La Dra. Judith Di Giglio reconoció que la provincia está lejos de lograr una inmunidad importante, si bien se ha vacunado a gran parte de los adultos mayores y grupos de riesgo. La luz de esperanza es la vacuna y la llegada de más dosis para continuar con la tarea, pero Tierra del Fuego sigue con la calificación de riesgo, para las tres ciudades. No obstante la Ministra señaló que en el pico del año pasado los casos llegaron a 2.200 en una semana y ahora se registran 400, por lo que la situación epidemiológica “es muy distinta”, aseguró. Más que los números, se mira la ocupación hospitalaria, porque puede haber gran número de contagios que no son casos graves ni requieren internación. Además expuso el dolor cotidiano del equipo de salud ante los fallecimientos, dado que en promedio, de dos pacientes que ingresan a terapia intensiva, uno no sobrevive.
Río Grande.- La ministra de Salud de la provincia, Dra. Judith Di Giglio, fue consultada por FM La Isla sobre la cifra de fallecidos, conocida ayer en el país, y el alto índice de casos positivos, incluso con el primer caso de la cepa de Manaos detectado en Río Gallegos.
“Para el equipo de salud cada fallecimiento es una tragedia, sabiendo que en general los pacientes que fallecen en terapia intensiva han tenido varios días de internación y han sido atendidos por el personal sanitario. Es muy difícil convivir con el dolor”, dijo.
“Hay un número muy alto de casos en el país. Hace dos semanas hemos llegado a tener 29 mil casos confirmados en un día y, cuantos más casos hay, más fallecimientos vamos a tener que lamentar. Para el personal que convive con esto es muy triste. Los pacientes que ingresan a terapia intensiva lo hacen por cuadros graves, independientemente de la patología. En el caso de COVID, los números son muy fríos, pero sabemos que de dos pacientes, uno fallece y el otro se recupera. Hay una alta tasa de mortalidad en terapia intensiva, porque todo paciente que ingresa es grave. También son muchas las personas que ha salvado el equipo de terapia intensiva, pero los fallecimientos son un gran dolor para todo el sistema sanitario”, manifestó.
Puntualmente sobre las cifras actuales, dijo que hasta ayer se registraban “17 pacientes en asistencia respiratoria mecánica, 10 pacientes en la terapia COVID y 7 en la terapia no COVID por otras patologías. Continuamos con una estadía prolongada en terapia intensiva en general, con un promedio de entre 15 y 20 días por paciente, y hemos tenido pacientes internados 50 días que se han recuperado. Si hablamos de la edad de las personas internadas en terapia intensiva vemos un descenso, y eso se puede atribuir a un descenso de internaciones de los adultos mayores por la vacunación”.
Filtración de cepas
Ante la preocupación por el ingreso de la cepa de Manaos a Tierra del Fuego, teniendo un caso cercano en la región, advirtió que es imposible cerrar por completo la frontera. “Cerramos todas las fronteras para que no ingrese el virus luego de la cuarentena estricta, pero es una pandemia y hemos aprendido que una frontera no se puede cerrar totalmente, porque es imposible no tener comunicación. Incluso al tener menos comunicación por vía terrestre nunca dejamos de tener comunicación con la ciudad de Buenos Aires por vía aérea. Es inevitable no necesitar viajar, sea por salud o por trabajo. Hay necesidad de que llegue mercadería y es inevitable que cepas prevalentes no lleguen a todo el país. Hablando de la cepa de Manaos o la de Reino Unido, están circulando en nuestro país y pueden llegar a cualquier ciudad, lo que esperamos es que no sean cepas prevalentes, es decir que de 100 infectados tengamos 80 con la cepa de Manaos”, expresó.
“Nosotros realizamos una secuenciación en el laboratorio de Ushuaia, que está participando de un estudio con el Ministerio de Tecnología y Ciencia de la Nación. Hemos secuenciado muestras que enviamos en febrero y no tuvimos prevalencia de esas cepas. La semana epidemiológica 17 le tocó a Tierra del Fuego enviar muestras al Malbrán para la vigilancia epidemiológica de cepas, así que seguramente la semana próxima tendremos novedades de las cepas prevalentes en nuestra provincia”, adelantó.
También se la consultó sobre la publicación de un cuadro por parte de la CTA y el SUTEF sobre las características de riesgo de las tres ciudades fueguinas, todas con riesgo alto. “Esto figura en los decretos presidenciales y en los informes del Ministerio de Salud”, señaló, y aclaró que “los indicadores a los que se refiere el DNU y también utilizamos nosotros, no son fehacientes, porque no tenemos una población importante en nuestra provincia. Tiene quizás mayor valor en poblaciones más grandes, porque es un indicador que habla de la velocidad de aceleración de la curva, que no se puede comparar con otras provincias donde es mucho mayor. En ciudad de Buenos en el pico máximo del año pasado llegaron a tener 1.800 casos diarios y hoy son más de 3.000. Nosotros en el pico confirmamos en una semana 2.200 casos, 1.400 en Río Grande y 800 en Ushuaia. Hoy estamos en los 400 por semana, así que si lo comparamos con el año pasado nuestra situación epidemiológica es muy distinta”, aseveró.
Más que los números de contagios, “el termómetro que utilizamos es la ocupación hospitalaria, que por el momento se mantiene estable. Poder predecir lo que va a pasar es imposible. Nuestro objetivo es lograr que la aceleración de la curva no crezca rápidamente y que no se sature el sistema sanitario. Cuando se habla de los indicadores, se habla de las posibles restricciones. Nosotros hemos tomado todas las restricciones del DNU. La provincia de Buenos Aires adhirió al cierre de clases presenciales y esto es para las provincias que están en alerta epidemiológica con casos superiores a los nuestros. No tenemos en cuenta un límite de números para definir otras restricciones, sino la situación hospitalaria –reiteró-. Ese es el termómetro más importante. Quizás podemos tener números muy altos, pero cuando tengamos más personas vacunadas podrá haber muchos infectados pero que no requieran internación. Hemos vacunado un gran número de personas pero falta, y estamos lejos de tener una inmunidad importante”, lamentó.
“Esperamos tener más dosis para continuar vacunando y todos los días evaluamos no solamente los números sino la situación hospitalaria, epidemiológica y sanitaria de la provincia. Por ahora con estas restricciones es suficiente, pero esto es minuto a minuto y hemos aprendido a no poder predecir. Siempre decimos que el compromiso de cada uno de nosotros tiene un impacto colectivo en la disminución de la curva. Estamos tratando de pensar en medidas que tengan el mayor impacto sanitario y el menor impacto social y económico. Son situaciones muy complicadas las que está atravesando el país y el mundo, pero tenemos una luz de esperanza que es la vacunación”, sostuvo.
Finalmente informó que “el lunes y miércoles llegaron vacunas Sputnik y Sinopharm. Las Sinopharm van a ser ya para segundas dosis y se intenta asegurar primera y segunda dosis a las personas. Las Sputnik que llegaron son del primer componente”.