres horas entre las autoridades del Automóvil Club Río Grande (ACRG Argentina) y la Asociación Deportiva Local Fueguina de Automovilismo (ADELFA Chile), se decidió suspender por segundo año consecutivo la 47° Edición del Gran Premio de la Hermandad Argentino – Chilena y postergarla para agosto del 2022. “No hay manera de garantizar a la comunidad ni a los pilotos la seguridad que se necesita”, explicó la titular del ACRG Mónica Cobián Bares, quien evaluó las diferentes realidades epidemiológicas en ambos países.
Río Grande.- La Presidente del Automóvil Club Río Grande, Mónica Cobián Bares, fue consultada por Aire Libre FM sobre la suspensión del Gran Premio de la Hermandad Argentino – Chilena y confirmó que dicha suspensión es hasta agosto del año que viene, por lo tanto, es la segunda oportunidad en que esta prueba que convoca a multitudes en ambos lados de la frontera, se suspende por el coronavirus.
“Dada la situación pandémica que está sufriendo Chile y que acá estamos un poco más holgados, tenemos una realidad sanitaria totalmente diferente”, introdujo Cobián.
En ese sentido añadió que “para agosto o para fin de año, nosotros no vamos a estar todos vacunados y ellos probablemente sí; nosotros tendremos disponibilidad de camas en los hospitales y ellos no, hay una especie de DNU de excepción donde las fronteras están cerradas hasta diciembre si bien se había hablado en su momento de pedir una excepción por la Hermandad, pero la realidad pandémica no cambia”.
La presidente del ACRG recordó que en un primer momento “habíamos hablado de posponerla hasta octubre, pero el problema es que los números y las variables no cambian, al contrario, cada día tenemos más casos. La otra posibilidad era hacerla sin público, con los auxilios mínimos y necesarios y hasta quizás con cambios de caminos, lo cual iba a ser una Hermandad bajo pandemia, con muchos protocolos y cosas que iban a hacer que deje de ser la Hermandad de siempre”.
Además, “en Chile rige un estado de excepción hasta el mes de junio o julio, con la posibilidad de extenderlo por noventa días más, así que no tiene mucho sentido estar con la incertidumbre de seguir dando vueltas. Mis expectativas eran poder continuar, pero con el panorama que nos pintaron ayer a la noche cuando tuvimos una reunión –vía Zoom- vi que no hay maneras, por más que le busquemos la vuelta. Hace un año y dos meses que estamos en pandemia y nunca lograron (en Chile) bajar la ocupación en camas y han tenido que evacuar gente al norte del país”.
Una carrera que no pudo parar ni la posibilidad de una guerra
La Carrera de la Hermandad se inició en 1974 y prendió fuerte en el sur de ambos países. Ni la inminencia de una guerra en 1978 pudo detener la prueba automovilística. Sin embargo, el año pasado, se suspendió la Edición N° 47, lo que en este 2021 tiene el mismo correlato.
“Hemos corrido en 1978 con el conflicto, hemos tras el gran terremoto por lo que hemos corrido la fecha, pero se hizo; siempre la Hermandad ha tenido sus excepciones con tal que se llevara adelante, pero acá lamentablemente tenemos los sistemas de salud que están colapsados, además del contagio y como se desparrama el virus y la verdad no le encontramos la vuelta”, expuso Mónica Cobián.
Observó que “es evidente que nosotros tenemos una realidad muy distinta, nosotros estamos corriendo, tenemos actividad en el autódromo, si bien con muchos protocolos, pero allá (en Chile) desde marzo del 2020 que no han vuelto a tener actividades deportivas; es decir, tenemos realidades totalmente diferentes”.
Cobián tomó nota de la reciente prueba motociclística La Vuelta a la Tierra del Fuego, cuya realización inmersa en la inminente segunda ola de COVID-19 trajo muchas polémicas.
De llevarse adelante la prueba, “estaríamos comprometiendo y poniendo en riesgo a dos comunidades de dos países con realidades epidemiológicas diferentes y con protocolos diferentes”.
Cobián confió que “con ADELFA estuvimos más de tres horas debatiendo y viendo todas las variables posibles, todas las leyes y decretos inherentes y ver si en algún lugar al final del camino aparecía alguna luz por lo menos para ver si la podíamos llevar adelante en algún momento del año, pero concluimos que no era posible. No hay manera de garantizar a la comunidad ni a los pilotos la seguridad que se necesita”.